Las Buenas Noticias según Lucas 22:1-71

22  Ahora bien, se acercaba+ la Fiesta de los Panes Sin Levadura, llamada Pascua.+ 2  Y los sacerdotes principales y los escribas estaban buscando la mejor manera de deshacerse de él,+ porque le tenían miedo al pueblo.+ 3  Entonces Satanás entró en Judas —el que se llamaba Iscariote, que se contaba entre los Doce—,+ 4  y este se fue a hablar con los sacerdotes principales y los capitanes del templo sobre cómo entregarles a Jesús.*+ 5  Ellos quedaron encantados y acordaron darle dinero.+ 6  Él estuvo de acuerdo, y se puso a buscar una buena oportunidad para entregárselo* a ellos sin que estuviera presente una multitud. 7  Entonces llegó el día de la Fiesta de los Panes Sin Levadura, en el que hay que ofrecer el sacrificio de la Pascua.+ 8  Así que Jesús envió a Pedro y a Juan con estas instrucciones: “Vayan y preparen la Pascua para que la comamos”.+ 9  Ellos le preguntaron: “¿Dónde quieres que la preparemos?”. 10  Él les dijo: “Miren, cuando entren en la ciudad, se encontrará con ustedes un hombre que lleva una vasija de barro con agua. Síganlo y entren en la casa en la que él entre.+ 11  Y díganle al dueño de la casa: ‘El Maestro te dice: “¿Dónde está el cuarto de invitados, para que yo coma la Pascua con mis discípulos?”’. 12  Y ese hombre les mostrará en la parte alta una habitación grande amueblada. Preparen la Pascua allí”. 13  Ellos se fueron y lo encontraron todo tal como él les había dicho; entonces hicieron los preparativos para la Pascua. 14  Así que, cuando llegó la hora, él se sentó* a la mesa junto con los apóstoles.+ 15  Y les dijo: “Deseaba tanto comer con ustedes esta Pascua antes de que empiece mi sufrimiento...; 16  porque les digo que ya no la volveré a comer hasta que esta tenga su cumplimiento en el Reino de Dios”. 17  Y, después de aceptar una copa, dio gracias a Dios y les dijo: “Tómenla y vayan pasándola entre ustedes, 18  porque les digo que a partir de ahora no volveré a beber del producto de la vid hasta que venga el Reino de Dios”.+ 19  Después tomó un pan,+ le dio gracias a Dios, lo partió, se lo dio a ellos y les dijo: “Esto representa mi cuerpo,+ que será dado en beneficio de ustedes.+ Sigan haciendo esto en memoria de mí”.+ 20  También, después de haber cenado, hizo lo mismo con la copa. Les dijo: “Esta copa representa el nuevo pacto,+ validado con mi sangre,+ que va a ser derramada en beneficio de ustedes.+ 21  ”Pero, miren, la mano del que me va a traicionar está conmigo en la mesa.+ 22  Porque, es cierto, el Hijo del Hombre sigue su camino según lo que está establecido.+ Pero ¡ay del que lo va a traicionar!”.+ 23  De modo que empezaron a discutir unos con otros sobre quién de ellos sería el que iba a hacer eso.+ 24  Entonces también surgió una fuerte discusión entre los discípulos sobre quién de ellos era considerado el mayor.+ 25  Pero él les dijo: “Los reyes de las naciones dominan al pueblo, y a los que tienen autoridad sobre la gente se les llama benefactores.+ 26  Sin embargo, ustedes no deben ser así.+ Más bien, el que sea mayor entre ustedes, que se vuelva como el más joven,+ y el que dirige, como el que sirve.+ 27  Porque ¿quién es mayor? ¿El que come,* o el que sirve? ¿Acaso no es el que come?* Pero yo estoy entre ustedes como el que sirve.+ 28  ”Ahora bien, ustedes son los que en mis pruebas+ se han mantenido a mi lado.+ 29  Y yo hago un pacto con ustedes para un reino, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo,+ 30  para que coman y beban a mi mesa en mi Reino+ y se sienten en tronos+ para juzgar a las 12 tribus de Israel.+ 31  ”Simón, Simón, mira que Satanás los ha reclamado a todos ustedes para sacudirlos como si fueran trigo.+ 32  Pero yo he rogado por ti para que tu fe no decaiga.+ Y tú, cuando vuelvas, fortalece a tus hermanos”.+ 33  Entonces él le dijo: “Señor, estoy listo para ir a prisión contigo y hasta para morir contigo”.+ 34  Pero él le respondió: “Pedro, te digo que hoy el gallo no cantará hasta que hayas negado tres veces que me conoces”.+ 35  También les dijo: “Cuando los envié sin bolsita para el dinero ni bolsa de provisiones ni sandalias,+ ¿verdad que no les faltó nada?”. “¡No!”, le contestaron.* 36  Entonces él les dijo: “Pero, ahora, el que tiene una bolsita para el dinero, que la lleve, y también una bolsa de provisiones; y el que no tiene espada, que venda su manto y compre una. 37  Porque les digo que tiene que cumplirse en mí esto que está escrito: ‘Fue considerado un delincuente’.*+ De hecho, esto se está cumpliendo en mí”.+ 38  Entonces ellos le dijeron: “Señor, mira, aquí hay dos espadas”. Él les respondió: “Con eso basta”. 39  Al salir, se fue como de costumbre al monte de los Olivos, y los discípulos lo siguieron.+ 40  Cuando llegaron al lugar, les dijo: “Quédense orando para que no caigan en la tentación”.+ 41  Y él se apartó de ellos a una distancia como de un tiro de piedra. Se puso de rodillas y comenzó a orar 42  diciendo: “Padre, si quieres, quítame esta copa. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya”.+ 43  Entonces se le apareció un ángel del cielo y lo fortaleció.+ 44  Con todo, su agonía era tan grande que continuó orando todavía con más intensidad,+ y su sudor se volvió como gotas de sangre que caían al suelo. 45  Cuando se levantó después de orar, fue adonde estaban los discípulos y los encontró durmiendo, agotados por la tristeza. 46  Les dijo: “¿Por qué están durmiendo? Levántense y oren todo el tiempo para que no caigan en la tentación”.+ 47  Mientras él todavía estaba hablando, apareció una multitud. Al frente iba uno de los Doce, el que se llamaba Judas, y se acercó a Jesús para besarlo.+ 48  Pero Jesús le dijo: “Judas, ¿con un beso traicionas al Hijo del Hombre?”. 49  Cuando los que estaban a su alrededor vieron lo que iba a pasar, le preguntaron: “Señor, ¿atacamos con la espada?”. 50  Y uno de ellos atacó al esclavo del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha.+ 51  Ante esto, Jesús dijo: “Ya basta”. Y, tocándole la oreja al esclavo, lo curó. 52  Entonces Jesús les dijo a los sacerdotes principales, a los capitanes del templo y a los ancianos que habían ido allí a buscarlo: “¿Salieron con espadas y garrotes como si yo fuera un ladrón?+ 53  Día tras día estuve con ustedes en el templo+ y no me pusieron las manos encima.+ Pero esta es la hora de ustedes y la hora en que gobierna la oscuridad”.+ 54  A continuación lo arrestaron, se lo llevaron+ y lo hicieron entrar en la casa del sumo sacerdote. Y Pedro iba siguiéndolos a cierta distancia.+ 55  Ellos encendieron un fuego en medio del patio y se sentaron juntos. Pedro estaba sentado entre ellos.+ 56  En eso, una sirvienta que lo vio sentado a la luz del fuego se quedó mirándolo y dijo: “Este hombre también andaba con él”. 57  Pero Pedro lo negó. Dijo: “Mujer, yo no lo conozco”.+ 58  Poco después, otra persona lo vio y le dijo: “Tú también eres uno de ellos”. Pero Pedro le contestó: “Hombre, no lo soy”.+ 59  Como una hora más tarde, otro se puso a decir con insistencia: “¡No hay duda de que este hombre también andaba con él! Está claro que es galileo”. 60  Pero Pedro le dijo: “Hombre, no sé lo que dices”. Al instante, mientras él todavía estaba hablando, un gallo cantó. 61  Con eso, el Señor se volvió y miró a Pedro fijamente, y Pedro recordó la declaración del Señor, quien le había dicho: “Antes de que un gallo cante hoy, tú negarás tres veces que me conoces”.+ 62  Y salió afuera y lloró amargamente. 63  Ahora bien, los hombres que tenían a Jesús bajo custodia empezaron a burlarse de él+ y a golpearlo.+ 64  Después de cubrirle la cara, le decían una y otra vez: “¡Profetiza! ¿Quién es el que te pegó?”. 65  Y decían muchas otras blasfemias contra él. 66  Cuando se hizo de día, se reunió la asamblea de los ancianos del pueblo, tanto los sacerdotes principales como los escribas.+ Ellos llevaron a Jesús dentro de la sala del Sanedrín y le dijeron: 67  “Dinos si eres el Cristo”.+ Él les contestó: “Aunque se lo dijera, nunca lo creerían. 68  Además, si yo les preguntara algo, ustedes no me responderían. 69  Pero, de aquí en adelante, el Hijo del Hombre+ estará sentado a la poderosa derecha de Dios”.+ 70  A esto, todos preguntaron: “Entonces, ¿eres tú el Hijo de Dios?”. “Sí, ustedes mismos están diciendo que lo soy”, contestó él. 71  Y ellos dijeron: “¿Para qué necesitamos más testimonio? Nosotros mismos lo hemos oído de su propia boca”.+

Notas

O “traicionarlo a ellos”.
O “traicionarlo”.
O “se reclinó”.
O “se reclina a la mesa”.
O “se reclina a la mesa”.
O “‘¡Nada!’, le contestaron”.
Lit. “Fue contado entre gente sin ley”.

Notas de estudio

la Fiesta de los Panes Sin Levadura, llamada Pascua. La Pascua se celebraba el 14 de nisán, y la Fiesta de los Panes Sin Levadura, del 15 al 21 de nisán (Le 23:5, 6; Nú 28:16, 17; ver apén. B15). Así que, estrictamente hablando, eran dos fiestas distintas. Pero, en el tiempo de Jesús, estaban tan relacionadas que los ocho días, incluido el 14 de nisán, se consideraban una sola fiesta. Josefo habla de que celebraban “durante ocho días la fiesta que se llama del pan sin levadura” (Antigüedades judías [trad. Luis Farré], libro II, cap. XV, sec. 1). Los sucesos que se narran en Lu 22:1-6 ocurrieron el día 12 de nisán del año 33. Ver apén. B12.

Iscariote. Ver la nota de estudio de Mt 10:4.

capitanes del templo. El texto griego dice literalmente “capitanes”, pero, para indicar de qué tipo de capitanes se hablaba, en Lu 22:52 se dice que eran “del templo”. Por eso en este versículo también se añadió esta aclaración. Lucas es el único escritor bíblico que menciona a estos oficiales (Hch 4:1; 5:24, 26). Eran los jefes de los guardias del templo. Quizás los incluyeron en la conversación con Judas para que el arresto de Jesús que planificaban pareciera legal.

dinero. Lit. “plata”, es decir, la plata que se usaba como dinero. De acuerdo con Mt 26:15, fueron “30 monedas de plata”. Mateo es el único escritor de los Evangelios que menciona la cantidad por la que Jesús fue traicionado. Quizá fueron 30 siclos de plata acuñados en Tiro. Esta suma parece demostrar el desprecio que sentían los sacerdotes principales por Jesús, ya que, según la Ley, ese era el precio de un esclavo (Éx 21:32). De forma parecida, cuando Zacarías les pidió a los israelitas infieles que le pagaran su salario por la labor profética que había realizado para el pueblo de Dios, le pesaron “30 piezas de plata”, lo que sugiere que no lo consideraban más valioso que un esclavo (Zac 11:12, 13).

Entonces llegó el día de la Fiesta de los Panes Sin Levadura. Como se explica en la nota de estudio de Lu 22:1, en los días de Jesús, la Pascua (14 de nisán) y la Fiesta de los Panes Sin Levadura (15-21 de nisán) estaban tan relacionadas que a los ocho días, incluido el 14 de nisán, a veces se los llamaba “la Fiesta de los Panes Sin Levadura” (ver apén. B15). Como aquí se dice que era el día “en el que hay que ofrecer el sacrificio de la Pascua”, tenía que referirse al 14 de nisán (Éx 12:6, 15, 17, 18; Le 23:5; Dt 16:1-7). Los preparativos que se describen en los versículos 7 a 13 probablemente ocurrieron la tarde del 13 de nisán, porque la cena de la Pascua se celebraba después de la puesta del sol, que marcaba el comienzo del 14 de nisán. Ver apén. B12.

cuando llegó la hora. Se refiere al anochecer, cuando comenzaba el 14 de nisán. Ver apéns. A7 y B12.

después de aceptar una copa. Jesús estaba celebrando la Pascua con sus discípulos (Lu 22:15). Para ese entonces, esta celebración incluía pasar la copa que se menciona aquí. La Biblia no dice que se usara vino durante la Pascua en Egipto, ni que Jehová mandara usarlo durante la fiesta. Así que parece que esta costumbre de pasar copas de vino entre los participantes de la Pascua se introdujo con el tiempo. Jesús no condenó tomar vino durante esa cena. De hecho, después de dar gracias a Dios, él mismo bebió el vino de la Pascua con sus apóstoles. Y, después, cuando instituyó la Cena del Señor, les ofreció una copa a sus discípulos (Lu 22:20).

tomó un pan, [...] lo partió. Ver la nota de estudio de Mt 26:26.

representa. Ver la nota de estudio de Mt 26:26.

después de haber cenado. Todo indica que aquí se refiere a la cena de la Pascua que Jesús comió con sus discípulos antes de instituir la Cena del Señor. Jesús celebró la Pascua como era la costumbre de la época. No la cambió ni la interrumpió introduciendo algo nuevo. De este modo, como judío que era, obedeció la Ley. Pero, después de celebrar la Pascua siguiendo la Ley mosaica, Jesús ya podía instituir una nueva cena para conmemorar la muerte que sufriría ese mismo día de la Pascua.

el nuevo pacto, validado con mi sangre. Lucas es el único escritor de los Evangelios que registra que Jesús habló aquí de “un nuevo pacto” haciendo referencia a Jer 31:31. El nuevo pacto, entre Jehová y los cristianos ungidos, se estableció con el sacrificio de Jesús (Heb 8:10). Aquí Jesús usa los términos “pacto” y “sangre” de forma parecida a como los utilizó Moisés cuando, sirviendo de mediador, inauguró el pacto de la Ley con Israel en el monte Sinaí (Éx 24:8; Heb 9:19-21). Tal como la sangre de toros y de cabras dio validez al pacto de la Ley entre Dios y la nación de Israel, la sangre de Jesús dio validez al nuevo pacto, que Jehová haría con el Israel espiritual. Ese pacto entró en vigor en el Pentecostés del año 33 de nuestra era (Heb 9:14, 15).

... derramada en beneficio de ustedes. Algunos manuscritos no incluyen las palabras desde la mitad del versículo 19 (“que será dado...”) hasta el final del versículo 20. Pero hay muchos manuscritos antiguos y confiables que sí lo hacen. Para saber más sobre cómo se usan los manuscritos antiguos para establecer el texto griego, ver apén. A3.

Pero, miren, la mano del que me va a traicionar está conmigo. Parece que lo que se describe en los versículos 21 a 23 no sigue estrictamente un orden cronológico. Al comparar Mt 26:20-29 y Mr 14:17-25 con Jn 13:21-30, se ve que Judas ya se había ido antes de que Jesús instituyera la Cena del Señor. Judas no podía estar entre los presentes cuando Cristo los elogió por haberse mantenido a su lado en sus pruebas, porque él no lo había hecho. Y seguro que Jesús no incluyó a Judas en el “pacto [...] para un reino” (Lu 22:28-30).

sigue su camino. Según algunos expertos, Jesús usó aquí un eufemismo para decir de forma más suave que iba a morir.

benefactores. La palabra griega euerguétēs (lit. “alguien que hace el bien”) a menudo se usaba como título honorífico y se les concedía a príncipes y personas importantes, sobre todo a los que realizaban algún servicio público valioso. A diferencia de lo que hacen los gobernantes de este mundo, los que dirigen a los discípulos de Cristo no deben considerarse benefactores y pensar que sus hermanos en la fe les deben algo (Lu 22:26).

el que dirige. La palabra griega empleada aquí (hēguéomai) también aparece en Heb 13:7, 17, 24 y describe el trabajo de los superintendentes de la congregación cristiana.

el que sirve. O “el que ministra”. Aquí se usa el verbo griego diakonéō, que está relacionado con el sustantivo diákonos (“ministro”, “siervo”, “sirviente”). Este sustantivo se refiere a alguien que presta un servicio a favor de otros con humildad y constancia. También se usa para referirse a Cristo (Ro 15:8), a los ministros o siervos de Cristo, tanto hombres como mujeres (Ro 16:1; 1Co 3:5-7; Col 1:23), y a los siervos ministeriales (Flp 1:1; 1Ti 3:8), así como a los sirvientes de una casa (Jn 2:5, 9) y a los funcionarios del gobierno (Ro 13:4).

el que sirve. O “el que ministra”. El verbo griego diakonéō aparece dos veces en este versículo. Ver la nota de estudio de Lu 22:26.

yo hago un pacto con ustedes para un reino. El verbo griego diatíthemai, que aquí se traduce como “hacer un pacto”, está relacionado con el sustantivo diathḗkē, que se traduce como “pacto”. En Hch 3:25 y Heb 8:10; 10:16 aparecen tanto el verbo como el sustantivo en la expresión “hacer (lit. “pactar”) un pacto”. En este versículo, Jesús hace referencia a dos pactos: uno entre él y su Padre, y otro entre él y sus discípulos ungidos, que van a gobernar con él en el Reino.

coman y beban a mi mesa. Comer con alguien implicaba tener una amistad y una relación pacífica con esa persona. Así que, si uno tenía el privilegio de comer regularmente a la mesa de un rey, era porque disfrutaba de su favor y de una estrecha amistad con él (1Re 2:7). Esta es la relación que Jesús les prometió aquí a sus discípulos fieles (Lu 22:28-30; ver también Lu 13:29; Ap 19:9).

para sacudirlos como si fueran trigo. En tiempos bíblicos, después de trillar y aventar el trigo, este se pasaba por un cedazo o criba sacudiéndolo. Esto permitía separar del grano la paja o el tamo que quedaban (ver la nota de estudio de Mt 3:12). Las pruebas que Jesús estaba a punto de sufrir también pondrían a prueba a sus discípulos. Jesús comparó esta prueba a sacudir el trigo.

vuelvas. O “regreses”, “te arrepientas”. Parece que Jesús está hablando de cuando Pedro regresara recuperado de su caída, causada principalmente por un exceso de confianza combinado con el temor al hombre. Comparar con Pr 29:25.

el gallo. Los cuatro Evangelios mencionan que un gallo cantaría, pero solo Marcos dice que lo haría dos veces (Mt 26:34, 74, 75; Mr 14:30, 72; Lu 22:60, 61; Jn 13:38; 18:27). La Misná indica que se criaban gallos en Jerusalén en los días de Jesús, lo que sirve de apoyo al relato bíblico. Es muy probable que el gallo cantara de madrugada. Ver la nota de estudio de Mr 13:35.

Quédense orando. O “Sigan orando”. Esta instrucción, que aparentemente solo registró Lucas, parece estar dirigida a los 11 apóstoles fieles (comparar con el relato paralelo de Mt 26:36, 37). En Lu 22:46 y en los relatos paralelos de Mt 26:41 y Mr 14:38 se registra una instrucción parecida. En este caso Jesús se la dio solo a los tres discípulos que lo acompañaron cuando estaba orando en el jardín (Mt 26:37-39; Mr 14:33-35). El hecho de que Lucas registrara las dos veces que él dio esta instrucción (Lu 22:40, 46) es un ejemplo más de cómo su Evangelio destaca la oración. Otros casos en los que solo Lucas menciona el tema de la oración o dice que Jesús estaba orando se encuentran en Lu 3:21; 5:16; 6:12; 9:18, 28; 11:1; 23:46.

quítame esta copa. Ver la nota de estudio de Mr 14:36.

un ángel. De los cuatro escritores de los Evangelios, solo Lucas menciona que a Jesús se le apareció un ángel del cielo para fortalecerlo.

su sudor se volvió como gotas de sangre. Es posible que aquí Lucas estuviera haciendo una comparación para indicar que el sudor de Cristo parecía formar gotas de sangre o que su sudor goteaba como las gotas de sangre de una herida. Otra opción que algunos sugieren es que la sangre de Jesús traspasara su piel y tal vez se mezclara con el sudor. Esta enfermedad, conocida como diapédesis, hace que la sangre o algunos elementos de ella traspasen las paredes de los vasos sanguíneos sin que estén rotos. Los informes indican que esto ha ocurrido en casos de extrema tensión mental. También existe otra enfermedad, llamada hematidrosis, en la que el cuerpo transpira un sudor teñido de pigmentos sanguíneos o de sangre, o algún otro fluido corporal mezclado con sangre. Esto haría que “sudara sangre”. Por supuesto, estas son tan solo algunas posibles explicaciones de lo que pudo haberle ocurrido a Jesús.

... que caían al suelo. Aunque los versículos 43 y 44 aparecen en algunos manuscritos antiguos, en otros se omiten. Sin embargo, aparecen en la mayoría de las traducciones bíblicas.

uno de ellos. El relato paralelo de Jn 18:10 indica que fue Simón Pedro el que “atacó al esclavo del sumo sacerdote” y que el esclavo se llamaba Malco. Ver la nota de estudio de Jn 18:10.

atacó al esclavo del sumo sacerdote. Ver la nota de estudio de Jn 18:10.

lo curó. De los cuatro escritores de los Evangelios, solo Lucas menciona que Jesús curó al esclavo del sumo sacerdote (Mt 26:51; Mr 14:47; Jn 18:10).

hora. La palabra griega hṓra se usa aquí en sentido figurado para referirse a un periodo de tiempo relativamente corto.

la hora en que gobierna la oscuridad. O “el poder de la oscuridad”, es decir, de los que están en oscuridad espiritual (comparar con Col 1:13). En Hch 26:18 se mencionan juntos la oscuridad y “la autoridad de Satanás”. Satanás ejerció esta autoridad al influir en seres humanos para que actuaran como sus agentes y realizaran las obras de la oscuridad que provocaron la ejecución de Jesús. En Lu 22:3, por ejemplo, se dice que “Satanás entró en Judas”, a quien se llamaba Iscariote, y entonces este traicionó a Jesús (Gé 3:15; Jn 13:27-30).

un gallo cantó. Ver la nota de estudio de Mr 14:72.

¡Profetiza! Al decir “profetiza”, no le estaban pidiendo que hiciera una predicción, sino que revelara con la ayuda de Dios quién le había pegado. El contexto muestra que los enemigos de Jesús le habían tapado la cara. Así que estaban desafiando a Jesús, que tenía los ojos vendados, a que dijera quién lo había golpeado. Ver la nota de estudio de Mt 26:68.

asamblea de los ancianos. O “consejo de ancianos”. La palabra griega usada aquí (presbytérion) está relacionada con el término presbýteros (lit. “hombre mayor”). En la Biblia, este término se refiere principalmente a los que ocupan un puesto de autoridad y responsabilidad en una comunidad o en una nación. Aunque a veces alude a la edad biológica (por ejemplo, en Lu 15:25 y en Hch 2:17), no se limita a las personas mayores. Parece que aquí la expresión “asamblea de los ancianos” se refiere al Sanedrín, el tribunal supremo judío ubicado en Jerusalén. Estaba compuesto por los sacerdotes principales, los escribas y los ancianos. Estos tres grupos a menudo se mencionan juntos (Mt 16:21; 27:41; Mr 8:31; 11:27; 14:43, 53; 15:1; Lu 9:22; 20:1). Ver el glosario, anciano, y la nota de estudio de la sala del Sanedrín en este versículo.

la sala del Sanedrín. O “el Sanedrín”. El Sanedrín era el tribunal supremo judío ubicado en Jerusalén. La palabra griega que se traduce como “sala del Sanedrín” o “Sanedrín” (synédrion) significa literalmente ‘sentarse con’. Aunque era una palabra genérica para designar una asamblea o reunión, en Israel podía referirse a un tribunal u órgano judicial religioso. El término griego puede referirse tanto a la gente que compone el tribunal como al propio edificio o lugar donde se reúnen. Ver la nota de estudio de Mt 5:22 y el glosario, Sanedrín. Para ver la posible ubicación de la sala del Sanedrín, consultar apén. B12.

Hijo del Hombre. Ver la nota de estudio de Mt 8:20.

a la poderosa derecha de Dios. O “a la derecha del poder de Dios”. Estar a la derecha de un gobernante significaba ser el segundo en importancia después de este (Sl 110:1; Hch 7:55, 56). La expresión griega que se traduce “la poderosa derecha” también aparece en los relatos paralelos de Mt 26:64 y Mr 14:62, donde se traduce “la derecha del poder”. Al decir que el Hijo del Hombre se sentaría “a la poderosa derecha de Dios”, se indica que a Jesús se le llenaría de poder o autoridad (Mr 14:62). Ver la nota de estudio de Mt 26:64.

Multimedia

El cuarto de arriba
El cuarto de arriba

Algunas casas de Israel tenían una planta alta. Se accedía a la habitación de arriba desde adentro de la vivienda por una escalera de mano o por escalones de madera, o desde afuera por una escalera de mano o una de piedra. Jesús celebró la última Pascua con sus discípulos e instituyó la conmemoración de la Cena del Señor en un cuarto de arriba grande, posiblemente parecido al que se ve aquí (Lu 22:12, 19, 20). Parece que el día del Pentecostés del año 33 unos 120 discípulos estaban reunidos en la planta alta de una casa de Jerusalén cuando se derramó el espíritu de Dios sobre ellos (Hch 1:13, 15; 2:1-4).

Vid
Vid

La vid (Vitis vinifera) lleva cultivándose miles de años y era común en la zona donde vivió Jesús. Para darles soporte a las vides, los trabajadores hacían estacas o armazones de madera, si la tenían disponible. Durante el invierno, los agricultores podaban las ramas, o sarmientos, del año anterior. Y en primavera, cuando salían los brotes, podaban los que no daban fruto (Jn 15:2). Esto hacía que la vid produjera más fruto de mejor calidad. Jesús dijo que su Padre era el agricultor, él mismo era la vid y sus discípulos, las ramas. Tal como las ramas de una vid literal se apoyan en el tronco y se nutren de él, los discípulos se apoyan en Jesús y reciben alimento en sentido espiritual si se mantienen en unión con él, “la vid verdadera” (Jn 15:1, 5).

El Sanedrín
El Sanedrín

El tribunal supremo judío se llamaba Gran Sanedrín. Estaba formado por 71 miembros y estaba situado en Jerusalén (ver glosario, Sanedrín). Según la Misná, sus miembros se sentaban en tres filas de asientos dispuestas en semicírculo, y había dos secretarios que registraban las decisiones del tribunal. Algunas de las características arquitectónicas que se ven en este dibujo se basan en un edificio descubierto en Jerusalén que algunos consideran la sala del Consejo del siglo primero. Ver apén. B12 (mapa “Jerusalén y sus alrededores”).

1. Sumo sacerdote

2. Miembros del Sanedrín

3. Acusado

4. Secretarios