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Francia

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Francia tiene más de 550.000 kilómetros cuadrados de territorio y es el país de mayor extensión de Europa, a excepción de la Unión Soviética. Los franceses acostumbran llamar a su país el “hexágono” (una figura de seis lados). Usted verá la razón para esto al examinar el mapa de Francia que acompaña a este informe. El país tiene la bendición de estar dotado de excelentes playas a lo largo del canal de La Mancha y las costas del Atlántico y el Mediterráneo, y de las montañas majestuosas, coronadas de nieve, de los Alpes y los Pirineos.

Francia es una república que está dividida en 96 departamentos administrativos, e incluye la isla de Córcega en el Mediterráneo. La población francesa de más de 53 millones de personas es una mezcla de varios tipos que reflejan a sus antepasados distantes: mediterráneos, celtas, alemanes y latinos. Hoy todos los franceses hablan francés, aunque en lo que solía ser Alsacia Lorena la gente de edad avanzada todavía habla alemán o un dialecto alemán de esa localidad. Muchos de los mineros que vinieron de Polonia a Francia después de la primera guerra mundial hablan polaco. También hay una gran cantidad de italianos y argelinos. Recientemente muchos miles de obreros españoles y portugueses han venido a Francia, lo cual significa que frecuentemente se les oye expresarse en sus lenguas por todo el país.

En general, Francia es un país católico, pues la comunidad protestante francesa mermó mucho debido a las persecuciones de los siglos 16 y 17. Sin embargo, en un comentario sobre la situación religiosa en Francia, la Encyclopœdia Britannica declara:

“Un fenómeno común a todos los países occidentales, pero manifiesto notablemente en Francia, es el hecho de que el grueso de la gente se ha alejado de los grupos religiosos. Este fenómeno está asociado con el incremento en la industrialización y la urbanización. Aunque las comunidades rurales en general permanecen más adheridas a la fe tradicional, los habitantes de los pueblos, particularmente en los distritos suburbanos, están perdiendo su identificación con el cristianismo.”

RUSSELL COLOCA LOS CIMIENTOS

La actividad de los testigos de Jehová en Francia empezó a fines del siglo 19. En 1891, Charles T. Russell, presidente de la Sociedad Watch Tower, visitó a París y presentó un informe de sus impresiones sobre el campo francés en el número de noviembre de 1891 de Zion’s Watch Tower (hoy en español La Atalaya): “Los franceses van rápidamente encaminados a la infidelidad franca, aunque muchos todavía están cegados por crasa superstición romana.”

Sin embargo, esta impresión desfavorable no impidió que el hermano Russell hiciera que los Estudios de las Escrituras se tradujeran al francés. También hizo arreglos para la traducción de varios tratados y folletos al francés, colocando así los cimientos para la futura predicación de las buenas nuevas en Francia.

UN OSCURO LEÑADOR SUIZO

En algún tiempo durante los años noventa del siglo pasado, un poco conocido leñador suizo llamado Adolphe Weber viajó a los Estados Unidos. Allí, en Pittsburgo, trabajó para el hermano Russell como jardinero y obtuvo de él un profundo conocimiento de las Escrituras. Posteriormente, Weber ofreció regresar a Europa para evangelizar a los países de habla francesa. El hermano Russell con el tiempo aceptó su propuesta y concordó en financiar la obra de predicar en la Europa de habla francesa.

Adolphe Weber era un hombre sencillo que parecía un simple campesino o labriego. Pero al mismo tiempo era un cristiano devoto y maduro que tenía buen dominio del inglés, el francés y el alemán. Ya en Suiza, puso en periódicos y revistas religiosos anuncios en francés del tomo I de Estudios de las Escrituras y de folletos escritos por el hermano Russell.

PRIMERAS SEÑALES DE INTERÉS

El 12 de agosto de 1900, un francés llamado Elie Thérond, que vivía en un lugarcito conocido como Beauvène, en la parte central de Francia, respondió al anuncio y pidió la literatura bíblica. Elie reconoció la verdad y pronto empezó a predicar el mensaje. Más tarde, en 1905, su hogar llegó a ser el primer centro para hacer pedidos de la literatura de la Watch Tower en Francia.

En 1901 Jean-Baptiste Thilmant, un tendero que vivía en una aldea minera belga cerca de Charleroi, también leyó uno de los anuncios del hermano Weber y pidió literatura bíblica. Para 1902 organizó en su hogar un grupito de estudiantes de la Biblia. Este grupo posteriormente llevó la verdad a la parte septentrional de Francia, como pronto veremos.

En 1903 el hermano Russell visitó a Europa de nuevo e hizo arreglos con el hermano Weber para publicar una edición francesa de Zion’s Watch Tower. Esta comenzó como una edición trimestral de ocho páginas, y su primer número fue el de octubre de 1903. En enero de 1904 la revista se convirtió en publicación mensual.

“CULTIVANDO” EL SUELO FRANCÉS

Como resultado de la campaña de anuncios del hermano Weber en la prensa, aumentó la cantidad de las personas que pedían y estudiaban la literatura bíblica de la Sociedad. Durante el verano, Weber trabajaba en Suiza como leñador y jardinero, y distribuía tratados y predicaba entre los suizos de habla francesa. Entonces salía en largos viajes y visitaba en Francia y Bélgica a las personas que habían pedido literatura o que se habían suscrito a La Atalaya en francés. Durante sus viajes trabajaba de jardinero y hacía otras faenas para ganarse el sustento. Como consecuencia del servicio devoto del hermano Weber, la verdad empezó a difundirse por diferentes partes de Francia.

En 1904 el hermano Weber visitó a la familia Thilmant, que vivía cerca de Charleroi, Bélgica. Les mostró cómo distribuir tratados fuera de las iglesias protestantes, y estimuló a la familia a extender sus actividades hacia el norte de Francia. Por eso, en agosto de 1904 Thilmant y su joven hija, Josefina, viajaron por tren al pueblo de Denain, en la región minera del norte de Francia, donde distribuyeron tratados y revistas La Atalaya fuera de la iglesia bautista. Varios miembros de esta iglesia leyeron la literatura con interés y se suscribieron a La Atalaya. Estas familias pronto empezaron a hacer preguntas difíciles a su ministro bautista, quien finalmente les dijo que no volvieran a la iglesia de él. Ellos decidieron reunirse para estudiar la Biblia en el hogar de Jules Lequime, en Haveluy, cerca de Denain. De paso, los hijos y nietos de estas familias de Denain —los Lequimes, Vaucamps y Polards— todavía son Testigos activos, y dos de los nietos sirven en la actualidad de superintendentes de circuito en Francia.

En 1906 el hermano Weber visitó a este grupo de Denain y les ayudó a organizarse. La congregación de Denain pronto empezó a distribuir tratados frente a la iglesia protestante en el pueblo cercano de Sin-le-Noble. Con el tiempo, varias familias de aquel lugar se interesaron en la verdad, incluso la familia Palmaert. El hermano Weber los organizó en un grupo que se reunía en el hogar de Victor Jupin, quien murió el 15 de noviembre de 1969, después de haber servido fielmente a Jehová por unos 60 años.

El ministro bautista de Denain todavía tenía esperanzas de que los que se habían hecho Estudiantes de la Biblia regresaran con el tiempo al rebaño bautista. Pensó para sus adentros: ‘¡Veremos lo que pasa cuando uno de ellos muera o desee casarse! Entonces vendrán corriendo adonde mí para que conduzca el servicio.’ Sus esperanzas se vinieron al suelo por primera vez en 1906, cuando un hermano murió, y de nuevo en 1907, cuando dos de las hijas de Lequime se casaron. Hermanos de la congregación local de Estudiantes de la Biblia se encargaron de los servicios.

Mientras tanto, la obra seguía progresando más hacia el sur. En el año 1907 un maestro de escuela de cerca de Rennes distribuía el tomo I de Estudios de las Escrituras y revistas La Atalaya en Bretaña, territorio católico. Para ese tiempo funcionaban tres centros de distribución de literatura en Francia, y las suscripciones a La Atalaya en francés podían enviarse a cualquiera de estas tres direcciones. Para el fin de 1907 se publicó en La Atalaya en francés un aviso que decía: “Se solicitan voluntarios.”

Durante 1908 y 1909, las congregaciones de Denain y Sin-le-Noble predicaron en territorios de alrededor y comenzaron a formar agrupaciones para estudio en otros pueblos de la parte septentrional de Francia, como en Lens y Auchel en el departamento o distrito administrativo del Paso de Calais.

PRIMERAS VISITAS DE PEREGRINOS

Desde diciembre de 1908 hasta febrero de 1909 Weber hizo visitas de peregrino a grupos y a hermanos aislados que se hallaban en 20 departamentos por toda Francia, incluso pueblos grandes como Besanzón, Grenoble, Valence, Burdeos, Nantes, Rennes, Angers, París y Nancy. En este tiempo, también, la verdad comenzó a penetrar en la región de habla alemana de Alsacia Lorena. Un hermano de apellido Schutz estaba activo en el pueblo de Sainte-Marie-aux-Mines, y otros Estudiantes de la Biblia en el pueblecito de Petersbach distribuían, en alemán, la publicación Alimento para cristianos pensadores.

En diciembre de 1909 y enero de 1910 tres hermanos que servían de peregrinos, A. Meyer, S. Seguier y Adolphe Weber, visitaron 34 pueblos de Francia y celebraron reuniones en muchos de ellos, entre éstos Roubaix, un gran pueblo de manufactura textil en el norte de Francia, donde se organizó una congregación. La estancia más larga la tuvieron en París, desde el 18 hasta el 20 de diciembre de 1909, lo cual indica que en aquel tiempo se estaba desarrollando interés entre la gente de la capital francesa. Este mismo año, La Atalaya francesa cambió su nombre de Le Phare de la Tour de Sion (literalmente El Faro de la Torre de Sión) a La Tour de Garde (La Atalaya), el nombre por el cual se le conoce todavía.

En 1910 se publicó el primer número en francés de los tratados “El púlpito de la gente.” El número de abril de 1910 de La Atalaya francesa tenía otro anuncio en el cual se pedían voluntarios; el anuncio decía: “Tenemos ahora existencias grandes de tratados El púlpito de la gente. Se acaban de imprimir 100.000 ejemplares del primer tratado. Esta es una edición especial que se puede dar a toda persona.”

El hermano Weber hizo otro viaje de peregrino por toda Francia hacia el fin de 1910. Comenzó a viajar el 22 de diciembre de 1910 y terminó el 28 de enero de 1911; visitó a 30 grupos de Estudiantes de la Biblia. Inmediatamente antes de este viaje, el 4 y 5 de diciembre de 1910, se celebró en Lens una asamblea general de Estudiantes de la Biblia en el norte de Francia.

OTRAS DOS VISITAS DE RUSSELL A FRANCIA

En 1911 el gran acontecimiento fue una visita del presidente de la Sociedad, Charles T. Russell. El 14 de abril Russell habló a un grupo de más de 100 personas en una asamblea que se celebró en Denain, y el día siguiente a 70 en Lens. También concurrieron a estas asambleas Estudiantes de la Biblia procedentes de Bélgica. El hermano Weber y Alexandre Freytag, otro hermano suizo que estaba empezando a desempeñar un papel prominente en la dirección de la obra en los países de habla francesa, ayudaron al hermano Russell en estas ocasiones.

Desde diciembre de 1911 hasta marzo de 1912 el hermano Russell hizo una gira alrededor del mundo. El informe que trató de ese viaje, Souvenir Notes, dice: “Desde Roma pasamos a París, y allí conocimos a la pequeña clase de Estudiantes Internacionales de la Biblia de aquella gran ciudad.” Entre los arreglos que Russell hizo mientras efectuaba este viaje estuvo la estipulación de abrir en junio de 1912 lo que se llamó la “Oficina Francesa” en Ginebra, Suiza. Esta oficina tenía la responsabilidad de dirigir la obra en Francia, Bélgica y la parte de habla francesa de Suiza. El hermano Russell puso a cargo de esta oficina sucursal a Emile Lanz, un dentista sueco que vivía en Mulhouse, Alsacia. Lanz consiguió la ayuda de Alexandre Freytag, que traduciría al francés La Atalaya.

De modo que Adolphe Weber, quien había superentendido fielmente la obra en la Europa de habla francesa desde el principio de la obra al terminar el siglo pasado, se hizo a un lado a favor de Lanz y Alexandre Freytag, de mayor educación académica. Sin embargo, el hermano Weber mantuvo buen espíritu y continuó sus visitas anuales de peregrino a las congregaciones y a hermanos aislados en los territorios de habla francesa. En diciembre de 1912 salió a efectuar un largo viaje en el cual visitó 42 pueblos y aldeas por toda Francia.

UNA CARTA DEL PRESIDENTE

En el número de marzo de 1913 de La Atalaya francesa se publicó una carta que el hermano Russell dirigió a los hermanos de habla francesa. En ella declaró, entre otras cosas:

“Hace poco me enteré, con alegría, del interés creciente que muestran los hermanos de Francia, Suiza, Bélgica e Italia. Esto me alegra mucho. . . . Tengo que decir unas cuantas palabras acerca de las ventajas de la obra de los distribuidores voluntarios que gratuita y sabiamente entregan tratados a cualquiera que en realidad esté dispuesto a leerlos. Indudablemente esta obra debe efectuarse con particularidad en localidades protestantes, según las instrucciones que recibirán de la oficina de Ginebra. . . . Espero que en Francia se haga un gran esfuerzo este año, y que, correspondientemente, haya grandes bendiciones para todos los voluntarios que participen en la obra de la siega. Parece que la obra de repartidor no ha tenido en Francia el éxito que ha tenido en otros lugares. Esto es lamentable, pero tenemos que aceptarlo.”

En Francia se celebraron varias asambleas durante este año que precedió a la I Guerra Mundial. En marzo se celebró una asamblea de dos días en Lens, en el norte, y durante el verano hubo otra asamblea de dos días en la misma región, en Denain, donde hubo una concurrencia de 260 personas.

RUSSELL Y RUTHERFORD EN PARÍS

El 31 de agosto de 1913 el hermano Russell pasó de nuevo por París, y celebró una reunión en la Salle de l’Exposition d’Agriculture, rue d’Athènes, cerca de la estación de Saint-Lazare. Hubo una concurrencia de 70 hermanos, entre ellos unos cuantos que habían venido de Bélgica, Suiza y Alemania.

Pocas semanas después, el 19 de septiembre de 1913, Joseph F. Rutherford pronunció también un discurso público en París. ¡El día siguiente dictó una conferencia en el norte de Francia, en el Gran Teatro de Denain, ante un auditorio de más de 1.000 personas!

INFORME DE ANTES DE LA I GUERRA MUNDIAL

En un informe al hermano Russell acerca de la obra que se había logrado en 1913 en Francia y en la Suiza de habla francesa, el hermano Emile Lanz escribió:

“Hemos decidido concentrar nuestros esfuerzos especialmente en las partes del país en las cuales se han establecido descendientes protestantes de los hugonotes y miembros de otras sectas protestantes. Estamos organizando reuniones públicas en estas zonas y recogiendo las direcciones de los que muestran interés. . . . La ‘Tour de Garde’ [“La Atalaya” francesa] tiene 800 suscriptores. . . . El servicio de los hermanos peregrinos se limita a la Suiza de habla francesa, la Francia septentrional y Bélgica, donde hay congregaciones.”

Así, el período que se extendió desde fines del siglo pasado hasta 1913 terminó con atención especial puesta en los protestantes franceses, quienes componen solo 1,5 por ciento de la población, y ni siquiera todos éstos, puesto que se colocaba el énfasis en el norte de Francia.

En 1914 también hubo una extensión de la obra en Alsacia. El 20 de febrero los hermanos de Mulhouse organizaron la primera reunión pública que se celebró en Estrasburgo. El hermano Emile Lanz pronunció el discurso: “¿Dónde están los muertos?” ante un gran auditorio. De los presentes, 350 personas dejaron su nombre y dirección. Un hermano repartidor procedente de Alemania atendió este interés, y como resultado de ello se formó un grupito de Estudiantes de la Biblia en Estrasburgo. En julio, siete nuevos hermanos se bautizaron.

TIEMPOS DIFÍCILES EN FRANCIA

La Atalaya francesa de agosto de 1914 anunció una asamblea general en Denain el 15 y 16 de agosto. Pero el 3 de agosto de 1914 Alemania declaró la guerra a Francia, y hubo que cancelar esta asamblea. A principios de agosto, Alemania invadió a Bélgica y el norte de Francia. Algunos de los hermanos salieron hacia la zona de París, donde se unieron a la pequeña congregación que ya existía allí. Otros hermanos quedaron detrás de las líneas y continuaron predicando. Aunque la zona fue ocupada por los alemanes, los hermanos de Denain y los alrededores podían celebrar reuniones cada domingo. Recibían ejemplares manuscritos de La Atalaya de sus hermanos de Charleroi, Bélgica.

Más al sur, el hermano Theophile Lequime, quien había salido de Denain y ahora vivía en la zona de París, traducía artículos de La Atalaya y sacaba copias para darlas a los hermanos. Así, fuera frente a las líneas alemanas o detrás de ellas, los hermanos recibían alimento espiritual. Sin embargo, entre algunos cristianos ungidos, incluso el mismo Emile Lanz, iba desarrollándose un sentimiento de desilusión. Él vio que el año 1914 terminaba sin que a los cristianos se les ‘arrebatara a encontrar al Señor en el aire,’ según el entendimiento que tenían de 1 Tesalonicenses 4:17. Se manifestaba claramente que la obra iba entrando en un período difícil en los países de habla francesa.

En su informe al hermano Russell acerca del año de servicio de 1915, Lanz preparó un largo escrito en justificación de las actividades de la oficina de Ginebra. ¡Sin embargo, no incluyó ni una sola palabra acerca de los esfuerzos pasados que habían hecho crecer la obra hasta tal grado que se había hecho necesaria la oficina de Ginebra! El hermano Russell comenzó a sospechar de la manera en que Lanz estaba encargándose de los asuntos, y en 1916 envió de Brooklyn a Suiza a Conrad Binkele, un norteamericano de origen alemán, para que investigara lo que sucedía. Lanz se resintió por esto, mostró una actitud de rebeldía y finalmente se puso en contra de la Sociedad. Por eso, el hermano Binkele quedó encargado de la oficina central suiza en Zurich, y Alexandre Freytag tuvo la superintendencia de la “Oficina Francesa” en Ginebra. Aquella crisis había pasado.

UNA CRISIS MAYOR

El hermano Freytag, quien traducía al francés las publicaciones de la Sociedad, empezó a tomarse libertades con la traducción e insertar sus propias ideas en La Atalaya. El hermano Weber notó estos cambios y avisó a Brooklyn. El hermano Russell, quien recientemente había nombrado a Freytag administrador de la oficina de Ginebra, escribió a Weber: “Si [Freytag] es un siervo malo, esto se manifestará.”

El 31 de octubre de 1916 murió el hermano Russell, y esto trajo más dudas y pruebas a los hermanos, mientras esperaban noticias en cuanto a quién sería el sucesor de él. Finalmente, en enero de 1917, el hermano Rutherford fue electo presidente de la Sociedad.

Más tarde, por una carta a Freytag, Rutherford estimuló a los hermanos franceses ‘a seguir el programa establecido para las preguntas bereanas.’ Este término se aplicaba a las preguntas que se suministraban para estudiar en grupos La Atalaya. Parece que en 1917 las congregaciones de habla francesa estaban descuidando estos estudios bereanos, lo cual explica la carta del hermano Rutherford.

Pero otra razón por la cual el hermano Rutherford insistió en el uso de las preguntas bereanas era para ayudar a los hermanos a apegarse a la verdad como la publicaba la Sociedad. Muy probablemente se le había informado al hermano Rutherford que Freytag estaba insertando sus propias ideas en La Atalaya al traducirla. Es significativo el hecho de que cuando Freytag organizó una asamblea para los hermanos de habla francesa en Ginebra, del 6 al 8 de octubre de 1917, el hermano Rutherford escribió una carta que había de ser leída en la asamblea, y que, en parte, decía:

“Deseo aprovechar esta oportunidad para enviarles mi saludo en el amor de Cristo y asegurarles que estoy profundamente interesado en la felicidad espiritual y temporal de ustedes. . . . Las pruebas ardientes que se están permitiendo mostrarán quiénes tienen aprobación y quiénes no. . . . Todos los que tienen orgullo y ambición en el corazón están en gran peligro, porque los ángeles caídos aprovecharán la debilidad de éstos y los vencerán a menos que respondan con firmeza contra esas tendencias. Cualquier amargura profundamente arraigada en el corazón de éstos constituye paso abierto para el Maligno. . . . Seamos mensajeros y siervos de la verdad, no del error. . . . Evitemos las discusiones vacías y apartémonos de toda calumnia y chisme. . . . Dios ama la fidelidad y la lealtad, lo cual quiere decir que debemos ser leales a Dios, leales al Amo, leales a su causa y a los métodos que Él ha organizado para la difusión del mensaje de su Reino.”

Aunque el hermano Rutherford era afectuoso y generoso para con sus asociados, también era una persona de tipo brusco y directo. Sospechaba de los que parecían esforzarse por ganarse su favor. Por otra parte, Freytag era un hombre que daba gran importancia al desarrollo del carácter, y se deleitaba en atraerse la atención de otros y ganar admiradores, particularmente entre las hermanas. Por eso Freytag estuvo entre las personas que se ofendieron con Rutherford.

En un informe sobre la obra entre las personas de habla francesa impreso en el número de diciembre de 1918 de La Atalaya francesa, Freytag criticó abiertamente a la ‘oficina central’ por informarle que desde entonces en adelante la oficina de Ginebra debería conseguirse su propio apoyo financiero. Debe recordarse que, en aquel tiempo, el hermano Rutherford y otros siete hermanos de la oficina central de Betel estaban cumpliendo en Atlanta, Georgia, E.U.A., sentencias de prisión que se les habían impuesto injustamente. Freytag aparentemente razonó de este modo: ‘Russell está muerto. Sus colaboradores están en prisión. Por eso, según Revelación 3:15-21, ellos son los laodicenses modernos a quienes Dios ha vomitado de la boca. Yo soy el mensajero del Señor. Dios me ha escogido para establecer la nueva tierra y desde ahora en adelante conducir a su pueblo.’

LA CONGREGACIÓN DE PARÍS INFORMA A PITTSBURGO

En vista de esta situación, el 19 de enero de 1919 la Congregación de París envió una carta a la oficina de Ginebra y una copia a la oficina central de la Sociedad, que por el momento había sido mudada a Pittsburgo, Pensilvania. Esta carta hablaba acerca de las “erróneas” traducciones de libros, folletos y revistas al francés. Decía que contenían “tantas malas traducciones que los hermanos vacilaban en cuanto a vender o distribuir varias de las publicaciones.” La carta expresaba pesar por “los métodos que usa uno de los administradores responsables de la oficina de Ginebra.” Esta carta estaba firmada por el hermano H. Roussel, secretario, en representación del comité de ancianos de la Congregación de París.

Aquel mismo mes, enero de 1919, la Congregación de París formó lo que llamó el “Comité de Centralización” para reemplazar a la oficina de Ginebra. Hicieron esto porque ya no creían que la dirección que venía de la oficina de Ginebra representaba la dirección del Señor.

FREYTAG SE PREPARA PARA TOMAR EL MANDO

Comenzando con el número de abril de 1919, Freytag imprimió su nombre en la segunda página de cada Atalaya en francés, no ya como “administrador” de la oficina de Ginebra, sino como “redactor” de La Atalaya. Puesto que la edición francesa de La Atalaya representaba cada vez menos a la edición en inglés, unos hermanos suizos emprendieron la publicación de una traducción más exacta de La Atalaya que se publicaba en inglés. ¡Por eso, por algún tiempo hubo dos ediciones francesas de La Atalaya circulando entre los hermanos!

En agosto de 1919 Freytag transfirió parte de las existencias de literatura de la Sociedad y otra propiedad a su propia dirección. Sabiendo que en enero la congregación de París había informado a Pittsburgo de lo que estaba sucediendo, y que el 25 de marzo de 1919 el hermano Rutherford había sido puesto en libertad de la prisión, indudablemente Freytag se dio cuenta de que la Sociedad pronto tomaría acción contra él. Por eso, empezó a llevarse la propiedad que se proponía retener para sí.

Finalmente, en el número de septiembre de 1919 de La Atalaya en francés, Freytag escribió un artículo en el cual alegaba que la verdad de Dios ahora se hallaría por medio de él en Ginebra.

SE ECHA A UN ESCLAVO MALO

En el mismo número siguiente de La Atalaya apareció una carta del hermano Rutherford dirigida a todos los lectores franceses. Decía:

“Estimados hermanos en Cristo:

“ . . . Obrando como representante del Señor, varios años atrás el hermano Russell estableció en Ginebra, Suiza, una oficina sucursal de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, y nombró al hermano A. Freytag como representante local de ésta. El puesto del hermano Freytag era el de un simple siervo de la Sociedad y del Señor. . . . Jamás se le autorizó a publicar ninguna revista ni tratado ni a distribuir publicaciones que no fueran las que hubieran sido escritas por el hermano Russell o bajo su dirección. . . . Su caso parece ser muy serio, puesto que ahora él alega que el Señor lo ha nombrado mensajero especial de él con la encomienda de terminar la obra de la Iglesia.

“Debido a su conducta infiel, la administración de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract lo ha despedido y lo ha removido de todo asunto que tenga que ver con la sucursal de habla francesa, y en lugar de él servirá el hermano C. C. Binkele. El hermano Binkele ha sido autorizado para escoger, con mi aprobación, a un hermano francés que administre la obra francesa bajo su superintendencia.”

FREYTAG LLEVADO AL TRIBUNAL

Aunque Freytag fue despedido legalmente como el representante de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, el asunto no terminó ahí. El personal de la oficina se puso de parte de él, y él rehusó salir del local de la Sociedad, en la dirección de 7, rue de la Tour-Maîtresse, Ginebra. Tampoco quiso ceder el archivo de suscripciones a La Atalaya, de la Sociedad, las existencias de literatura y el muy costoso equipo que se usaba para la exhibición del Foto-Drama de la Creación. Además, continuó publicando una revista intitulada “La Atalaya.”

Se hizo cuanto se pudo para persuadir a Freytag de modo que cediera la propiedad de la Sociedad, pero nada tuvo éxito. Al fin, el caso fue llevado a los tribunales, y Freytag se vio obligado a restituir la propiedad que le había robado a la Sociedad. La oficina de la Sociedad en Ginebra fue cerrada oficialmente y sus operaciones transferidas a Berna, Suiza.

Naturalmente, todo esto fue una gran prueba para los hermanos de Francia, Bélgica y la parte de habla francesa de Suiza. Un puñado de individuos, mayormente en Suiza, siguieron a Freytag, quien fundó una secta en la cual él era “El mensajero del Señor.” Con el apoyo financiero de sus seguidores, Freytag más tarde compró una gran hacienda fuera de Ginebra y desde ésta dirigió su secta. Todavía existe en Francia bajo el nombre de “Los Amigos del Hombre.”

SE RESTAURA LA PAZ Y HAY BUEN PROGRESO

La obra en el campo de habla francesa empezó de nuevo. Después de la solución del asunto de Freytag, los hermanos franceses celebraron una pequeña asamblea en París el 28 de septiembre de 1919, y allí se manifestó un excelente espíritu de unidad y paz. Los hermanos se resolvieron a trabajar en armonía con los hermanos que habían sido nombrados por el presidente de la Sociedad. Fue disuelto el “Comité de Centralización,” puesto que solo era una ‘medida de defensa’ contra los tratos de la oficina de Ginebra hasta que la Sociedad Watch Tower Bible and Tract reorganizara la obra.

De nuevo hubo una sola Atalaya en francés, y el hermano Adolphe Weber volvió a formar parte del comité de traducción. El hermano Rutherford escribió a los hermanos de habla francesa, y su carta apareció en La Atalaya de noviembre de 1919. Después de expresar que lamentaba lo que había sucedido en el caso de Freytag y explicar que ahora el hermano Ernest Zaugg, quien estaba en Berna, estaba a cargo de la obra en francés, dijo:

“Ahora esperamos que el Señor se complazca en hacer que reinen la unidad y la armonía entre los hermanos de habla francesa. . . . Si las circunstancias hubieran sido más favorables, gustosamente los habría visitado, pero en este momento de gran angustia sobre individuos y naciones, parece imposible hacer esto. Sin embargo, si por la providencia del Señor se abre el camino el próximo año, espero ir a verlos.”

El nuevo arreglo para la administración de la obra en Francia, según lo organizó el hermano Rutherford, era como sigue: Conrad Binkele, cuya oficina estaba en Zurich, estaba a cargo en sentido general. Ernest Zaugg, con una oficina en su hogar en Berna, era el administrador de lo que se llamaba la “obra francesa,” bajo la superintendencia del hermano Binkele. El hermano Zaugg tenía dos “auxiliares y consejeros” locales, a saber, Joseph Lefèvre, en París, y Emile Delannoy, en El Havre. Lefèvre era el auxiliar de Zaugg para la publicación de literatura en francés, y Delannoy le ayudaría a atender las necesidades de las congregaciones francesas. Además, el hermano Henri Roussel fue puesto a cargo de un centro de almacenamiento y despacho de literatura en su hogar, en 11, rue du Rhin, París.

El 27 de agosto de 1919 se formó la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia francesa, y las oficinas centrales estaban en 11, rue du Rhin, París. Por supuesto, la obra que se efectuaba en Francia todavía estaba bajo la dirección de la sucursal Suiza, pero esta asociación local daba a la organización francesa buena base legal.

A principios de 1920 el hermano Zaugg hizo un largo viaje para visitar a los hermanos de Francia (incluso Alsacia Lorena) y Bélgica. De regreso en Berna, escribió a los hermanos una carta en la cual dijo:

“Nos emocionó mucho ver el celo de los hermanos y hermanas que están a la espera de órdenes de la Sociedad y del equipo necesario para comenzar la obra de extender la siega. En todas partes recibí la firme sensación de que la terrible prueba de estos pasados años ha producido fruto en nuestros amados hermanos de Francia, Bélgica y Alsacia, y estamos convencidos de que el Amo Supremo ha preparado así a los suyos para que ellos puedan terminar por medio de los instrumentos que él da la obra que todavía hay que hacer en los territorios de habla francesa.”

Las aptitudes docentes de los hermanos aumentaron cuando se dio uso a las preguntas del “Ministro de la Palabra de Dios” (llamadas V. D. M.). Esto era un repaso escrito de cuatro páginas compuesto de 22 preguntas sobre asuntos bíblicos. Los hermanos franceses enviaban estas hojas de preguntas a la oficina de Berna para que allí se examinaran las respuestas. A los que contestaban satisfactoriamente por lo menos el 85 por ciento de las preguntas se les consideraba ministros eficaces de la Palabra de Dios.

En 1920 se nombró también a hermanos peregrinos locales en Francia. El primero fue el hermano Alfred Durieu, de Roubaix, quien ya había estado activo en la obra de repartidor. En agosto, el hermano Joseph Lefèvre, de París, también empezó a servir de peregrino y a visitar a los hermanos aislados en el centro de Francia, una zona que había sido descuidada por mucho tiempo mientras la obra francesa estuvo bajo la dirección de Lanz y Freytag. Entonces, en diciembre de 1920, el hermano Emile Delannoy fue nombrado peregrino para Francia, y el hermano Werner Giger para Alsacia Lorena y el Sarre.

Después de la I Guerra Mundial, Alemania devolvió la zona de Alsacia Lorena a Francia. Además, las minas de carbón del Sarre fueron dadas a Francia como compensación de guerra, aunque el Sarre mismo fue puesto bajo la Sociedad de las Naciones por un período de 15 años. Sin embargo, estos dos territorios fueron colocados de nuevo bajo la administración de la oficina de la Sociedad en Berna.

VISITA DE RUTHERFORD Y NUEVA ORGANIZACIÓN

Como había esperado, el hermano Rutherford visitó a París en septiembre de 1920. El 19 de septiembre se reunió con unos 120 hermanos, de los cuales casi 40 habían venido de Bélgica y Alsacia. El hermano Alfred Durieu fue su intérprete. En la noche, el hermano Rutherford pronunció un discurso público en la Sala Sociétés Savantes a un auditorio de aproximadamente 1.000 personas, y más de 300 de éstas dejaron su nombre y dirección para recibir una visita.

Para fines de 1920 se anunció la creación de la “Oficina Central Europea.” Los países bajo la superintendencia de esta oficina de Zurich (anteriormente llamada “Sucursal Alemana en Suiza”) eran Suiza, Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Austria e Italia. El hermano Binkele fue nombrado administrador, y el hermano Zaugg fue confirmado como administrador de la “obra francesa,” con oficinas en Berna.

EXCELENTES RESULTADOS DEL FOTO-DRAMA

El Foto-Drama de la Creación se usó extensamente en Francia durante 1920. Fue exhibido, por ejemplo, a 900 personas en el pueblo septentrional de Denain. Resultados aún mejores hubo en Alsacia Lorena y el Sarre. La Atalaya francesa de abril de 1921 da este informe:

“El Foto-Drama ha sido un éxito completo en diferentes partes de Alsacia Lorena y la cuenca del Sarre. El mayor éxito se obtuvo en Sarrebruck, Völklingen y Estrasburgo. . . . Aunque la sala (de Sarrebruck) tiene asientos para 3.000 personas, todas las noches hubo que decir a muchas personas que mostraban interés que no podrían ver la función . . . En Völklingen, aunque se suponía que las sesiones empezaran a las 8 de la noche, tuvimos que empezar a las 6:30 de la tarde, y los tenderos cerraron sus tiendas más temprano especialmente para poder asistir al Foto-Drama. En Estrasburgo, en la cuarta sesión, el auditorio de 2.000 personas escuchó con interés extraordinario y profundo respeto hasta las 11:30 de la noche, mientras se les explicaba el maravilloso establecimiento del reino de Dios. Oramos que nuestro bondadoso Padre celestial haga que esta semilla lleve mucho fruto.”

No hay duda de que Jehová bendijo estos esfuerzos por dar a conocer su nombre y Reino en este territorio. El informe del peregrino suizo Werner Giger, publicado en el número de agosto de 1921 de La Atalaya en francés, dice:

“En Estrasburgo la concurrencia a la reunión sigue siendo muy buena. Hasta en domingo cien personas asisten a los estudios bereanos sobre el tomo VII, mientras que antes éramos solo 50. En Brumath se ha formado un grupo de 30 personas que muestran interés. Nunca se pierden una reunión y se ve que van adelantando en conocimiento. . . . Aquí en Estrasburgo, 10 hermanos y hermanas se han ofrecido voluntariamente para la obra de repartidor. Volviendo a Sarrebruck, ahora hay un grupo de 150 personas que muestran interés y se reúnen con regularidad. . . . En esa región [el Sarre] varios asociados quisieran bautizarse.”

Este gran interés que se manifestó en Alsacia y el Sarre fue atendido por los pocos hermanos locales, así como por hermanos procedentes de Suiza. La oficina de Berna puso a Fred Germann a cargo de la obra en Alsacia Lorena y el Sarre, donde él sirvió fielmente hasta que fue transferido a otro lugar en 1926. Lo apoyó celosamente en esta obra Henri Geiger, quien era el superintendente de la Congregación de Estrasburgo. Así, para 1921 la obra empezó a estar bien organizada en Alsacia Lorena y el Sarre.

LA OBRA SIGUE ADELANTE A PESAR DE PRUEBAS

La obra también adelantaba en el resto de Francia. A principios de 1921 se celebraron servicios de bautismo en Denain y Bruay-en-Artois en el norte de Francia, y también en París. El informe del Memorial o Conmemoración de la muerte de Cristo para aquel año mostró una concurrencia total de 422 personas en 16 diferentes pueblos de Francia, incluso una concurrencia de 81 personas en Denain y 68 en París.

En el número de octubre de 1921 de La Atalaya francesa se hizo un llamamiento para el servicio de repartidor. La predicación se efectuaba principalmente por medio de la distribución del libro Millones que ahora viven no morirán jamás. La Sociedad imprimió una carta especial para que los hermanos la usaran al ofrecer este libro a sus parientes y amigos.

La obra de los peregrinos fue intensificada también en Francia durante 1921. Los hermanos Delannoy y Durieu visitaron a congregaciones y grupos aislados tanto al norte como al sur del río Loira, y el hermano Adolphe Weber visitó congregaciones en el este y el norte de Francia, así como en París y Normandía, en un viaje que terminó en Alsacia.

Se recordará que después que Alexandre Freytag dejó la verdad en 1919, los hermanos Delannoy, Lefèvre y Roussel fueron nombrados auxiliares del hermano Zaugg en Francia. Roussel, como quizás usted recuerde, era el hermano que, como secretario de la Congregación de París, había firmado la carta enviada a Ginebra y Pittsburgo en enero de 1919, en la cual se protestaba contra la deslealtad de Freytag y se expresaba lealtad a la Sociedad. Pues bien, a medida que el tiempo pasó, los dos hermanos, Lefèvre y Roussel, perdieron el contentamiento y terminaron como siervos malos.

Este segundo período que representó una prueba para algunos en el campo francés fue en realidad una secuela de la rebelión que había acontecido en los Estados Unidos allá en 1917. En aquel año, P. S. L. Johnson y cuatro miembros de la junta de directores de la Sociedad habían tratado de arrancar el control de las manos del presidente recién electo, el hermano Rutherford. Frustrados en sus planes, empezaron a esparcir su oposición fuera de Betel en una extensa campaña de discursos y escritura de cartas por todos los Estados Unidos, Canadá y Europa.

En 1920, Johnson visitó a las congregaciones más antiguas en Francia septentrional, tales como la de Sin-le-Noble. Su propósito era causar división, y alejar de la organización de Jehová a los hermanos, y con el tiempo tuvo éxito. En septiembre de 1922 un grupo de hermanos franceses, entre ellos Roussel y Lefèvre en París, imprimieron una declaración de 16 páginas intitulada “Una realineación necesaria,” en la cual criticaban al hermano Rutherford. Distribuyeron ampliamente esta declaración entre los hermanos de habla francesa, lo cual añadió confusión y empeoró las divisiones que existían.

En 1922 se celebró una reunión general en Denain, y desde Suiza se envió al hermano peregrino Adolphe Weber para que se encargara de los asuntos. La hermana Rachel Beugin y el hermano Samuel Nongaillard describen lo que sucedió:

“Según los descontentos, el hermano Russell era el siervo fiel y prudente, y desde su muerte en 1916 la obra tenía que permanecer como él la había dejado. No aparecería más luz. . . . Para estos descontentos, el predicar de casa en casa era inaceptable. Para ellos, nosotros sencillamente deberíamos esperar que Dios interviniera en Armagedón. Con la ayuda de su Biblia, el hermano Weber les probó que la organización tenía razón. . . . Hubo una votación muy cerrada: 39 estuvieron contra el punto de vista de la Sociedad y 42 estuvieron a favor de él. Los 39 ‘rebeldes’ se fueron, llevando consigo sus sillas, y formaron la ‘Asociación de Estudiantes de la Biblia en Denain.’”

Sin embargo, aunque algunos dejaron la verdad en 1922 y llegaron a ser siervos malos, la mayoría de los hermanos permanecieron fieles. El hermano Rutherford visitó a París y fortaleció a los hermanos en junio de aquel año. En 1922 se empezó a efectuar la obra de casa en casa con el libro Millones que ahora viven no morirán jamás. Además, se organizaron estudios de La Atalaya por primera vez en las congregaciones. Y la obra de peregrino recibió gran ímpetu durante 1922.

Así, a pesar de las pruebas severas que los hermanos franceses habían experimentado, los que permanecieron fieles pudieron participar magníficamente en la vital proclamación del Reino.

TESTIFICANDO EN ALSACIA LORENA

Cuando aumentó la distribución de la revista Golden Age (en alemán) la Sociedad Watch Tower estableció una oficina y almacén de literatura para Alsacia Lorena en la ciudad de Estrasburgo, y nombró al hermano Henri Geiger encargado de ella. Las revistas Golden Age (ahora en español ¡Despertad!) se enviaban por paquetes desde Berna y se les ponía la envoltura y se les enviaban a los suscriptores desde esta oficina de Estrasburgo. Las hermanas visitaban los muchos restaurantes de Estrasburgo e iban de mesa en mesa ofreciendo las revistas a la gente que comía. Solían colocar hasta 90 revistas en una sola noche. La hermana Lydia Geiger tenía éxito particular en esta obra, pues a veces colocaba en manos de la gente 2.000 revistas al mes.

En 1923 la oficina de Berna envió al hermano Franz Zürcher a exhibir el Foto-Drama en Alsacia Lorena y el Sarre. Este hermano suizo continuó participando en la obra del Foto-Drama en Francia y el Sarre hasta 1925, cuando lo llamaron al Betel de Berna. En 1923 había una congregación en Mulhouse, Alsacia, y unas 50 personas se asociaban en ella. Pero aquel año hubo 110 personas presentes en la Conmemoración o Memorial en Mulhouse, y la misma cantidad en Estrasburgo.

UNA ORGANIZACIÓN FORTALECIDA

En lo referente a organización, la obra francesa tuvo un buen principio en 1923. La Sociedad nombró un “director de servicio” en cada congregación. Él tenía dos auxiliares; uno para atender las cuentas y el otro para atender el suministro de literatura, y estos tres hermanos formaban un “comité de servicio.” Esto marcó el principio de la dirección teocrática centralizada en el campo francés. Durante todo el año 1923 la Sociedad organizó Días de Testimonio por medio de los directores de servicio. Entonces, el 26 de agosto de 1923, los hermanos franceses participaron en el “Testimonio Mundial” organizado por la oficina de Brooklyn.

Otro importante paso adelante en el desarrollo de la obra en el campo de habla francesa fue la publicación en francés de El Arpa de Dios. Este libro dio un poderoso empuje a nuestra obra docente en Francia. Además, el 2 y 3 de septiembre de 1923 se celebró en Denain una asamblea general para los hermanos de habla francesa. Los hermanos Zaugg y Weber, de Suiza, estuvieron presentes, y ellos, junto con el peregrino francés Emile Delannoy, pronunciaron los discursos principales. Delante del auditorio se desenvolvió un gran letrero que mostraba las palabras: “Anunciad al Rey y Reino,” algo que fue precisamente como lo que había hecho el año anterior en Cedar Point, en los Estados Unidos, el hermano Rutherford. Los hermanos se llenaron de entusiasmo, y todos los presentes adoptaron unánimemente una resolución. Dando un resumen de la obra francesa para 1923, el hermano Rutherford escribió:

“En toda la obra notamos un verdadero aumento en el celo de los hermanos. Apreciamos el gran privilegio que tenemos ahora de proclamar las buenas nuevas del reino. Por lo general los hermanos salen en grupos de cinco o seis para repartir literatura, y venden más de 250 libros los domingos por la mañana.”

En 1924 se publicaron en francés los primeros números de la revista que ahora se conoce como ¡Despertad! Esta revista llegó a ser bimensual en 1925, pero cesó de publicarse por instrucciones del hermano Rutherford en 1926. Entonces reapareció en octubre de 1932, cuando llegó a ser una revista mensual que se publicaba con regularidad.

En mayo de 1924 el hermano Rutherford hizo una visita breve a Francia y habló en París y en el norte. Declaró: “El pueblo francés está despertando hasta algún grado a la verdad, pero todavía hay mucho trabajo que hacer en Francia.” Entonces, en julio, se celebró una asamblea general para los hermanos de habla francesa en Haveluy, cerca de Denain, en el norte de Francia, y el hermano Zaugg y varios otros miembros de la familia de Betel de Berna sirvieron en el programa.

ESPERANZAS DE LOS HERMANOS

En 1924 hubo en Francia una concurrencia total de 557 personas al Memorial, entre ellas unas 300 en Alsacia Lorena. La hermana Suzanne Beugin señala lo siguiente en cuanto a las esperanzas de muchos hermanos: ‘Los del resto esperaban ir al cielo antes del fin de 1924. El hermano Delannoy, quien vino a visitarnos en Denain, nos consoló a los que éramos de la grande muchedumbre. Dijo que no se nos abandonaría. Sin embargo, cuando vino el fin de 1924, me alegré de ver que mis padres todavía estaban allí.’ No obstante, esta situación anunciaba más pruebas y sacudidas que vendrían el año siguiente.

1925 UN AÑO CRÍTICO

Ciertamente el año 1925 comenzó bien, pues la revista La Atalaya en francés fue ampliada de 12 a 16 páginas. Además, en Francia se distribuyó el tratado intitulado “Eclesiásticos denunciados,” muchos ejemplares del cual se distribuyeron frente a las mismas iglesias. ¡En todo el campo de habla francesa se esparcieron más de dos millones de estos tratados!

El hermano Rutherford visitó a Francia una vez más en mayo de 1925. Iba a pronunciar el discurso “Denuncia de los fraudes del clero,” en el gran Palacio Trocadéro que mira hacia el río Sena frente a la Torre de Eiffel. Hermanos del norte de Francia habían bajado a París la semana anterior para ayudar a los hermanos locales a anunciar la conferencia. Pero las grandes hojas sueltas pronto cayeron en manos del clero católico, y éste ejerció presión en la policía para detener la publicidad de los hermanos en las calles. Como resultado de esto, algunos hermanos fueron arrestados.

Unas 2.000 personas respondieron a la invitación y vinieron a oír el discurso. El hermano Rutherford empezó a hablar, cuando, de súbito, unos 50 curas y miembros de la Acción Católica, armados con palos, irrumpieron en la sala cantando “La Marsellesa” (el himno nacional francés). Tres veces el hermano Rutherford salió del escenario y entonces regresó. Los opositores gritaban: ‘¡Si es juez, que vaya a juzgar a los americanos!’ La Atalaya del 1 de agosto de 1925 informó:

“Aunque una gran cantidad del auditorio se oponía al clero, . . . estaban riñendo entre sí y no prestaban atención al orador; y fue imposible hablarles. . . . se hizo absolutamente necesario salir de la reunión.”

Aquel mismo año de 1925 encendió dificultades aún mayores dentro de la organización. El libro Millones que ahora viven no morirán jamás se había usado extensamente en el campo francés desde el 1921, y, por su contenido, se esperaba mucho del año 1925. Pero cuando 1925 vino y pasó sin que acontecieran las cosas que se esperaban, personas del exterior que habían leído aquel libro se burlaron de los hermanos. El hermano Jules Anache, de Sin-le-Noble, escribe: “Nuestros enemigos se burlaban de nosotros y escribían artículos, uno de los cuales se intituló ‘Millones que ahora viven jamás morirán si toman las píldoras Rosadas,’ refiriéndose a un remedio que era popular en aquel tiempo.”

Peor aún, la fe de algunos hermanos mismos fue sacudida. Algunos esperaban ir al cielo aquel año. Esto produjo sacudidas y separaciones en las congregaciones, particularmente en Alsacia. La hermana Zimmermann escribe: “Las esperanzas sin base causaron grandes pruebas. Muchos cedieron.”

Una indicación de esta situación que significaba una prueba se dio en la reunión para contestar preguntas que celebró el hermano Rutherford ante la asamblea de Basilea, Suiza, que se celebró del 1 al 3 de mayo de 1926. El informe de esta asamblea declaró:

“Pregunta: ¿Han regresado los hombres fieles de la antigüedad?

“Respuesta: Ciertamente no han regresado. Nadie los ha visto, y sería insensato hacer tal anuncio. En el libro ‘Millones’ se declaró que sería razonable esperar que regresaran poco después de 1925, pero esto fue simplemente una opinión expresada.”

Se había cometido un error, pero, como declaró el hermano Rutherford, esto no era razón para dejar de servir al Señor. Sin embargo, algunos dejaron de servir, y por eso aquel período señaló más sacudidas examinadoras en el campo francés. Las cifras que se publicaron en La Atalaya francesa muestran que en 1925 hubo 93 personas presentes en la Conmemoración de la muerte de Cristo en la congregación de Mulhouse en Alsacia Lorena, mientras que en 1927 la concurrencia a la Conmemoración había bajado a 23.

MÁS PRUEBAS PARA LOS HERMANOS FRANCESES

En julio de 1925, por razones de salud, el hermano Binkele, el administrador de la Oficina Central Europea, fue reemplazado por el hermano Zaugg. El año siguiente Binkele se volvió en contra de la Sociedad y fundó su propia secta llamada “Los Estudiantes de la Biblia Libres.” Después el hermano Zaugg fue reemplazado, en 1926, por el hermano Martin Harbeck, enviado desde Brooklyn por el hermano Rutherford. El hermano Zaugg abandonó la obra de tiempo completo y con el tiempo abandonó la verdad.

De ese modo, en el espacio de dos años la dirección de la obra francesa fue decapitada dos veces en medio de circunstancias dramáticas. Las noticias de esto llegaron a los hermanos que estaban en Francia, y esto no significó ninguna ayuda para la situación que existía. Así terminó un largo período de pruebas en medio de un tiempo de guerra y de sacudidas posbélicas entre los hermanos del campo de habla francesa.

EXPANSIÓN ENTRE LOS POLACOS

Por varias razones políticas y económicas, el gobierno francés abrió el camino para que muchos polacos vinieran a trabajar en las minas de carbón de Francia después de la I Guerra Mundial. Pronto empezaron a brotar comunidades mineras en las cuales solo se podía oír polaco. Tras los mineros pronto vinieron panaderos, carniceros y tenderos polacos, además de sacerdotes católicos. Para 1923 había unos 100.000 polacos en Francia septentrional, y muchos más llegaban diariamente.

Las congregaciones francesas del norte de Francia predicaban entre estos mineros polacos y sus familias, y muchas personas se interesaron en la verdad. En 1923 se formó la primera congregación polaca, y el año siguiente el hermano Rutherford envió desde Brooklyn peregrinos estadounidenses de habla polaca para que exhibieran el Foto-Drama entre los polacos. Estas visitas de peregrinos estimularon muchísimo a los hermanos y fortalecieron los lazos que tenían con la organización central.

Entre los polacos la obra del Reino se desarrolló de modo notable. De las 1.138 personas que asistieron en Francia al Memorial o Conmemoración en 1926, 518 eran de la población polaca. Y de las 34 congregaciones que había en Francia en aquel año, 12, en Alsacia Lorena, eran de habla alemana, 12 eran de habla polaca y 10 eran de habla francesa. Estas congregaciones polacas recibían la visita de hermanos peregrinos estadounidenses que hablaban polaco, enviados por Brooklyn, tales como los hermanos Krett, Ludwig Kuzma y Rycombel. En 1926 se celebró una asamblea general en Sin-le-Noble, ¡y hubo unas 300 personas presentes en la reunión francesa y 1.000 en la polaca! El hermano Albert Kosmalski, quien sirvió de peregrino entre las congregaciones polacas de 1928 a 1936, relata lo siguiente:

“Cuando el hermano Rutherford visitó a Bruay-en-Artois [en 1924], dijo a los polacos que Jehová los había sacado de su país para que pudieran aprender la verdad en Francia, y que ellos y sus hijos deberían ayudar a los franceses también a llegar a conocer la verdad. Añadió que todavía había que hacer una gran obra de predicar y que Jehová levantaría publicadores para aquella obra.”

Esas palabras del hermano Rutherford resultaron verdaderas. El Year Book (Anuario) de 1929 informa:

“Los polacos son celosos; no contentos con solo trabajar en su vecindario, varias clases han tomado como responsabilidad suya llegar a territorios distantes. En busca de otros polacos en Francia, muchos viajan cien kilómetros en bicicleta y hallan a polacos no solo en las secciones mineras, sino también en el campo, en granjas, y les dan el mensaje del reino. Algunos hermanos polacos hasta han empezado a testificar a los franceses y han tenido mucho éxito con el folleto ‘Libertad’ en francés. Los hermanos polacos están empezando a ver la unidad de la obra del Señor y la necesidad de hacer el trabajo según el método y la organización del Señor. Durante este año, 332 hermanos polacos han simbolizado su consagración por bautismo.”

LOS FIELES ADELANTAN

A pesar de las pruebas, los hermanos franceses de Francia septentrional adelantaron en la predicación. En 1927 comenzó en Francia la predicación dominical de casa en casa con los libros y folletos. El hermano Weber continuó visitando las congregaciones y grupos aislados. Nuevas personas se añadían a las que ya estaban asociadas con la obra. Una familia de la gran ciudad de Lyon aprendió la verdad de un pariente en Alemania. Las tres hijas de esta familia, la familia Rocques, con el tiempo entraron en la verdad, y al casarse cambiaron de apellido a Fenouil, Boiteux y Blanck. Estas familias suministraron el núcleo para la futura congregación de Lyon. En 1927, la única oficina para la obra en Francia estaba en Estrasburgo, bajo la dirección de la oficina de Berna, Suiza.

Para este tiempo empezó a llevarse el mensaje del Reino a italianos que vivían en Francia. El Year Book (Anuario) de 1929 dice: “El Foto-Drama también se ha exhibido a italianos. . . . ¡Mussolini hace que los buenos italianos salgan huyendo de su dominio y, fíjese, el Señor les da la verdad en Francia!” En 1928 hubo un número máximo de 447 publicadores en Francia, incluso siete repartidores, como se llamaba entonces a los precursores. Había 45 congregaciones.

SE ABRE UNA OFICINA EN PARÍS

En 1929 la oficina de Estrasburgo fue transferida a un local que la Sociedad alquiló en la dirección de 105, rue des Poissonniers, París 18. Un hermano de Alsacia, Gustave Zopfer, fue nombrado administrador de esta nueva oficina de París. Por supuesto, la oficina todavía estaba bajo la jurisdicción de la sucursal suiza establecida en Berna, donde el hermano Harbeck era administrador general.

En 1929 había aproximadamente 40 publicadores en París y sus suburbios cercanos. ¡En el otoño se celebró una asamblea en Lens, en el norte de Francia, y hubo una concurrencia de 1.200 personas! Unas 600 personas participaron en el servicio del campo y colocaron más de 5.000 libros y folletos en manos de la gente. Por supuesto, la mayoría de estas personas eran hermanos polacos.

REPARTIDORES EXTRANJEROS

En 1929 dos repartidores (ahora llamados precursores) ingleses cruzaron el Canal y trabajaron en la zona de Dunkerque, y pronto otros hicieron lo mismo. El hermano Harbeck, el administrador de la oficina de Berna, escribió:

“Oramos que el Señor enviara repartidores a Francia y nuestra oración fue contestada. La mayoría de los repartidores vinieron de Inglaterra y de otros países, y sin conocer el idioma están usando las tarjetas [de testimonio] y están logrando maravilloso éxito. En 1930 se colocó en Francia ocho veces la cantidad de literatura que colocaron en Francia las clases en 1928.”

En 1930 el número de repartidores aumentó a 27. La obra de estos predicadores de tiempo completo consistía principalmente en trabajar grandes secciones de territorio y colocar literatura en manos de la gente. Así, zonas que nunca habían oído el mensaje del Reino empezaron a oírlo. Otra evidencia de que la obra adelantaba fue el hecho de que en 1930 se abrió una sucursal francesa de la Sociedad Watch Tower. Para aquel tiempo el personal de la oficina de París había aumentado a cinco personas, entre ellas el administrador local, el hermano Zopfer, quien trabajaba bajo la dirección del hermano Harbeck, que estaba en Berna.

LA ASAMBLEA INTERNACIONAL DE PARÍS

La primera gran asamblea de París se celebró en la Sala Pleyel, del 23 al 26 de mayo de 1931; aquella asamblea representó un punto de viraje en la historia de los testigos de Jehová en Francia. The Watch Tower del 1 de agosto de 1931 informó:

“Según la mejor cuenta que se pudo hacer, hubo en la asamblea 1.450 alemanes, 778 ingleses, 551 polacos, 200 franceses y pequeñas cantidades de personas de muchos otros países. Al investigar la asamblea se descubrió que había veintitrés nacionalidades presentes, pero casi toda persona entendía inglés o polaco o francés o alemán. Se pronunciaron discursos en estos idiomas, y a veces había hasta tres intérpretes en la plataforma de los oradores al mismo tiempo. . . . El presidente de la Sociedad pronunció varios discursos, y éstos fueron interpretados a su vez en francés, alemán y polaco. . . .

“Hubo un espíritu entusiástico durante toda la asamblea, y cuando la asamblea terminó se oyó a todo el mundo decir: ‘Esta ha sido la mejor asamblea hasta la fecha’; y, por supuesto, había sido la mejor que se había celebrado en París, y probablemente no se había celebrado ninguna mejor en ningún otro lugar. Parece que de seguro éste es el tiempo en el cual ampliar la obra en Francia. . . .

“Se ha hallado un nuevo local para la oficina, uno que es más amplio y tiene mejor luz. Además de eso, el Señor ha suministrado un hogar en el cual el personal de la oficina puede vivir de manera razonable y cómoda como una sola familia y también suministrar algún abrigo a los pocos repartidores a quienes se mantendrá constantemente en la ciudad de París.”

El servicio en el campo fue un rasgo prominente de la asamblea. Todo estuvo bien planeado, pues cada publicador recibió instrucciones y ayuda. Y fue un éxito maravilloso, como lo informó The Messenger (El mensajero) del 25 de julio de 1931:

“Cada grupo tenía dos intérpretes para ayudar al capitán a situar a sus trabajadores. Algunos grupos fueron a su territorio en autobuses grandes de turismo, que habían sido alquilados con aquel fin y esperaban enfrente de la sala. Otras personas que recibieron territorio cercano como asignación se transportaron por tranvía, taxi o a pie. Casi el 100 por ciento de los que estaban en la asamblea en aquel tiempo participaron en el servicio. Durante aquella sola mañana de servicio, los trabajadores colocaron en manos de la gente 1.329 libros y 14.557 folletos, de modo que en París, durante toda la asamblea, las colocaciones de literatura alcanzaron el total combinado de 16.776 libros y folletos.”

LLAMADA AL SERVICIO DE REPARTIDOR

En la asamblea de París se hizo un llamamiento pidiendo más repartidores. Esto, junto con la obvia manifestación del espíritu de Dios, movió a muchos individuos a entrar en la obra de tiempo completo. John Cooke, que en aquel tiempo era solo un adolescente, pero más tarde sirvió de misionero en España, y quien en la actualidad sirve en África del Sur, escribe:

“¡Qué asamblea fue aquélla! Jamás la olvidaré. Fue emocionante para un hermano joven que estaba acostumbrado a una congregación pequeña el viajar con centenares de hermanos desde Londres a París. Y más electrizante todavía fue ver al grupo mayor que vino de Alemania y a los hermanos de varios otros países. ¡Qué expresivos y entusiásticos nos parecieron estos hermanos continentales a nosotros los ingleses, que éramos más conservadores! . . . ¡Todo parecía tan bien organizado, tan dinámico, y toda persona parecía tan feliz!

“Entonces tomé la gran decisión que cambió mi vida. Ya había pensado mucho en ser precursor y tenía el deseo de serlo, pero me retenía debido a la oposición de mi padre. Sin embargo, en la misma primera sesión, una hermana con la cual conversaba me dijo: ‘Un hermano joven como tú debería ser repartidor, ¿por qué no lo eres?’ Varias veces, diferentes hermanos me dijeron lo mismo. El hermano Rutherford dijo con el énfasis acostumbrado: ‘Nada bajo el Sol debe hacer que ustedes los jóvenes se retengan de entrar en la obra de repartidor.’”

Otro hermano inglés, Eric Wilkinson, señala que “a cualquier persona de cualquier país se le invitaba a venir a Francia a participar en la obra.’ Eric y un amigo de su congregación de Lancaster, Inglaterra, respondieron y pronto estuvieron predicando en Francia, en servicio de tiempo completo, las buenas nuevas. Así, la cantidad de precursores en Francia ascendió de 27 en 1930 a 104 en 1931.

EL SERVICIO DE REPARTIDOR EN FRANCIA

El hermano Wilkinson dice lo siguiente acerca de la obra de repartidor en Francia:

“Se nos asignó a trabajar en el sector de los barrios bajos de París. Los porteros estaban tan resueltos a no permitirnos trabajar en sus edificios como nosotros estábamos resueltos a trabajar en ellos. A menudo se llamaba a la policía y se nos llevaba a la comisaría policíaca, donde por lo general la policía nos mostraba simpatía y nos dejaba en libertad. Al fin, hicimos algo parecido a un delantal de cinco bolsillos que llevábamos en la espalda y sosteníamos de los hombros por medio de tiras. Llevábamos esto debajo de nuestros chaquetones, con toda la literatura que necesitaríamos para un edificio. Con esto podíamos pasar frente a los porteros (que estaban en sus cuartos de paredes de cristal), y guardábamos el resto de la literatura en un maletín en nuestras bicicletas. Por supuesto, trabajábamos con una tarjeta de testimonio, pero mi amigo (que hablaba francés) se sorprendió mucho al darse cuenta de que, contrario a lo que él esperaba, yo estaba colocando más literatura que él entre la gente. Él les decía demasiado, y no quedaba curiosidad para cuando había terminado.

“El trabajar en París representaba un gran esfuerzo, especialmente para el que se hubiera criado en el campo. Algo que empeoraba las cosas, en el sector en el cual estábamos trabajando, era que muchas veces descubríamos que había un solo inodoro para de cuatro a seis apartamentos. Estos [inodoros] estaban construidos en una esquina de las escaleras y no tenían sifones sino solo un tubo recto. ¡Imagínese el hedor que había durante el caluroso verano! Anhelábamos los campos verdes, y puesto que en las provincias había mayor necesidad de precursores, nos ofrecimos voluntariamente para ir a ellas.”

Samuel Nongaillard, un hermano francés que vivía entonces en la zona de París, relata una chistosa experiencia de dos publicadores que todavía no habían aprendido mucho francés:

“En París la mayor dificultad era pasar más allá de donde estaban los porteros, quienes vigilaban con gran cuidado. Dos hermanas inglesas estaban trabajando en una casa de apartamentos en París cuando el portero subió por las escaleras y les preguntó qué hacían y a quién habían ido a ver. Este portero era muy agresivo, de modo que las hermanas se vieron en la necesidad de contestarle rápidamente. Notando una placa de esmalte sobre una puerta, y pensando que era el nombre de la persona que vivía allí, una de las hermanas respondió con una gran sonrisa: ‘Hemos venido a ver a la señora Tournez le bouton [déle vuelta para entrar].’”

CELO Y AGUANTE EJEMPLARES

Aquellos primeros precursores eran ejemplares en su celo y aguante. Habían dejado comodidades físicas para poder hacer su obra, pero recibían muchas ricas bendiciones espirituales. Mona Brzoska, una hermana inglesa, escribió lo que sigue acerca de sus experiencias de precursora en Francia en 1931 y los años siguientes:

“Por lo general nos alojábamos en medio de circunstancias muy primitivas, y uno de los grandes problemas era la calefacción en el invierno. Frecuentemente nos veíamos obligadas a conformarnos con una habitación friísima donde por la mañana teníamos que romper el hielo que se formaba sobre el agua que había en el jarro antes de que pudiéramos lavarnos. Una estufa pequeña de querosén nos servía para preparar nuestras sencillas comidas. El equipo de acampar que hoy se consigue no existía en aquel tiempo. Por eso, nuestro equipo era algo primitivo y nuestro modo de vivir era espartano.

“Nunca veíamos a otros Estudiantes de la Biblia; estábamos completamente aisladas. Este era el cambio mayor, en comparación con lo que sucedía en nuestro propio país, donde siempre habíamos estado en comunicación con los hermanos. Tuvimos que luchar contra este aislamiento por medio de estudiar juntas con regularidad las publicaciones de la Sociedad. Puesto que en aquellos días no hacíamos revisitas ni teníamos estudios bíblicos en los hogares, por la noche teníamos tiempo para escribir a nuestra familia y especialmente a otros precursores, para compartir nuestras experiencias y animarnos mutuamente. Hubo años en que hasta tuvimos que participar del Memorial juntas, nosotras dos solas.

“Trabajábamos largas horas en un día. Viajábamos 50 ó 60 kilómetros en nuestras bicicletas cada día. Teníamos que empezar temprano en la mañana, particularmente en el invierno, para aprovechar las horas de luz solar del día.”

Aunque la mayoría de los primeros precursores eran ingleses, entre los precursores estaban representadas otras nacionalidades; había alemanes, suizos, polacos y franceses. Estos precursores frecuentemente se mantenían con el poco alimento que podían conseguir. Un hermano francés dijo que visitó a unos precursores extranjeros en Lyon y ellos le dieron la siguiente receta:

“En la noche, poner una medida de trigo en un receptáculo vacío y cubrir el trigo con agua hirviente. Sacar esto la mañana siguiente y endulzarlo con azúcar. El resultado era algo que se podía comer, que indudablemente nutría, pero que no estimulaba mucho el apetito.” Por lo menos, ¡no para un francés!

DEPORTADOS LOS MISIONEROS, PERO SU OBRA LLEVA FRUTO

En 1934 el Ministerio del Interior emitió una orden a la policía para que deportara a todos los misioneros extranjeros que trabajaban para la Sociedad Watch Tower. Este decreto fue puesto en vigor por el político francés Pierre Laval, quien más tarde se hizo traidor durante la II Guerra Mundial y fue sometido a juicio y fusilado. Por el decreto, en 1934 y 1935 la mayoría de estos repartidores extranjeros tuvieron que salir de Francia.

Pero la obra que habían hecho tuvo éxito. En 1935, el hermano Zopfer, el administrador de la oficina de París, escribió: “La obra que éstos efectuaron desde 1930 hasta 1934 fue un sembrar que ha llevado fruto. De todas partes de Francia recibimos cartas continuamente... expresiones de gozo por las visitas de los testigos de Jehová y por haber aprendido algo acerca de la verdad.”

Sí, no han sido pocas las personas que se declararon de parte de Jehová después de haber recibido originalmente literatura de estos repartidores allá en aquellos años de antes de la guerra. Por ejemplo, el hermano Daniel-Oviez escribió hace unos años a la sucursal de la Sociedad lo siguiente: “Aquí, en la zona de Narbona, algunos que ahora están mostrando interés recibieron publicaciones de los precursores ingleses antes de la guerra.” Otra hermana declaró: “Vez tras vez uno encuentra a hermanos y hermanas de edad avanzada que originalmente obtuvieron la literatura de la Sociedad en aquel tiempo. En este mismo momento estoy estudiando con una señora que tomó el libro Creación durante los años treinta.”

Por eso, todos aquellos precursores celosos que trabajaron en Francia antes de la guerra pueden estar seguros de que sus hermanos franceses reconocen hoy el gran valor de la obra que ellos efectuaron. Fueron verdaderos precursores... un maravilloso ejemplo para los miembros jóvenes de las congregaciones de hoy día.

USO DE EMISORAS

El 15 de febrero de 1930 la Sociedad pudo firmar un contrato con la radioemisora VITUS, de París, y para el verano de 1931 aquella emisora había transmitido 140 discursos bíblicos en francés, 35 en inglés y 9 en polaco. El discurso público que pronunció el hermano Rutherford en la asamblea de París en 1931 fue transmitido por esta estación. La siguiente carta que se recibió de un parisiense da una idea del buen efecto que tenían aquellas transmisiones:

“Escuché atentamente a la conferencia que se presentó ayer por la emisora VITUS; y permítanme expresarles mi aprecio por el orador, cuyo nombre no podría recordar. La emisora VITUS algún día se sentirá orgullosa de haber sido usada para tan maravilloso propósito, y esto en un tiempo en que la religión y la ciencia, a pesar del progreso, son tan inconsecuentes la una con la otra. ¡Muy bien por VITUS!”

El Year Book (Anuario) de 1932 informó: “Miles de personas en París y su vecindad están escuchando el mensaje. Muchas de esas personas han visitado nuestra oficina de París, que ahora está en un lugar central, y han obtenido literatura allí.”

Entre los que entraron en la verdad como resultado de escuchar los programas de la emisora estuvo la familia Queyroi. Ellos vivían en Saint-Ouen, un suburbio precisamente al norte de París. Varios miembros de esta familia con el tiempo entraron en la predicación de tiempo completo. Uno de los hijos, Jean Queyroi, más tarde fue a Galaad y todavía sirve fielmente en el servicio de tiempo completo en la zona de París.

Pero estas transmisiones fueron beneficiosas de otro modo, como lo explicó la hermana Mona Brzoska, que estuvo entre los precursores extranjeros: “La simple mención de que aquellos programas se transmitían por radio era suficiente para que la gente nos escuchara. No les gustaba admitir que no sabían lo que estaba pasando.”

A través de los años otras emisoras francesas además de VITUS participaron en transmitir nuestras conferencias bíblicas. Además, en Francia se oían transmisiones directas desde los Estados Unidos. El domingo 13 de enero de 1935 unas emisoras de Schenectady y Pittsburgo, en los Estados Unidos, efectuaron una transmisión experimental. El discurso “Se acerca la guerra universal,” por el hermano Rutherford, fue transmitido en onda corta y recibido en Francia. El éxito de este experimento condujo a que el 2 de junio de 1935 se transmitiera el discurso del hermano Rutherford “Gobierno,” que él pronunció durante la asamblea de Washington y que fue transmitido por Radio Philadelphia y oído en París en una asamblea que se celebró en la Sala Pleyel.

CAMBIO DE DIRECCIÓN

En abril de 1931 la oficina de París de la Sociedad fue transferida del local algo oscuro y atestado de 105, rue des Poissonniers, París 18, a un local más conveniente y mejor situado que se alquiló en 129, rue du Faubourg Poissonnière, París 9. Aquel mismo año la Sociedad compró una casa de campo en Enghienles-Bains, un suburbio al norte de París, y esta casa llegó a ser el verdadero primer hogar Betel en Francia. Los hermanos vivían aquí y viajaban por tren a París cada día para trabajar en la oficina de París. El hermano Gustave Zopfer estaba a cargo de la oficina, y su esposa permanecía en Enghien para atender el hogar Betel.

Alice Berner, que ahora trabaja en el Betel de Wiesbaden, vivió en el Betel francés por algún tiempo a principios de los años treinta. Ella relata lo siguiente:

“Era un lugar hermoso que tenía un jardín grande. Por supuesto, esto también significaba trabajo para los que estábamos allí. Así, en los fines de semana nosotras las muchachas de la oficina pasábamos horas limpiando el jardín y ayudando también a planchar la ropa.

“En la mañana, después de considerar el texto diario y tener el desayuno, solíamos correr para tomar el tren que nos llevaría a la estación del Norte, de París. Este tren era cómodo, y los viajeros leían allí sus periódicos matutinos. A veces podíamos dar un testimonio también.

“El local en 129 rue du Faubourg Poissonnière servía con varios fines. Era nuestra oficina, y también había allí una mesa grande sobre la cual había literatura para las personas que venían a conseguir libros o revistas. La otra sección servía de almacén, y en un lugar algo escondido había un pequeño arreglo de cocina porque al mediodía comíamos en la oficina y no íbamos a casa. En aquel tiempo éramos unas siete personas, pero a veces venían hermanos o hermanas para ayudar a manejar algún envío de emergencia. Por eso, a veces hasta 10 ó 12 personas nos sentábamos a la mesa a comer y pasábamos juntas un buen rato.”

1931 Y EL NUEVO NOMBRE

En 1931 se adoptó el nuevo nombre de “testigos de Jehová,” y muchos de los hermanos franceses de aquel tiempo mencionan que esto tuvo un efecto muy estimulante en ellos. El Bulletin francés (ahora en español Nuestro Servicio del Reino) de octubre de 1931 declaró, bajo el título “Un nuevo nombre”: “¡Qué satisfaciente es el que, cuando alguien le pregunta a uno: ‘¿Quién es usted, o qué nombre se da?’, uno pueda responder ‘¡Soy testigo de Jehová!’”

INSTRUMENTOS PARA LA PREDICACIÓN

En enero de 1932 se envió un ejemplar en francés del nuevo folleto El Reino, la esperanza del mundo al presidente de la República Francesa, ministros del gabinete, senadores, diputados, magistrados, oficiales del ejército y clérigos, desde los cardenales hasta los párrocos locales. El folleto también tuvo amplia distribución de casa en casa.

En octubre del mismo año reapareció en francés la edición francesa de The Golden Age (ahora en español ¡Despertad!). Esta publicación estaba adaptada al gusto francés, y contenía con regularidad los discursos que el hermano Rutherford pronunciaba por radio. La revista se redactaba en París —los hermanos Gustave Zopfer, Abel Degueldre y Emile Delannoy servían en el comité de redacción— y un impresor seglar la imprimía en París. El año siguiente La Atalaya francesa se convirtió en revista quincenal de 16 páginas, pues hasta entonces solo se había publicado una vez al mes.

CUBRIENDO EL PAÍS

En 1932 había 85 precursores en Francia, y un total de 796 publicadores. Estos usaban 100 motocicletas, cuatro automóviles y dos autobuses grandes como ayuda mientras esparcían el mensaje del Reino por todas partes. Según informes, toda Francia fue cubierta por la predicación de los publicadores del Reino por primera vez en 1932, y los publicadores colocaron en manos de la gente 965.808 libros y folletos.

COMIENZAN LAS DEPORTACIONES

Ya en 1932 Francia empezó a obligar a algunos de los publicadores a salir del país. Entre éstos estuvieron algunos de los hermanos polacos, así como el hermano Alfred Rütimann y su esposa, de Suiza. El hermano Rütimann hacía traducciones al francés, y continuó en esta obra después de regresar a Suiza. Después de muchos años de servicio fiel, murió en 1959, mientras todavía era miembro de la familia de Betel de Berna. El 21 de enero de 1971, en una carta a la sucursal francesa, la hermana Rütimann dijo: “El gran amor de Alfred era trabajar para los hermanos de habla francesa. Hacía todo cuanto podía para ayudar con relación a la traducción al francés; aquello era como un celo ardiente dentro de él, y oramos que nuestros esfuerzos hayan contribuido algo a los magníficos aumentos que experimentamos hoy.”

LIBROS DE LA SOCIEDAD GANAN MEDALLA DE ORO

En septiembre de 1933 los hermanos franceses recibieron una invitación para presentar en público la literatura de la Sociedad en una exhibición de París. Dos semanas después los hermanos recibieron del Comité de la Exhibición un diploma con medalla de oro por escritos religiosos. Esto los estimuló a participar en otra exhibición pocos meses después, y esta vez la Sociedad recibió un diploma de honor con medalla de oro y la cruz de la Ciudad de París. El Comité de la Exhibición explicó lo siguiente en una carta:

“Los diplomas que se os han otorgado durante las exhibiciones de septiembre y diciembre de 1933 se os otorgan en reconocimiento del elevado valor moral de vuestra obra y la innegable honradez que vuestra literatura revela. . . . La literatura de la Watch Tower es un símbolo de honradez, lealtad y valor.”

TELEGRAMAS A HITLER

Para este tiempo, allá en Alemania, al otro lado de la frontera, las persecuciones que se lanzaban contra los testigos de Jehová eran severas. Por eso, el 7 de octubre de 1934 todas las congregaciones francesas se unieron a sus hermanos de todo el mundo en la actividad de enviar telegramas de protesta a Hitler y su gobierno a causa de la persecución que éstos efectuaban contra los testigos de Jehová. Algunas oficinas de correo francesas rehusaron enviar este telegrama, pero la mayoría de ellas lo hicieron cuando los hermanos insistieron.

OPOSICIÓN DEL CLERO Y DEPORTACIONES EN MASA

A medida que la obra de los testigos de Jehová fue prosperando en Francia, el clero empezó a ver un gran “peligro” para “sus” rebaños. En París, ciertos clérigos polacos celebraron una conferencia, y concordaron en hacer cuanto fuera posible para detener nuestra actividad entre los polacos. Quemaron nuestra literatura en público enfrente de las puertas de las iglesias. En otros lugares fijaron en las puertas de las iglesias y escuelas avisos en los cuales advertían en contra de comprar nuestra literatura.

Entonces, en febrero de 1934, el Ministerio del Interior (o de Gobernación) francés emitió una carta en la cual se declaraba que nuestros escritos eran “subversivos,” y se ordenaba a la policía que expulsara de Francia a todos los misioneros extranjeros. El decreto también afectó a algunos de nuestros hermanos polacos que habían aprendido la verdad en Francia. En algunos lugares se requirió que comunidades enteras de estos cristianos devotos salieran de Francia dentro de un período de 48 horas. Por eso, algunas congregaciones compuestas enteramente de hermanos polacos, no solo en Francia septentrional, sino también en los pueblos y aldeas mineros del centro de Francia, desaparecieron de la noche a la mañana. El 1935 Year Book of Jehovah’s Witnesses (Anuario de 1935) comentó así sobre esto:

“Muchos de estos [hermanos polacos] han quedado sin empleo y sin medios de sostén y sin dinero para regresar a su país nativo. Les ha resultado en gran penalidad. El gobierno francés también expulsó a ciudadanos alemanes e ingleses que estaban allí participando en el servicio de precursor. Por esto, se ha hecho difícil llevar a cabo la obra con el éxito que se había esperado.”

Unos 280 hermanos polacos regresaron a Polonia en 1935, y algunos de los que permanecieron en Francia se desanimaron debido a las dificultades que afrontaron y abandonaron la fe. Así, la cantidad total de publicadores en Francia bajó de 1.054 en 1934 a 889 en 1935, y la cantidad de precursores bajó de 62 a 41.

USO DEL FONÓGRAFO

En 1934 y 1935 el tocar discos que contenían conferencias bíblicas grabadas para que la gente que se interesaba en la verdad los oyera en sus hogares fue un nuevo medio de difundir el mensaje del Reino. Durante 1935 se usaban 100 fonógrafos portátiles en Francia. Los informes muestran que 12.709 personas escucharon las grabaciones de la Sociedad en Francia durante 1936. Algunos hermanos que trabajaban en las minas de carbón usaban sus fonógrafos para proclamar el mensaje del Reino a sus compañeros de trabajo. En una mina se instaló por varios días una máquina de transcripciones o grabaciones, y se tocaron todas las grabaciones para beneficio de los mineros.

En 1937 se nos hizo imposible seguir usando las radioemisoras en Francia cuando el clero se las arregló para intimidar a los dueños de las estaciones y hacer que éstos se negaran a transmitir nuestro mensaje a menos que primero fuera sometido a cierta clase de censura. Eso nos movió a usar más las grabaciones, y los hermanos empezaron a usar los fonógrafos en la obra de casa en casa. Además, comenzamos a usar extensamente los autos equipados con altavoz. El hermano Samuel Nongaillard relata lo siguiente:

“Cuando llegábamos a una aldea o pueblo, primero atraíamos la atención de la gente por medio de tocar una grabación musical, por lo general una marcha, y entonces les dejábamos oír grabaciones como ‘¿Dónde están los muertos?’ y después decíamos al público que los testigos de Jehová visitarían sus hogares.”

El hermano Jules Anache, de la Congregación de Sin-le-Noble, cuenta esta divertida experiencia:

“En Picardy, una aldea del Departamento de Somme, producimos un efecto de sonido peculiar. Detuvimos nuestro vehículo equipado con altavoces sobre la cumbre de una colina frente a la aldea, pero lo ocultamos en un grupo de árboles. Entonces dimos todo volumen al sonido. Los habitantes primero oyeron la música y después el discurso, ¡y se preguntaron si acaso estaban oyendo un mensaje del cielo! Colocamos una gran cantidad de literatura en aquella aldea.”

CAMBIOS EN LA OFICINA DE PARÍS PARA AYUDAR A LOS PRECURSORES

Debido a que tantos hermanos extranjeros habían salido del país, hubo una leve baja en el número de publicadores en 1936, de 889 a 822. Sin embargo, todavía había 40 precursores en Francia, la mayoría de los cuales eran extranjeros. Por algún tiempo ellos habían recibido poca o ninguna ayuda de la oficina de París en cuanto a resolver sus problemas.

Los asuntos llegaron a un punto decisivo en la asamblea que se celebró en Lucerna, Suiza, en septiembre, cuando los precursores hablaron con el hermano Rutherford. El 1937 Year Book of Jehovah’s Witnesses (Anuario de 1937) informó lo siguiente sobre este asunto: “Lamentamos mucho declarar aquí que durante el año el representante local de la Sociedad no cooperó con los precursores como debió haberlo hecho; pero este asunto ha sido remediado y se espera que las condiciones mejoren en lo referente a esto.”

El anuario a que se ha hecho referencia, de paso, fue el primero que apareció en francés. Una edición francesa se publicó también en 1938 y 1939, pero entonces vino la guerra, y el Anuario no apareció de nuevo en francés sino hasta 1971.

El hermano Zopfer fue reemplazado en 1936 como administrador de la oficina de París por Fred Gabler, un hermano inglés que había estado en el servicio de tiempo completo por años, y Emile Delannoy fue nombrado auxiliar de él. Gustave Zopfer más tarde abandonó la verdad, y hasta colaboró con los nazis durante la guerra.

SEGUNDA ASAMBLEA INTERNACIONAL DE PARÍS

En 1937, del 21 al 23 de agosto, se celebró en París, en la Maison de la Mutualité la segunda asamblea internacional de los testigos de Jehová. Este lugar contiene una de las salas más grandes y convenientes que pudieran haberse obtenido para una asamblea de aquella índole. El orador hablaba en inglés al auditorio de la sala principal, y las demás salas estaban conectadas por alambre telefónico. En cada una de estas salas un intérprete traducía el discurso al lenguaje del auditorio. Así, toda la asamblea escuchaba el mismo discurso a la misma vez, cada grupo en su propio idioma. Unas 3.500 personas asistieron, y otras 1.000 llenaron las salas para escuchar el discurso principal.

En aquel tiempo solo unas 100 personas asistían a las reuniones que se celebraban en París. ¡Cuánto se alegraron cuando fueron visitadas por delegados de todas partes del mundo! Dos trenes vinieron de Inglaterra, y uno vino de Suiza. La primera asamblea internacional que se celebró en París en 1931 había sido un gran éxito, pero no hay duda de que esta asamblea de 1937 estuvo notablemente bien organizada, de modo que fue una vista de antemano, hasta cierto punto, de las asambleas que hoy celebran los testigos de Jehová.

Después de la asamblea, el hermano Gabler fue transferido a Bruselas para que superentendiera la obra que se hacía en Bélgica, y la oficina de París fue puesta a cargo del hermano Charles Knecht, un hermano alsaciano que por algún tiempo había estado superentendiendo la obra en Bélgica. La obra del Reino adelantó bien bajo la dirección del hermano Knecht. En aquel tiempo 10 personas trabajaban en el Betel de Enghien, y en la oficina que había en el centro comercial de París. La obra con equipo sonoro iba en rápida expansión; se usaban 236 fonógrafos, y la cantidad de personas que escucharon las grabaciones de la Sociedad aumentó de 28.412 en 1937 a 103.801 en 1938.

¿QUIÉNES PARTICIPARÁN?

Ese fue el subtítulo de La Atalaya francesa del 1 de abril de 1938. En aquella revista se invitó directamente a las “otras ovejas,” a las cuales en aquel tiempo frecuentemente se llamaba “Jonadab,” a asistir a la Conmemoración o Memorial, una invitación que no se les había extendido en años anteriores. La cuestión de quiénes deberían participar de los emblemas del Memorial confundía a muchos de los hermanos. Pero un discurso que pronunció el administrador de la Oficina Central Europea de Suiza, el hermano Harbeck, ayudó a aclarar el asunto. El hermano Louis Piéchota informa lo siguiente acerca del discurso del hermano Harbeck en Sin-le-Noble:

“Antes de empezar su discurso, preguntó al auditorio cuántos entre ellos pensaban que habían recibido la llamada celestial. La mayoría de los presentes levantaron la mano. Entonces el hermano Harbeck se explayó en su tema y describió las muchas bendiciones que esperaban a la humanidad cuando el paraíso sea establecido de nuevo. Al fin de su discurso, planteó esta pregunta al auditorio: ‘¿Quiénes entre ustedes quisieran vivir en ese paraíso?’ Muchas manos subieron. Él añadió: ‘Si todas las esperanzas suyas tienen como centro vivir en esa Tierra paradisíaca, entonces no ha recibido la llamada celestial.’”

Significativamente, la cantidad de personas que participaba de los emblemas de la Conmemoración disminuyó, mientras que la cantidad de concurrentes aumentó. Al Memorial o Conmemoración de 1939 en Francia concurrieron 1.510 personas, y solo 631 participaron de los emblemas.

ACTIVIDAD ACELERADA A MEDIDA QUE SE ACERCA LA GUERRA

En Europa se iban acumulando los nubarrones que anunciaban la guerra y el hermano Knecht vio que lo que estaba sucediendo a nuestros hermanos en Alemania muy bien podía suceder dentro de poco a los testigos de Jehová de otras partes de Europa, incluso Francia. Por eso, visitó las asambleas de zona y las congregaciones de Francia y advirtió a los hermanos que empezaran a prepararse para las dificultades del futuro.

En 1938 el hermano Franz Zürcher, del Betel de Berna, publicó un libro intitulado “Cruzada contra el cristianismo,” dando un informe detallado de la persecución de los testigos de Jehová en la Alemania nazi. El año siguiente el libro fue publicado en francés. Y el hermano Zürcher vino al pueblo alsaciano de Mulhouse y habló acerca de este tema en el edificio de La Bolsa ante un auditorio de 600 personas.

Hasta 1939 la actividad de los testigos de Jehová consistió principalmente en colocar en manos de la gente literatura bíblica. Pero eso cambió ahora; en 1939 se dio el informe de 8.739 revisitas a personas que mostraban interés en la verdad. Este ajuste en la manera de efectuar la obra fue providencial, porque dio a los hermanos experiencia en un rasgo de actividad que se usaría extensamente durante los años de la guerra cuando habría muy poco suministro de literatura.

En el día de fiesta nacional de Francia, el 14 de julio de 1939, el hermano Knecht dedicó el primer Salón del Reino que hubo en París. El edificio había sido anteriormente el taller de un herrero, pero después de varias semanas de duro trabajo los hermanos lo habían convertido en un excelente lugar para reuniones en el cual había cabida para 375 personas. Desafortunadamente, sin embargo, los hermanos de París solo se reunieron en él unos cuantos meses antes de que Francia declarara la guerra a Alemania el 3 de septiembre de 1939, y poco después de eso la obra pasó a efectuarse clandestinamente.

Al fin de aquellos años de antes de la guerra había 84 congregaciones en Francia. De éstas, 13 eran de habla alemana en Alsacia Lorena, 32 eran de habla polaca, en su mayoría en la parte septentrional de Francia, y 39 eran de habla francesa. En total, había 1.004 publicadores, lo cual representaba un aumento de 19 por ciento sobre el número del año anterior.

Es interesante el hecho de que durante los 12 años que precedieron a la guerra el público francés recibió de los hermanos 503.801 libros, 1.451.523 revistas y 5.798.603 folletos, ¡un total de 7.753.927 piezas de literatura! Si la obra se hubiera detenido entonces, el pueblo francés nunca pudiera haber dicho que no había habido un profeta “en medio de ellos.” (Eze. 2:5) Pero la obra estaba muy lejos de haberse terminado en Francia, a pesar de los tiempos difíciles que vendrían.

PROSCRITA LA ORGANIZACIÓN

A mediados de octubre de 1939, unas seis semanas después del principio de la guerra, la organización de los testigos de Jehová fue proscrita en Francia. Pero el hermano Knecht había previsto esta posibilidad y había advertido a los hermanos. Por eso, la mayoría de las congregaciones tuvieron tiempo para distribuir sus existencias de literatura a diversos lugares seguros, tal como se había hecho precisamente antes de que el gobierno se apoderara de la oficina de la Sociedad en París. Las autoridades hicieron un registro también del hogar Betel de Enghien-les-Bains, pero el hermano Knecht ya había removido los estarcidores que tenían las direcciones de todos los suscriptores de La Atalaya y Consolación, así como todos los demás archivos importantes.

Para este tiempo el hermano Knecht estaba seriamente enfermo con pulmonía. La última carta que envió a todas las congregaciones francesas como superintendente de la obra en Francia llevó la fecha de 24 de octubre de 1939. Decía:

“Estimados hermanos:

“En esta carta les informamos que, por orden del Ministerio del Interior, la Asociación ‘La Tour de Garde’ y la Asociación de los Testigos de Jehová en Francia ya no están autorizadas para ejercer sus actividades, y que, como resultado de eso, la oficina de la Watch Tower situada en 129 rue du Faubourg Poissonnière, en París, ha sido cerrada y hay que salir del lugar.

“Haremos todo lo que podamos para defender nuestra causa y nuestra obra y para justificar las actividades de los testigos de Jehová, particularmente debido a que actualmente algunos tienden a considerarnos comunistas.

“De ahora en adelante, estas dos asociaciones no existen. Ahora, y en adelante, todo testigo de Jehová tiene que llevar su propia responsabilidad delante de Dios y los hombres. Indudablemente les estimulará y consolará el hecho de que esta persecución ha venido de acuerdo con las palabras del Señor en Mateo 24:9, que tienen que cumplirse antes de que todos los sucesos predichos en la profecía bíblica se realicen.

“Hermanos, tengan buen ánimo.

“Con nuestros saludos afectuosos y con Isaías 43:12; 2 Crónicas 20:15 y Mateo 10:28.

[Firmado] Charles Knecht”

Pocos días después, el 2 de noviembre de 1939, murió el hermano Knecht, a la edad de 41 años. Por años había servido fielmente a Jehová en el servicio de tiempo completo. Los hermanos de Francia lo amaban mucho, y mucho más cuando consideraban que casi todos los que habían estado a cargo de la obra en Francia hasta aquel tiempo (Lanz, Freytag, Binkele, Zaugg y Zopfer) habían resultado infieles. Si alguna lección general puede derivarse de la historia de la obra en Francia, ciertamente esa lección es que la obra de Jehová no depende de ningún hombre por sí solo.

El hermano Charles Zutter fue enviado desde Suiza para atender los intereses de la Sociedad en Francia. También, Fred Gabler fue despachado a París desde Inglaterra, adonde había ido después de salir de Bélgica inmediatamente antes de la guerra.

EL PERÍODO DE LA “GUERRA FALSA”

Durante estos primeros meses de la guerra, desde septiembre de 1939 hasta mayo de 1940, hubo poca actividad militar entre los franceses y los alemanes. Fue el período llamado la “Guerra Falsa,” el principio de un tiempo de verdaderas pruebas para los hermanos. Muchos hermanos, especialmente en la Francia septentrional, y también en Alsacia, fueron encarcelados.

Louis Piéchota, quien después de la guerra sirvió de superintendente de circuito y distrito, fue arrestado con otros cinco hermanos. Se les retuvo 24 días en prisión. Puesto que esto fue precisamente antes de que el hermano Knecht enfermara, él visitó a estos hermanos en la prisión de Dieppe. El hermano Piéchota escribe: “Nos exhortó a aguantar como lo hizo el apóstol Pablo. Tenía lágrimas en los ojos cuando nos dejó, y nosotros también.”

Durante aquellos primeros años de la guerra hubo muchos ejemplos de la protección que Jehová dio. El hermano Georges Dellemme, siervo de congregación de Watterlos, un pueblo de la frontera entre Francia y Bélgica, relata:

“Cierto día un funcionario de la Aduana me detuvo y me registró muy cuidadosamente. Halló en mi bolsillo una ‘Atalaya’ y dijo: ‘Y esto, ¿qué es?’

“Respondí: ‘Es una revista “La Atalaya.” Mantuve la revista en la mano en los brazos levantados mientras él continuaba registrándome. Cuando se incorporó para investigar mis zapatos, volví a meter ‘La Atalaya’ en el bolsillo.

“Cuando él se enderezó, dijo: ‘Está bien, puede irse.’ ¡Qué sorpresa! Voluntaria o involuntariamente, había olvidado la revista proscrita.”

La asignación de los hermanos Zutter y Gabler fue hacer lo que pudieran para proteger la propiedad de la Sociedad en París. Esta consistía en el taller donde se producían las grabaciones, en el cual había algún equipo costoso, la oficina de París en rue du Faubourg Poissionnière, y el hogar Betel en Enghien-les-Bains. El edificio de la oficina de París había sido alquilado, de modo que aquello no presentaba verdadero problema. Y, sabiamente, el hogar Betel en Enghien había sido registrado a nombre de Hugo Riemer, un ciudadano estadounidense, de modo que quedó salvaguardado y continuó siendo usado por los hermanos durante toda la guerra.

Al fin, la única propiedad que las autoridades tomaron fue un pequeño automóvil y algunos muebles. Por eso, habiendo cumplido con su misión, los hermanos Zutter y Gabler regresaron a sus hogares respectivos en Suiza e Inglaterra; salieron de Francia precisamente antes de que los alemanes invadieran el país en mayo de 1940. Poco antes de aquello, el hermano Harbeck, el administrador de la oficina de la Sociedad en Berna, Suiza, solicitó que el hermano Henri Geiger fuera a París para ayudar a finalizar los asuntos de la Sociedad allí y a organizar la obra para que se efectuara clandestinamente. Como se recordará, el hermano Geiger por mucho tiempo había desempeñado un papel principal en la obra en Estrasburgo y por toda Alsacia. El hermano Emile Delannoy fue nombrado ayudante de él.

SALEN DE FRANCIA A TIEMPO

En la primavera de 1940, el curso de la guerra cambió de manera súbita y trágica para Francia. Las divisiones blindadas de Hitler, después de barrer con éxito sobre Polonia, súbitamente dieron la vuelta, y comenzó la guerra relámpago contra la Europa occidental. ¡La rapidez de su avance fue sorprendente! Estoicamente, John Cooke había permanecido en Francia, y era el único precursor inglés que quedaba en el país. Él vacilaba en dejar el nuevo grupo de personas interesadas en la verdad a las cuales había estado ayudando cerca de Burdeos. Pero el cónsul británico advirtió a todos los súbditos británicos que salieran sin demora. John explica:

“Me di cuenta de que el quedarme probablemente significaría que me pondrían en un campo de concentración donde no podría hacer nada. Cuando volví a pasar por el consulado, lo vi vacío, y noté en la puerta un aviso que decía que todo el que quedara atrás debería irse a Bayona, un puerto más al sur, donde habría un barco disponible. Las últimas noticias decían que las unidades de avance de los nazis estaban a solo 50 kilómetros de distancia. Estábamos en julio de 1940, y la evacuación de Dunkerque se estaba efectuando. De modo que decidí que lo mejor era irme.

“Pasé el último día arreglando asuntos y haciendo arreglos para que José, el hermano suizo, siguiera atendiendo los estudios y las reuniones. Cuando fui a la estación a conseguir un boleto para Bayona, el lugar parecía un campamento, pues había gente sentada y durmiendo por todas partes, a la espera de un tren. De modo que decidí usar mi bicicleta, y salí con casi nada conmigo.

“Después oí que las unidades blindadas alemanas habían entrado en la ciudad el día siguiente. El viaje de 175 kilómetros a Bayona fue sin percances. La principal oleada de refugiados se me había adelantado, obviamente en alguna confusión, puesto que a veces yo veía algún automóvil abandonado en la cuneta al lado de la carretera. Cuando llegué a Bayona se me hizo imposible hallar alojamiento y comida, de modo que dormí en un edificio que estaba sin completar, y no cené nada. El día siguiente se formó una enorme muchedumbre en los muelles, donde había un barco con destino a Inglaterra. Pero nunca subí a él. Poco después se dio la orden: ‘Solamente mujeres y niños.’ El barco iba extremadamente cargado cuando salió. Se rumora que un submarino alemán lo hundió antes de que llegara a Inglaterra.

“A los demás nos llevaron por tren a la aldea pesquera de Saint-Jean-de-Luz, allá abajo cerca de la frontera española, y allí, a altas horas de la noche, con todas las luces apagadas por temor de un ataque aéreo, nos llevaron en los botes de pesca a unos barcos que estaban anclados en las afueras de la costa. De toda Francia meridional seguían llegando los refugiados a ellos. La gente había dejado hogares, negocios, todo, por huir de los nazis. Después de dos días de estar al ancla, el convoy de refugiados adelantó en zigzag hasta Plymouth, Inglaterra. Yo fui directamente al Betel de Londres, donde recibí una afectuosa bienvenida y ropa, puesto que había perdido todas mis pertenencias.”

FRANCIA DIVIDIDA EN DOS

A medida que las divisiones blindadas alemanas fueron avanzando a través de Francia, las carreteras que llevaban al sur se llenaron de refugiados que huían delante de los ejércitos invasores. Algunos hermanos se quedaron donde estaban, mientras que otros huyeron hacia el sur. El hermano Geiger salió de París y regresó adonde estaban su esposa y su hijo en el departamento de Dordogne, en la parte sudoeste y central de Francia. El 22 de julio de 1940 el católico mariscal Pétain firmó un armisticio con la Alemania nazi.

Francia fue dividida en dos zonas: la parte septentrional y una franja que bajaba por la costa occidental fueron ocupadas por los ejércitos alemanes y pasaron a ser administradas por ellos, mientras que el resto de Francia quedó sin ser ocupado, pero gobernado por el gobierno germanófilo de Vichy, con el mariscal Pétain como cabeza de estado y Pierre Laval como cabeza del gobierno.

Comentando sobre esta situación, un informe enviado a Brooklyn desde la Oficina Central Europea de Berna, Suiza, declaró:

“Desde que Francia fue subyugada por los alemanes hemos perdido toda conexión con los hermanos de París y con el territorio ocupado en general. Ni una sola carta o tarjeta, ninguna otra señal nos ha llegado.

“En cuanto al territorio francés no ocupado, hay un intercambio más o menos regular de correspondencia con el hermano [Henri Geiger], quien anteriormente representaba a la Sociedad en Alsacia. Él también informa que no tiene ninguna noticia de los hermanos que anteriormente trabajaban en París y vivían en la casa de Enghien.

“A los hermanos suizos también se les hace absolutamente imposible obtener visado para el territorio francés, ocupado o no ocupado.”

ORGANIZANDO LA OBRA DESPUÉS DEL ARMISTICIO

Después de haberse firmado el armisticio en junio, muchos civiles franceses que habían huido ante los ejércitos de Hitler regresaron a sus hogares. El hermano Geiger regresó a París. Vivió con su esposa y su hijo en un apartamento, y desempeñó trabajo seglar con una firma de ingeniería de Alsacia durante el día, mientras que de noche y en los fines de semana organizaba la obra de dar testimonio y visitar a los hermanos. Así escribió el hermano Geiger acerca de la organización de la obra clandestina en el norte de Francia en septiembre de 1940:

“La gestapo abría todas las cartas. Por eso, era necesario visitar a cada grupo y hermano aislado personalmente. Los hermanos se reunían en grupitos para sus estudios de “La Atalaya” y las reuniones de servicio. Continuaron predicando las buenas nuevas de casa en casa con la Biblia solamente. Cuando hallaban a personas que mostraban interés, las visitaban de nuevo, llevando publicaciones, y conducían estudios.”

En París, las existencias de literatura habían sido salvadas cuando se impuso la proscripción, y estaban almacenadas en diferentes direcciones. El hermano Delannoy organizó la distribución de literatura entre los hermanos y también visitó los diferentes grupos para estimularlos. La hermana Renée Gendreau y la hermana Hilda Knecht permanecieron en el hogar Betel, pero entonces la hermana Knecht murió, aproximadamente un año después de la muerte de su esposo. Allí mismo en Betel, en las barbas de los alemanes, la hermana Gendreau mecanografiaba manuscritos de La Atalaya que habían sido traducidos al francés, y preparaba los estarcidos para mimeografiar o reproducir en multicopista artículos de La Atalaya.

Pero ¿cómo se las arreglaban los hermanos para conseguir ejemplares de La Atalaya y traducirlos al francés, alemán y polaco? Y cuando los tenían traducidos y mecanografiados, ¿cómo se transmitían de una zona a otra las copias mimeografiadas? Pues Francia no solo estaba dividida en la zona ocupada y la no ocupada, sino que las zonas estaban subdivididas, y el viaje de un sector a otro estaba restringido.

DISPENSANDO VALEROSAMENTE EL ALIMENTO ESPIRITUAL

La hermana Marthe Ebener, quien había sido miembro de la familia de Betel en Enghien-les-Bains, se había ido a vivir con su hermano en Clermont-Ferrand, un pueblo en el centro de Francia. Ella estaba suscrita a La Atalaya en inglés. Después de la invasión alemana de Francia, Clermont-Ferrand quedó en la zona no ocupada, bajo el gobierno de Vichy. Providencialmente la hermana Ebener continuó recibiendo La Atalaya en inglés desde Brooklyn hasta noviembre de 1942, cuando los alemanes ocuparon a toda Francia. Pero ¿cómo llegaba clandestinamente esta revista en inglés a los hermanos Geiger y Delannoy en París?

El instrumento que Jehová usó para esto fue un hermano humilde y sin pretensiones, Henri Germouty. Él dice:

“El pueblo de Moulins estaba en la línea de separación entre la zona ocupada y la no ocupada. Esta línea divisoria estaba vigilada por centinelas alemanes que disparaban contra cualquier persona no autorizada que tratara de pasar. Pero este punto en la línea divisoria pasaba por en medio del pueblo, donde vivía una hermana polaca que hablaba alemán. Yo la visitaba, y entonces ella salía de la casa antes de que yo saliera, y distraía la atención del centinela mientras yo pasaba al otro lado de la línea.

“Entonces yo tomaba un tren, pero antes de que el tren llegara a París se registraba a todos los pasajeros; unos hombres registraban a los hombres, y unas mujeres a las mujeres. Pero yo sabía dónde empezaban a efectuar esta inspección, y por eso, antes de que llegáramos a aquel lugar, saltaba del tren en un sitio en que el tren tenía que ir a velocidad más lenta. Yo solía viajar de noche, y después de haber saltado del tren me escondía hasta el amanecer y entonces terminaba el viaje a pie.”

Al llegar La Atalaya a París, se traducía, y entonces la hermana Gendreau preparaba los estarcidos para que el manuscrito pudiera ser mimeografiado o reproducido en multicopista. Entonces las copias se llevaban a los hermanos de las provincias. El hermano Samuel Nongaillard nos dice cómo entraban las revistas en el norte de Francia:

“En todo caso posible, un hermano de París tomaba un tren hasta el pueblo de Péronne, a través del cual pasaba la línea divisoria entre dos zonas militares alemanas. Otro hermano viajaba por este pueblo desde el norte y las revistas pasaban de un hermano a otro en la plataforma de la estación de Péronne.”

Naturalmente, puesto que había un suministro limitado de papel y los medios de comunicación eran tan peligrosos, no era posible mimeografiar y enviar una copia de La Atalaya a todo publicador. Los hermanos que servían de correos, a riesgo de su vida, podían esconder solo una o dos copias en su persona. Esto significaba que cuando una copia de un artículo de La Atalaya llegaba a cierta zona se copiaba muchas veces para que cada grupito de publicadores tuviera por lo menos una copia que contuviera el vital alimento espiritual. La hermana Dina Fenouil, quien vivía entonces en la zona de Lyon, explica:

“Yo tenía la asignación de preparar a máquina 10 copias de ‘La Atalaya.’ Podía mecanografiar cinco copias a la vez, lo cual quería decir pasar cada ‘Atalaya’ dos veces. Puesto que cada número tenía unas 14 páginas de material a un solo espacio, tenía que mecanografiar 28 páginas cada vez. Apenas terminaba de preparar un número cuando llegaba el siguiente. Hice esto durante toda la guerra. Cada grupo tenía una sola copia de los artículos de ‘La Atalaya.’”

La experiencia del hermano Stanis Sikora, quien estaba a cargo del grupo de hermanos de habla polaca de Saint-Denis, un suburbio al norte de París, ilustra el peligro que frecuentemente se afrontaba cuando se llevaban estos manuscritos a los hermanos. Él relata lo siguiente:

“Cierta mañana yo llevaba una copia manuscrita de ‘La Atalaya’ a otro grupo cuando vi a poca distancia adelante a un grupo de soldados alemanes que estaban deteniendo a toda persona y sometiéndola a un registro. Seguí en mi bicicleta y decidí continuar avanzando lentamente. Me acerqué paralelamente al primer grupo de soldados y éstos no hicieron nada para detenerme. Seguí pasando muy lentamente y los soldados que estaban en la barrera me dejaron cruzarla. Seguí en la bicicleta a la misma velocidad lenta hasta que pude girar hacia otra calle, ¡y entonces aceleré considerablemente! Jehová protege su obra.”

OTROS CONDUCTOS DE DISTRIBUCIÓN

Cuando los alemanes ocuparon el resto de Francia en noviembre de 1942 La Atalaya en inglés ya no pudo recibirse en Francia y Suiza. Sin embargo, la sucursal suiza lograba obtener un ejemplar de La Atalaya en sueco. La hermana Alice Berner rápidamente aprendió suficiente sueco para traducir los artículos de La Atalaya al alemán. Estas traducciones alemanas fueron introducidas en Francia y traducidas al francés.

El hermano Frédéric Harstang estuvo a cargo de la obra en Bélgica durante los años de la guerra y organizó un sistema de entrega del alimento espiritual entre Bélgica y Francia. Las fronteras estaban cerradas, pero los hermanos que trabajaban para el ferrocarril y cuyo trabajo les exigía viajar entre los dos países entregaban estas preciosas publicaciones. Por eso, el alimento espiritual circuló así durante toda la guerra.

ENTRANDO Y SALIENDO DE ALSACIA LORENA

Después que Pétain hubo firmado el armisticio con Alemania en junio de 1940, Alemania anexó a Alsacia Lorena. Esta zona no se consideraba “territorio ocupado,” sino, más bien, parte integrante del estado alemán. Esto significó el establecimiento de una verdadera frontera entre Alsacia Lorena y el resto de Francia. Por eso, los hermanos de Alsacia Lorena quedaron completamente separados de la oficina clandestina que funcionaba en París. ¿Cómo se les suministró alimento espiritual durante la guerra?

Cuando los nazis ocuparon a Alsacia, los hermanos de aquel lugar obtenían ejemplares de La Atalaya en las montañas Vosgos, que separaban a Francia de Alsacia Lorena. ¿Cómo conseguían las revistas en las montañas? Pues bien, el hermano Zinglé, de Mulhouse, un excelente montañista, se fue a vivir en Saint-Maurice, en la Francia ocupada por los alemanes. Él recibía La Atalaya en francés, y el primer domingo de cada mes la llevaba a un paso montañés. Tomaba una ruta muy precipitada y rocosa para no encontrarse con ningún vigilante de la frontera. En el lado de Alsacia, hermanos vestidos como excursionistas iban a las montañas para recoger La Atalaya. Entonces, hermanos locales traducían del modo más secreto posible la revista del francés al alemán. Después el hermano Marcel Graff hacía copias a multicopista para los hermanos de Alsacia, y con el tiempo algunos ejemplares hasta llegaban a los campos de concentración alemanes.

Aunque esta ruta de entrega por un paso en las montañas era un medio de hacer que La Atalaya entrara en Alsacia desde Francia, más tarde durante la guerra las publicaciones que los hermanos franceses no tenían se entregaban por esta misma ruta de Alemania a Francia. Sin embargo, las cosas no siempre marchaban como se esperaba. El hermano Marcel Graff dice:

“Cierto día salimos con nuestras esposas al amanecer para subir a las montañas. El clima era maravilloso. Pero cuando llegamos a la cumbre, no lejos de la frontera, de repente oímos: ‘¡Heil Hitler!’ Era un guardia de la frontera alemana, quien preguntó: ‘¿A dónde van?’

“Respondí: ‘Solo estamos de excursión en las montañas.’

“Él nos miró con sospecha y dijo: ‘¿No saben que están muy cerca de la frontera?’

“‘¿De veras?’ contestamos, con aire inocente.

“Él añadió enseguida: ‘Si tienen la intención de cruzar al lado francés, ¡les estoy advirtiendo que nuestras pistolas tienen balas de verdad!’

“Seguimos caminando en dirección al punto que habíamos escogido. Precisamente cuando perdimos de vista al guarda de la frontera, encontramos al hermano Zinglé y a su esposa esperándonos. Nos saludamos gozosamente. Hubo un intercambio de unas cuantas palabras y también de las publicaciones que llevábamos. Entonces, después de una oración, nos separamos.”

La hermana Simone Arnold, cuando solo tenía 13 años de edad, sirvió de instrumento para llevar preciosos manuscritos, que ocultaba dentro de su faja. En cierta ocasión, mientras acompañaba al hermano Adolphe Koehl, por poco se vieron en un aprieto, como relata Simone:

“Un guardia de la aduana nos interceptó y nos ordenó que lo siguiéramos a la granja más cercana. Yo me asusté tanto que literalmente me dio un cólico. Gracias a esto, en la granja me dieron una bebida caliente y me permitieron pasar a acostarme sobre la paja, todavía con mi ‘Atalaya’ escondida. Al hermano Koehl y a mi madre los registraron, pero ellos no tenían nada consigo, de modo que los guardias simplemente nos acompañaron hasta la estación de ferrocarril más cercana.”

De seguro estos hermanos y hermanas que sirvieron de correos mostraron gran valor, y amor a Jehová. Pero lo mismo hicieron los que estuvieron envueltos en mimeografiar la literatura para que pudiera ser distribuida a los hermanos. ¿En medio de qué circunstancias se hacía esto?

PREPARANDO LA LITERATURA PARA DISTRIBUIRLA

El hermano Adolphe Koehl tenía una barbería o peluquería situada en la calle principal de Mulhouse, en Alsacia, cerca de la estación central. Este establecimiento estaba en el primer piso de un edificio de apartamentos de cinco pisos, y él y el hermano Graff tenían apartamentos en este edificio, más arriba de la peluquería. ¡El mimeografiar se efectuaba arriba, hasta mientras el hermano Koehl recortaba a soldados y policías abajo! Hubo algunas situaciones peligrosas, según lo que describe el hermano Graff:

“Recuerdo cuando los nazis confiscaron los radiorreceptores de toda persona que no ‘colaborara’ con ellos. Yo había vendido una vieja nevera a nuestro lechero, y él dijo que pasaría a recogerla el día siguiente. La mañana siguiente me hallaba corrigiendo algunos estarcidos mientras mi esposa se hallaba ocupada en la cocina. De repente hubo un toque a la puerta. Mi esposa, pensando que era el lechero, abrió la puerta. ‘¡Policía!’ dijo uno de los hombres. ‘Ustedes tienen un radiorreceptor y tenemos que confiscarlo.’

“Después de reponerse de la sorpresa, mi esposa me gritó: ‘¡Apresúrate!’ Entonces dijo a los tres policías que yo estaba enfermo y me vestiría lo más pronto que pudiera. Esto me dio tiempo para recoger los estarcidos y meterlos debajo de la cama. Apenas había hecho esto, cuando ellos empujaron a mi esposa a un lado y entraron en el cuarto diciendo: ‘¡Heil Hitler!’ Cuando salieron con nuestro radiorreceptor, casi estallamos de gozo, y dimos gracias a Jehová Dios por habernos protegido una vez más.”

Cierto día, un amigable miembro de la gestapo que solía venir con regularidad a la peluquería del hermano Koehl para cortarse el pelo, le preguntó de súbito: ‘Señor Koehl, ¿sigue usted estudiando la Biblia?’ Pero antes de que el hermano Koehl pudiera responder, el hombre de la gestapo le advirtió que tuviera cuidado, porque lo estaban vigilando. Aconsejó al hermano Koehl que si todavía tenía publicaciones proscritas se apresurara a librarse de ellas.

Tomando en cuenta la advertencia, el hermano Koehl levantó el entarimado del piso de su peluquería y escondió Atalayas debajo del piso. ¡Poco se imaginaban los nazis que venían a cortarse el pelo que pisaban sobre existencias de la revista proscrita, La Atalaya, que estaban a pocos centímetros debajo de sus pies! Pero llegó el tiempo en que todo el espacio que había debajo del piso quedó lleno. ¿Ahora qué?

El hermano Koehl tuvo una brillante idea: La vitrina de la peluquería sería un buen lugar en el cual esconder cosas. Por eso, escondió estarcidos, o papeles preparados para hacer copias, detrás de las paredes de los lados de la vitrina, y escondió Atalayas dentro de los anuncios de cartón que se exhibían en la vitrina. ¡Así, durante gran parte de la guerra los nazis miraron hacia esta vitrina sin darse cuenta de que los anuncios en cartón piedra contenían Atalayas proscritas!

CORREOS QUE PAGARON CON LA VIDA

Los hermanos Graff y Koehl lograron eludir la gestapo, pero otros hermanos fueron menos afortunados. En 1943 los hermanos de Mulhouse recibían regularmente ejemplares de La Atalaya procedentes de Alemania, por medio de dos hermanos de Friburgo de Brisgovia. De repente, no recibieron más Atalayas de aquella región. El hermano Marcel Graff fue a aquel pueblo alemán, y se enteró de que la gestapo había prendido a los dos correos alemanes y los había decapitado con hacha. Desde entonces en adelante los hermanos de Mulhouse, quienes también recibían ejemplares de La Atalaya de Francia, empezaron a producir copias adicionales de La Atalaya en alemán y a llevarlas a Alemania. Por lo tanto, cuando una fuente de alimento espiritual se cerraba, otra se abría, y así sucedió vez tras vez a través de la guerra.

REUNIONES CLANDESTINAS EN ALSACIA LORENA

Regularmente se celebraban reuniones pequeñas, y los superintendentes suministraban copias de La Atalaya a los publicadores y les impartían consuelo. No daban ninguna literatura a los que no tenían el valor de venir a aquellas reuniones, pues consideraban que no podían confiar en ellos. El hermano Jacques Danner relata:

“Las reuniones se celebraban cada semana, en diferentes días, a diferentes horas y en diferentes lugares. Según la época del año, nos reuníamos en el bosque, en la pradera o en un hogar, a menudo alrededor de una mesa que estaba preparada para tomar café, y, para ocultar lo que hacíamos, las hermanas tenían a la mano la labor de tejer a punto. La Gestapo nunca nos sorprendió durante aquellas reuniones. Los hermanos aceptaban su responsabilidad, y la asistencia a las reuniones era buena. Cuando las reuniones se celebraban en mi hogar, dejábamos a nuestra hijita abajo en el jardín y, si la policía venía, la niña gritaba: ‘Mamá,’ y los que estaban presentes se marchaban por el jardín trasero.”

A LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN

En septiembre de 1941 la gestapo arrestó a algunos hermanos de Mulhouse y sus alrededores. Entre estos hermanos se encontraban: Franz Huber, que había sido siervo de congregación en Mulhouse desde 1938, Adolphe Arnold, Fernand Saler, Eugene Lentz y Paul Dossmann. Para fines de 1941 los cinco habían sido enviados al campo de concentración de Dachau cerca de Munich, Alemania.

Allí los pusieron en grupos de castigo, en los cuales se unieron a Testigos checoslovacos, yugoslavos y belgas. Para abril de 1942 el hermano Franz Huber se estaba debilitando físicamente debido al trato bestial que recibía. El hermano Arnold escribió:

“El hermano Franz Huber tenía 64 años y estaba perdiendo vigor. Pero nunca dejó de expresar la esperanza que lo sostenía, lo cual era un maravilloso testimonio. Un día, escasamente una semana antes de que él muriera, me agarró por ambos brazos y, mirándome fijamente a la cara, dijo: ‘¡A pesar de todo, hemos vencido!’ ¡Sus ojos estaban radiantes!”

Al hermano Arnold lo llevaron a la oficina del comandante del campo y le dijeron que le darían buen uso a su pericia en la impresión con estarcido de seda y que si renunciaba a su fe cuidarían bien a su esposa e hija. Pero le advirtieron que si rehusaba hacer aquello, arrestarían a su esposa y enviarían a su hija a un reformatorio. Naturalmente, el hermano Arnold rehusó. Así es que lo entregaron a los médicos del campo, quienes lo usaron de conejillo de Indias para experimentar con gérmenes de malaria y tifus. Salió de aquello con vida, pero lo atribuye a que su esposa le enviaba paquetes de alimento. Estos contenían algo especial, tal como él explica:

“Cierto día, mientras comía algo que había venido en uno de los paquetes, mordí algo duro. Era un rollito de papel envuelto en celofán. El papel estaba todo escrito en letras pequeñas. Era un artículo de ‘La Atalaya’ en forma abreviada. Naturalmente, mi esposa arriesgaba la vida cuando hacía estas cosas. Después que la arrestaron y la deportaron, mi cuñada, la hermana Walter, continuó con esta peligrosa correspondencia con la ayuda del hermano Koehl, de Mulhouse. ¡Así que aquellos paquetes de alimento contenían vitaminas espirituales!”

NIÑOS PUESTOS A PRUEBA

¿Qué sucedió a los niños durante aquellos días de terrible persecución? ¿Había esperanzas de que se mantuviesen fieles bajo las severas pruebas que los nazis les imponían?

Al principio de cada sesión escolar, se cantaba el himno nacional alemán, se hacía una oración a favor del führer y se requería que los niños dijesen ‘¡Heil Hitler!’ con la mano derecha extendida. Pero los niños Testigos rehusaban, como por ejemplo Ruth Danner, de ocho años de edad. A ella la llevaron ante el principal y todos los demás maestros y la interrogaron, pero ella no traicionó a sus padres. El hermano Jacques Danner explica: “Cada día, antes de que ella saliera para ir a la escuela, orábamos juntos y le aconsejábamos que antes de que la interrogaran pidiera rápidamente a Jehová que le diera Su espíritu y ayuda.” Más adelante esta niña fue deportada junto con sus padres e internada por turno en seis diferentes campos alemanes. Después de la guerra Ruth llegó a ser precursora y se graduó de la clase 21 de la escuela misional de Galaad, en los Estados Unidos.

A la hija del hermano Arnold, Simone, también la echaron de la escuela de segunda enseñanza porque rehusó decir: ‘¡Heil Hitler!’ La enviaron a otra escuela, donde al poco tiempo tuvo problemas de nuevo, pues se requería que cada semana los niños llevaran a la escuela pedazos viejos de metal para usarlos en la construcción de municiones. Con el tiempo la enjuiciaron ante un tribunal de menores y la enviaron a una escuela reformatoria en Constanza, Alemania, donde la sometieron a adoctrinamiento nazi por 22 meses. ¡Pero ella se mantuvo íntegra! Más tarde, también sirvió de precursora, se graduó de Galaad, sirvió de misionera en África y se casó con Max Liebster, que era miembro de la familia de Betel de Brooklyn en aquel tiempo.

NEUTRALES HASTA LA MUERTE

En agosto de 1942 llamaron a los jóvenes de Alsacia Lorena para que rindieran servicio en los ejércitos de Hitler. Algunos Testigos, incluso los hermanos Freyermuth, Hofer y Sutter, pagaron con la vida por ser neutrales. Marcel Sutter, de 23 años de edad, escribió la siguiente carta unas horas antes de que fuera decapitado de un hachazo en la prisión de Torgau, Alemania:

“Mis queridísimos padres y hermanas,

Cuando reciban esta carta, ya no estaré vivo. Solamente unas cuantas horas me separan de la muerte. Les pido que sean fuertes y valerosos; no lloren, porque yo he vencido. He terminado mi carrera y he mantenido la fe. ¡Que Jehová Dios me ayude hasta el fin! Solo un corto período nos separa del reino de nuestro Señor Jesucristo. Pronto nos veremos de nuevo en un mundo mejor de paz y justicia. Me regocijo al pensar en ese día, puesto que entonces no habrá más suspirar. ¡Qué maravilloso será! Anhelo la paz. Durante estas pocas últimas horas he pensado en ustedes y en mi corazón hay alguna amargura al pensar que no podré darles un beso de despedida. Pero tenemos que ser pacientes. El tiempo en que Jehová vindicará Su nombre y demostrará a toda creación que él es el único Dios verdadero está cerca. Ahora quiero dedicar a él mis últimas horas, así que terminaré esta carta y diré adiós hasta que nos reunamos de nuevo. ¡Que la alabanza sea para nuestro Dios Jehová! Con mi afectuoso amor y saludos,

Su querido hijo y hermano,

Marcel”

LAS HERMANAS TAMBIÉN VAN A LOS CAMPOS

En 1943 comenzaron a arrestar a las hermanas de Alsacia Lorena y a enviar a muchas al campo de concentración de Schirmeck-Vorbruck, en Alsacia. La hermana Arnold pudo arreglárselas para introducir una Biblia, como ella lo relata:

“Puesto que sabía que me arrestarían, mandé a hacer un corsé especial para matriz caída que incluía una cavidad que debería inflarse de aire. Escondí una Biblia pequeña en esta cavidad. Cuando me llevaron a la prisión me dijeron que me desvistiera, pero cuando la inspectora vio aquel complicado corsé, dijo: ‘¡Dios mío! No tenemos tiempo para que se quite todo eso.’ Así que, gracias a Jehová, pude introducir en el campo de concentración de Schirmeck el único alimento espiritual que obtendríamos por meses. Dividí aquella pequeña Biblia en partes iguales según el número de hermanas que había en el campo.”

Varias hermanas fueron transferidas a campos de concentración en Alemania, incluso al espantoso campo de concentración de Ravensbrück. Así, pues, muchos hermanos y hermanas, jóvenes y adultos, demostraron integridad bajo pruebas severas, y algunas sellaron su fidelidad con la vida. De hecho, puede decirse que la historia moderna de los testigos de Jehová en Alsacia Lorena es un registro que honra el nombre de Jehová.

OTROS AGUANTAN PRUEBAS SEVERAS

Los hermanos del resto de Francia también seguían desplegando integridad. A principios de la guerra, las autoridades francesas arrestaron a algunos hermanos polacos y los enviaron al campo de internamiento de Le Vernet en el sur de Francia. Allí los golpearon por negarse a saludar la bandera, y uno de ellos murió, el hermano François Baran. Muchos de estos intrépidos hermanos polacos fueron a parar a los campos de concentración nazi. Uno de ellos, el hermano Louis Piéchota, quien estuvo pasando de una prisión o campo a otro, relata:

“En la primavera de 1944 nos transfirieron del campo de Vught al de Sachsenhausen. Allí tuvimos el gran gozo de conocer a hermanos alemanes, algunos de los cuales habían estado detenidos desde 1933. Ellos nos dieron una espléndida ayuda, tanto en sentido espiritual como material. Tan pronto llegaba un convoy al campo, los hermanos alemanes investigaban si había Testigos entre éstos. Si había, inmediatamente nos ayudaban. Algunas veces nos daban ropa interior caliente o un suéter, o quizás sobras de las comidas de los guardias, puesto que algunos hermanos trabajaban en las cocinas. Un día un hermano me dio una Biblia. ¡Imagínese, una Biblia en francés en un campo de concentración alemán! Nunca supe como la obtuvo. Aquello me dio una gran alegría. Los hermanos recibían regularmente ‘La Atalaya.’ Puesto que estaban alimentados en sentido espiritual, estaban fuertes espiritualmente.

“Más adelante recibí la asignación de trabajar en la panadería del campo. Los hermanos alemanes me estimularon a no sacar ningún pan a menos que tal cosa se permitiera. Mencionaron que era preferible morir de hambre antes de traer oprobio a la organización de Jehová. Este consejo me impresionó mucho.”

El hermano Jean Queyroi, quien se hizo precursor en 1938 y entonces sirvió en el Betel de París en el departamento de envíos, también estuvo en varias prisiones y campos alemanes. Pudo mantener su fortaleza espiritual en estos lugares de aprisionamiento, según explica:

“En todo campo que me encontrara, hacía todo lo posible por dar un testimonio. Por ejemplo, en un campo de Prusia oriental había un tablero de anuncios que se usaba para dar instrucciones a los prisioneros. Yo solía poner cada día, en una esquina del tablero, un trozo de papel en el que yo mismo había escrito un testimonio en cuanto a algún tema bíblico. Los prisioneros que se interesaban en aquello venían a verme, y cada tarde tenía una pequeña reunión con seis, ocho o hasta 10 prisioneros.

“Nunca estuve sin alimento espiritual. Mi hermana escribía a máquina artículos de ‘La Atalaya’ en papel muy fino y enrollaba y escondía los papeles dentro de macarrones. Los guardias inspeccionaban los paquetes, pero nunca notaron lo que estaba sucediendo. Hasta recibí el libro ‘Hijos’ de esta manera.”

Así que, aunque a menor grado que los hermanos de Alemania y de Alsacia Lorena, los hermanos de Francia sufrieron su parte de la persecución.

AYUDA DURANTE LA OCUPACIÓN

A pesar de la proscripción y la ocupación alemana, los hermanos continuaron predicando por medio de usar solo la Biblia, y visitar primero algunos hogares en una calle y después otros en otra. Si alguien mostraba interés genuino, regresaban con literatura. Pero había que ejercer cuidado, y los ángeles de Jehová ayudaban, como indica la experiencia del hermano Albert Kosmalski:

“El señor Heinrich pidió dos libros ‘¡Liberación!’ y ‘Creación’ en alemán. Cuando fui a verle tal como había prometido, me pidió que regresara dentro de una hora porque tenía visita. Así que bajé al piso de abajo para visitar a otra persona que tenía interés en la Biblia. Esta me preguntó si había estado en el piso de arriba y si sabía quién era el señor Heinrich. Le dije que era un alsaciano y que estaba interesado en la verdad.

“‘No, él pertenece a la gestapo, y tiene planeado arrestarlo hoy,’ contestó el hombre. ‘Le ha dicho al portero que no deje que usted salga de la casa.’

“Este caballero me llevó abajo silenciosamente y me permitió salir de la casa por la puerta trasera. Di gracias a Jehová por haberme librado de aquella situación. Hacia el fin de la guerra miembros de la Resistencia Francesa mataron a tiros a Heinrich en la calle.”

De hecho, las autoridades francesas generalmente fueron muy indulgentes con los testigos de Jehová durante la ocupación nazi. A veces hasta ayudaban, como informa Auguste Blas, de Denain:

“Alguien le dijo al comandante alemán que en mi casa había existencias de literatura. Como resultado, se ordenó un registro, que habían de efectuar autoridades alemanas bajo la dirección del jefe de la policía local francesa y un intérprete. El jefe de la policía sabía que yo tenía la literatura en casa. Así que, en vez de dirigir a los alemanes a la casa mía, los llevó a la casa de nuestro siervo de congregación, Marius Nongaillard, y allí no encontraron nada. Así este amigable policía francés me salvó de ser enviado a un campo de concentración.”

Citemos un ejemplo similar: Cuando los alemanes llegaron a Sin-le-Noble, requisaron el Salón del Reino para uso de ellos. Sin embargo, ¡la piscina de inmersión que estaba debajo de la plataforma estaba llena de literatura, incluso había libros Cruzada contra el cristianismo en alemán! Así que los hermanos fueron a ver al alcalde de Sin-le-Noble, le explicaron la situación y le dijeron que el que los alemanes hallaran aquella literatura allí crearía malas relaciones entre éstos y las autoridades locales. Así que el alcalde dijo a los alemanes que necesitaba aquel Salón para la escuela local. De este modo el Salón se convirtió en un salón de clases y, sorprendentemente ¡un Testigo que era maestro de escuela fue asignado a trabajar allí de maestro!

Con frecuencia las autoridades francesas de la localidad ayudaban a los hermanos en formas como ésta. Tenemos otro ejemplo en el siguiente caso: En el norte de Francia, un hermano que llevaba en su bicicleta una caja de folletos Fascismo o libertad fue detenido por un inspector de la policía francesa. El inspector le preguntó qué llevaba.

“Abra la caja y vea,” respondió el hermano.

Cuando el inspector vio lo que había, preguntó al hermano: “¿Qué va a hacer con eso?”

¡El hermano le dio un buen testimonio, después de lo cual el inspector le dijo al hermano que continuara su viaje, pero que tuviera cuidado para que no lo detuviera otra persona!

IMPRIMIENDO CLANDESTINAMENTE

Una de las famosas proezas de los hermanos franceses durante la guerra fue la de imprimir clandestinamente el libro Hijos. Puesto que el hermano Samuel Nongaillard era comerciante, pudo conseguir papel, un material que había sido racionado durante la guerra. Se hicieron arreglos para que lo imprimiera una imprenta de Chennevières-sur-Marne, un pueblecito que está a varios kilómetros al este de París.

“El día que fui a buscar los libros Hijos, la policía me detuvo cuando yo regresaba,” informa Samuel. “Fue en mayo de 1943. Me preguntaron qué tenía en el camión. Les dije que llevaba libros. Inspeccionaron y preguntaron de qué se trataba el libro. Da la casualidad que era el tiempo en que los padres católicos llevaban a sus hijos a la primera comunión. Así que contesté: ‘Es un libro para explicar a los niños la vida de Jesús.’ Aparentemente esta explicación los satisfizo, pues me dejaron ir.”

INFORMES DEL SERVICIO DEL CAMPO

Durante los años de la guerra, los hermanos de Francia hicieron esfuerzos por enviar los informes del servicio del campo. Sin embargo, contrario a las instrucciones, una hermana anciana envió el informe en una tarjeta postal y usó las abreviaturas de costumbre. Esto intrigó a un miembro del servicio secreto alemán. El hermano Robert Jung explica:

“Un día, mientras el hermano Auguste Charlet, mi hermano carnal y yo cenábamos, sonó el timbre de la puerta. Era un agente de la policía secreta francesa. No hay duda de que nos tomaron por miembros del movimiento de la Resistencia. De todas formas, nos pidió que le ayudáramos a enviar un informe, en cuanto al asunto de las abreviaturas, que satisficiera a la policía de seguridad alemana y nos evitara más problemas. Ofreció regresar al día siguiente para que tuviéramos tiempo para pensar en alguna explicación.

“Como habíamos acordado, regresó temprano la mañana siguiente y leyó la explicación que habíamos preparado. Dijimos que había sido un juego bíblico que se jugaba por correo y que las abreviaturas y números representaban libros bíblicos y versículos en los cuales se hallaban las respuestas. El agente pareció estar muy satisfecho con aquella explicación y nos dio gracias por ayudarle a cumplir con aquella misión. Se marchó y jamás volvimos a escuchar nada en cuanto al asunto.”

Con el tiempo todos los informes del servicio del campo fueron enviados a tres direcciones de París o sus cercanías... al hermano Geiger, al hermano Delannoy o a la hermana Renée Gendreau, que vivía en el hogar Betel. Pero con cierta frecuencia hermanos u otras personas que tenían nuestra literatura escribían a la oficina de París, que había sido cerrada por la policía en octubre de 1939. Así que la hermana Gendreau solía ir a ver a la portera y esta señora le daba cualquier correspondencia que hubiese venido para la Sociedad. Cuando la gestapo investigaba acerca de los Testigos, esta portera decía que ella solo había conocido al encargado (al hermano Knecht) y que éste había muerto. Así que esta buena señora arriesgó su vida durante la guerra para proteger a la Sociedad y a los hermanos.

ASAMBLEAS DURANTE EL TIEMPO DE LA GUERRA

A partir de 1942 y durante la ocupación alemana, se celebraron pequeñas asambleas regionales. El hermano Geiger o el hermano Delannoy prestaban sus servicios en estas asambleas. Los hermanos Auguste Charlet y Robert Jung también visitaban a congregaciones y publicadores que estaban aislados en el sur de Francia. Durante aquellas asambleas y visitas especiales se celebraban servicios de bautismo.

En 1943 se celebró una asamblea clandestina en Vénissieux, un suburbio de Lyon, y hubo una concurrencia de alrededor de 100 personas. Huelga decir que estas ocasiones eran fuente de consuelo y fortaleza para los hermanos. Desde luego, todas estas actividades se efectuaban a gran riesgo de ser sorprendidos por las autoridades.

UN SOLDADO NORTEAMERICANO HACE DISCÍPULOS

En 1944 comenzó el proceso de la liberación de Francia. Esto fue buenas noticias para los hermanos franceses, a pesar de que la lucha por toda Francia trajo nuevas dificultades. Sin embargo la predicación continuó, y, extraño como parezca, hasta por lo menos por medio de uno de los libertadores.

Suzanne Perrin, de Vittel, en el nordeste de Francia, estaba sentada en la ventana de su casa durante un atardecer de septiembre de 1944 cuando un soldado norteamericano se detuvo y le preguntó en francés chapurrado: “¿Ama usted a Dios?” Suzanne contestó: “Amo a Dios, pero no amo la religión.” El soldado le preguntó si podía regresar para hablar con el esposo de ella, cosa que hizo.

“Así fue,” explica la hermana Perrin, “que Richard Bockel (quien había aprendido la verdad seis meses antes de que fuera movilizado) nos trajo la verdad. Él predicaba en uniforme, pero rehusaba saludar la bandera, lo que significaba que lo castigaban continuamente. Predicó celosamente en todo el pueblo de Vittel, y distribuyó libros tales como Creación, ¡Liberación!, Luz, Enemigos y Jehová. Richard nos puso en contacto con el siervo de congregación de Nancy, el hermano Emile Ehrmann, quien más adelante nos visitó con su esposa.”

LLEGAN NOTICIAS A BROOKLYN

Evidentemente en 1944 llegaron noticias a Brooklyn acerca de las actividades teocráticas en Francia. No habían oído nada acerca de nosotros por varios años. Así que el hermano Knorr escribió en el 1945 Yearbook of Jehovah’s Witnesses (Anuario de 1945):

“Hemos recibido información de que ‘la entera familia de París está bien y ocupada en los asuntos de su Padre’. . . . Los hermanos anhelan el tiempo en que la comunicación entre ellos y las oficinas centrales se abran a mayor grado, para que el mensaje de la verdad se propague libremente por toda Francia.”

REAGRUPÁNDOSE DESPUÉS DE LA GUERRA

En 1945 se vio el desplome del régimen nazi y el fin de la guerra. Las condiciones de vida en Francia eran extremadamente difíciles, y las necesidades de la vida escaseaban a los precios oficiales, y eran excesivamente caras en el mercado negro. El enemigo robó la riqueza del país, destruyó las carreteras y las vías férreas, e interrumpió los medios de comunicación. Fue en medio de estas condiciones que, físicamente débiles pero espiritualmente fuertes, los hermanos y hermanas comenzaron a regresar de los campos de concentración.

Para añadir a las dificultades, la obra de los testigos de Jehová en Francia todavía estaba bajo proscripción gubernamental. Pero, puesto que los alemanes se habían marchado, el viajar y la comunicación postal se habían hecho más fáciles. Esto quizo decir que se hizo posible mejor contacto entre las congregaciones y la oficina clandestina de París bajo la dirección del hermano Geiger. Los hermanos Geiger y Delannoy hicieron largos viajes por toda Francia para visitar las congregaciones.

En 1945 la familia de Betel consistía de cinco miembros; el hermano Geiger, tres hermanas y otro hermano. Además de éstos, Emile Delannoy vivía en su hogar en Arcueil, precisamente al sur de París. El abastecimiento de literatura se escondía en otro suburbio de París, y desde allí funcionaba el departamento de envíos.

Una imprenta seglar estaba publicando La Atalaya con el nombre de Etudes bibliques (Estudios bíblicos). Se imprimían 2.300 ejemplares en francés, 1.200 en polaco y 500 ejemplares en alemán. Esto ahorraba un valioso tiempo a los hermanos, pues no había que copiar los artículos a mano.

En 1945 el hermano François Wisniewski, un minero polaco, tuvo una experiencia significativa. Un día, durante el descanso para la comida en su empleo, se sorprendió de ver a un joven quitarse el casco protector de piel y orar antes de comer. Así que le dio testimonio y el hombre aceptó la verdad rápidamente. El nombre de éste era Léopold Jontès, y más tarde éste llegó a ser siervo de sucursal de Francia.

VISITA DE LOS HERMANOS KNORR Y HENSCHEL

La prensa francesa, tanto en la Francia ocupada como en la no ocupada, había publicado un despacho noticiero en enero de 1942 en el cual anunciaba la muerte del hermano Rutherford. Para 1943 las noticias de su muerte y de que había sido sucedido por el hermano Nathan H. Knorr habían llegado hasta el campo de concentración de Dachau. Pero, ¿quién era el hermano Knorr?

Los hermanos franceses conocieron personalmente por primera vez a Knorr el 17 de noviembre de 1945, cuando él y su secretario, el hermano Milton Henschel, hicieron una breve escala en París. Aquella visita duró solo unas pocas horas, pero proveyó oportunidad para considerar la reorganización de la obra y obtener una posición legal. Sin embargo, aquella noche Knorr y Henschel tenían que tomar un tren hacia Berna, aunque prometieron regresar.

Once días después, en la mañana del 28 de noviembre, los hermanos Knorr y Henschel y el intérprete, Alfred Rütimann, llegaron a París por la estación ferroviaria del Este y el hermano Henri Geiger y su hijo los recibieron. Los hermanos visitaron la embajada americana, la Cámara de Comercio americana en París y finalmente a un abogado. Quizás usted recuerde que en octubre de 1939 la obra había sido prohibida en Francia por orden del Ministerio de Gobernación o del Interior. Así que para poder obtener reconocimiento legal para nuestra obra había que encargarse del asunto por medio de los conductos apropiados.

Aquella noche el hermano Knorr habló durante una hora y cuarenta y cinco minutos a 21 hermanos y hermanas de París por medio de un intérprete. Todos estaban muy entusiasmados y expresaron el gozo que sentían por los privilegios de servicio que tenían. El hermano Knorr prometió que haría arreglos para que se les enviara ropa. Él había visto que los hermanos estaban en gran necesidad de recibir esta clase de ayuda material, pues la ropa que tenían estaba vieja y gastada. En cuanto a la ocasión de la llegada de esta ropa con el tiempo, el hermano Geiger escribió:

“El envío prometido —ocho toneladas de ropa para hombres, mujeres y niños— llegó en 75 cajas y fue distribuido entre los hermanos. A muchos se les humedecieron los ojos al sostener en la mano los regalos, y todos dan gracias de todo corazón a los hermanos americanos por este regalo verdaderamente cristiano. Así, muchos hermanos estuvieron mejor equipados para la obra de predicar el evangelio durante el siguiente invierno.”

¿DISMINUCIÓN DURANTE LOS AÑOS DE LA GUERRA?

Quizás usted recuerde que allá en 1939, cuando comenzó la guerra, en Francia se había alcanzado un máximo de 1.004 publicadores del Reino. De seguro que tendría que haber una disminución durante aquellos años difíciles de la guerra. ¡De ninguna manera! ¡El número de publicadores se duplicó a 2.003 publicadores en octubre de 1945! ¡Y como usted podrá darse cuenta, aquellos nuevos publicadores comenzaron a predicar a riesgo de perder la libertad, e incluso la vida!

La asistencia a la Conmemoración de la muerte de Jesucristo también aumentó; de 1.510 concurrentes en 1939 a 3.644 en 1945. Así que, mientras que se habían necesitado cerca de 40 años de actividad para alcanzar en 1939 un total de 1.004 publicadores, tomó solo seis años —los años difíciles de la segunda guerra mundial— duplicar esta cifra. Este es un hecho sobresaliente en la historia moderna de los testigos de Jehová de Francia, un hecho que es testimonio de que Jehová protegió y bendijo a su pueblo.

LA PROSCRIPCIÓN... ¿QUÉ SE HIZO EN CUANTO A ELLA?

Aunque en 1946 la proscripción todavía estaba en vigor, la obra de predicar continuó adelantando. Al principio los hermanos trabajaban de casa en casa y usaban solo la Biblia. Para ayudarles, en 1946 también se organizó la obra de circuito. En aquel tiempo, solo había dos circuitos, y en éstos servían dos hermanos que habían estado en campos alemanes, los hermanos Paul Dossmann y Jean Queyroi. Los hermanos apreciaban grandemente las visitas de los dos “siervos a los hermanos,” como se llamaba entonces a los superintendentes de circuito. Sin embargo, ¿qué se podría hacer para que se levantara la proscripción?

Durante su visita de noviembre de 1945 el hermano Knorr había tenido una entrevista con un influyente abogado francés, Maître Pierre Gide. Sin embargo, los esfuerzos de este abogado habían resultado inútiles. Por eso, los hermanos franceses decidieron ver lo que podían hacer ellos mismos. En el otoño de 1946 hicieron esfuerzos repetidos por entrevistarse con las personas responsables de las diferentes oficinas gubernamentales que estaban deteniendo los trámites e impidiendo el reconocimiento legal de la obra. Sin embargo, en 1947 los asuntos todavía estaban atascados en diferentes oficinas gubernamentales francesas.

Pero entonces los hermanos de París se enteraron de que el muy conocido político francés Léon Blum, el fundador del Partido Socialista Francés moderno y del periódico de este partido, Le Populaire, había estado con algunos testigos de Jehová en un campo de concentración alemán durante la guerra y había expresado admiración por éstos. Aunque Léon Blum se había retirado de la política activa, Francia lo respetaba como uno de sus estadistas más venerables. Por lo tanto los hermanos intentaron conseguir su apoyo.

Sin embargo, se enteraron de que estaba enfermo y no podía recibir visitas, y de que se mantenía en secreto su dirección para evitar que la gente le escribiera. Pero los hermanos averiguaron que el chófer de Léon Blum venía todos los días a la oficina de Le Populaire a recoger la correspondencia de éste. Se escribió una carta al señor Blum, en la cual se le explicaron los problemas de la Sociedad, y la carta se entregó personalmente a su chófer. Unos días después los hermanos de París recibieron una carta del señor Blum en la cual expresaba que estaba dispuesto a ayudar, y que ya había escrito al gobierno recomendando que se quitara la proscripción a nuestra obra. ¡Como resultado de esto, el 1 de septiembre de 1947 la obra de los testigos de Jehová nuevamente fue autorizada legalmente en Francia!

UN NUEVO HOGAR BETEL Y OFICINA

Para facilitar la organización de la obra, el hermano Knorr dio instrucciones de que se vendiera la casa de Enghien-les-Bains y se usara el dinero para comprar en París una propiedad que fuera lo suficientemente grande como para proveer vivienda a la familia de Betel, y que tuviera espacio para la oficina. El hermano Geiger halló una casa apropiada en un tranquilo sector residencial de París, localizado en el 3, Villa Guibert, 83, Rue de la Tour, París 16. De modo que el 1 de octubre de 1947 se cambió a este lugar la dirección oficial de la asociación francesa. Para comenzar, un total de ocho personas, entre ellas el hermano y la hermana Geiger, sirvieron en este nuevo Betel.

ASAMBLEAS CON VISITANTES DE BROOKLYN

Durante los ocho años que estuvo impuesta la proscripción no había sido posible celebrar reuniones públicas. Por lo tanto, el 80 por ciento de los hermanos nunca había asistido a esta clase de reuniones, pues la mayoría de ellos había aceptado la verdad durante los años de la guerra y después. Por lo tanto, ¡qué maravilloso fue el ver a un total de 6.500 personas reunirse libremente en asamblea en 1947 en las ciudades de Lyon, Estrasburgo, París y Douai! Fue un verdadero deleite tener discursantes visitantes de la central mundial de Brooklyn, entre ellos Frederick Franz, Grant Suiter, Hayden Covington, así como los hermanos Knorr y Henschel.

LA MUERTE DE DOS SIERVOS FIELES

Cuando se hicieron arreglos para que en Francia se recibieran de nuevo las revistas normales La Atalaya, los hermanos Dossmann y Queyroi, quienes habían estado visitando las congregaciones, fueron llamados a Betel para ayudar a organizar el departamento de envíos. Así que Emile Delannoy fue enviado a visitar las congregaciones, tal como había hecho a menudo en años anteriores. Pero éste resultó ser su último viaje, pues enfermó y murió el 5 de agosto de 1948. El hermano Delannoy, junto con su esposa, Marie, había servido fielmente a Jehová en Francia por unos 40 años.

Justamente el año anterior Adolphe Weber había terminado su curso terrestre en fidelidad a Jehová. Usted recordará que él fue el hermano suizo que había dado comienzos a la obra en Francia hacía cerca de medio siglo. En varias ocasiones él había ayudado a los hermanos franceses a resistir las tormentosas pruebas que habían sacudido el campo de habla francesa. Todos los hermanos de Francia que conocieron al hermano Weber hablan afectuosamente de él y reconocen el importante papel que desempeñó en el desarrollo de la obra en Francia.

LAS REUNIONES CLANDESTINAS SE HACEN PÚBLICAS

Desde 1939 los hermanos se habían reunido en pequeños grupos familiares, pero a partir de 1947 las congregaciones alquilaban salones para las reuniones. Para entonces, en París había tres congregaciones. Al reanudarse las reuniones en Salones del Reino, hubo algunas sorpresas. La hermana Marcelle Malolepszy relata lo que ocurrió en Besanzón, en Francia oriental:

“Ahora la obra era libre de nuevo. ¡Estábamos muy alegres! En la primera reunión unas personas encontraron a otras en el Salón del Reino y por primera vez se enteraron de que eran Testigos. Un tendero, por ejemplo, descubrió que algunos de sus clientes eran sus hermanos. La hija de un gendarme encontró en el Salón a su ex maestra de la escuela dominical. Es imposible describir el gozo que fue nuestro cuando nos reunimos todos juntos por primera vez. En aquella primera reunión estuvimos presentes unas 80 personas.”

SE REANUDA LA OBRA DE PRECURSOR

Aunque en 1947 en Francia había 2.380 publicadores y 104 congregaciones, no había un solo precursor. Como ya se ha hecho notar, se había dado reconocimiento legal a la obra solo desde septiembre de 1947. Por eso en el Informador francés (ahora Nuestro Servicio del Reino) de diciembre de 1947 se hizo un llamamiento a la obra de precursor, y el próximo año se vio una respuesta excelente.

En enero de 1948, ocho celosos Testigos, incluso la hermana Simone Arnold, comenzaron a servir de precursores. Para agosto había un total de 96 precursores, y entre éstos había 20 precursores de vacaciones. Juntos formaron un feliz y valiente ejército de combate de Testigos —hermanos y hermanas, jóvenes y viejos, solteros y casados— todos dando testimonio a pesar de muchas dificultades. ¡No había ni un solo testigo de Jehová en 60 departamentos de los 90 que componen a Francia! Por lo tanto, el servicio de precursor era vital para dar comienzo a la obra en muchas partes del país.

En 1948 los precursores trabajaron en 49 pueblos diferentes, en algunos de los cuales no había testigos. Muchos fueron enviados a lugares en los cuales solo había grupos aislados de publicadores. De ese modo, en gran parte debido a los diligentes esfuerzos de éstos y a la bendición de Jehová, el número de congregaciones aumentó de 104 en 1947 a 150 en 1950.

COMIENZA LA OBRA DE CIRCUITO

Al albor de 1948 las congregaciones de Francia no recibían visitas de “siervos de circuito.” Pero era patente que había necesidad de que se efectuaran visitas de esa clase. Así que se llamó a Betel a cinco celosos jóvenes precursores, todos entre los 20 y 30 años de edad —Léopold Jontès, Antoine Skalecki, François Baczinski, Raymond Tomaszewski y Thaddée Mlynarski— para que se familiarizaran con los deberes de este servicio. Comenzaron a prestar servicios a las congregaciones el 1 de octubre de 1948.

Estos hermanos jóvenes tenían circuitos grandes. Y puesto que durante aquel tiempo la mayoría de los Testigos de Francia eran pobres y vivían en moradas pequeñas, tenían que estar preparados para muchas penalidades. En pocas ocasiones tenían una habitación para ellos solos. Y ninguno tenía los medios económicos que les permitieran obtener un automóvil o siquiera una motocicleta.

LA CONMEMORACIÓN Y ASAMBLEAS

La Conmemoración o Memorial de la muerte de Jesús que se celebró en Francia en 1948 fue la primera que se celebró públicamente desde 1939. Los hermanos de la región de París se reunieron todos juntos en un salón grande que habían alquilado al sur de la ciudad en el suburbio de Kremlin-Bicêtre. La concurrencia fue de unas 500 personas, a pesar de que para aquel tiempo las 10 congregaciones de la urbe parisiense tenían menos de 300 publicadores. En toda Francia, hubo una concurrencia de 5.912 personas al Memorial, y 407 participaron de los emblemas.

En 1948 se organizaron 10 asambleas de distrito. Un total de 9.235 personas estuvieron presentes para la reunión pública. El libro “Sea Dios Veraz” fue presentado en francés, y resultó ser un maravilloso instrumento para liberar a los católicos franceses del cautiverio a la religión falsa. Por muchos años la mayoría de los que se pusieron de parte de la verdad lo hicieron después de haber estudiado esta ayuda bíblica.

Además, durante 1948 se comenzó a recibir de nuevo la revista La Atalaya en francés. Se organizó la primera campaña de suscripciones a La Atalaya de la posguerra, y durante todo el año se obtuvieron 6.043 nuevas suscripciones.

MAYOR ORGANIZACIÓN DESPUÉS DE LA POSGUERRA

A partir del número de enero de 1948, la ¡Despertad! francesa comenzó a publicar lecciones del libro de texto en inglés Ayuda teocrática para los publicadores del Reino. Esto infundió nuevo entusiasmo en la Escuela Teocrática, que por algún tiempo había estado funcionando con el folleto Curso en el Ministerio Teocrático.

En 1948 comenzó la presentación de discursos públicos en las congregaciones, después que se había levantado la proscripción en septiembre de 1947. Aquéllas fueron las primeras reuniones públicas de esta clase desde 1939.

Entonces, en 1949 llegaron cuatro graduados de Galaad para ayudar en Francia. Dos de ellos fueron enviados de misioneros al puerto marítimo transatlántico de El Havre, en Normandía. Uno de ellos informa una consecuencia de no entender muy bien el francés:

“Frecuentemente veía la nota ‘Chien méchant’ [literalmente: ‘Perro bravo,’ aunque en español se diría: ‘Cuidado con el perro’]. Sin embargo, confundí ‘méchant’ con la palabra inglesa ‘merchant’ (comerciante), así que para mí esta nota significaba: ‘Comerciante de perros’ o ‘Compra y venta de perros.’ ¡Frecuentemente pensaba que era sorprendente el que tanta gente tuviera este oficio en El Havre! Por lo tanto, sin pensar en ningún peligro, empujaba la puerta para abrirla mientras el perro ladraba a mis talones. Con frecuencia el amo de casa se sorprendía de verme allí frente a la puerta, tranquilo y con el perro a mi lado. ¡Nunca jamás me mordieron! Sin duda la gente se preguntaba qué encanto tendría yo sobre los perros. ¡No estaban enterados de que la razón de todo era que yo no conocía bien el francés!”

Los otros dos graduados de Galaad fueron enviados a la sucursal de París, y el propósito particular fue ayudar al hermano Geiger a organizar la obra de predicar en Francia, y en el funcionamiento de la sucursal. Para aquel tiempo la familia de Betel se componía de 12 miembros. Todos deseaban cooperar con las sugerencias que se habían hecho para que las cosas se hicieran de la manera en que el resto del pueblo de Dios las estaba haciendo por todo el mundo, según la dirección del “esclavo fiel y discreto.”

Por lo tanto, por primera vez se celebraron asambleas de circuito en Francia. Estas seguían fielmente el modelo de los programas que suministraba la oficina de Brooklyn. El Libro de cánticos del servicio del Reino, que recientemente había sido publicado en francés, se usó por primera vez en estas asambleas de circuito de 1949.

Otra gran ayuda para los publicadores fue el que se imprimiera una edición francesa del folleto Consejo sobre la organización teocrática para los testigos de Jehová. Esto, junto con la ayuda que ahora estaban dando los siervos de circuito, contribuyó mucho a la unificación de los métodos de predicar y de organizar las congregaciones por toda Francia.

LA OBRA SE IMPULSA HACIA ADELANTE

Todos los esfuerzos que se hicieron en 1949 para organizar la obra en Francia de manera teocrática produjeron abundante fruto en 1950. ¡Del número de publicadores del Reino en 1949, 3.236, se adelantó a 4.526 en 1950, un aumento de 40 por ciento! ¡Hasta se alcanzó un máximo de publicadores de 5.441, más del doble del número promedio de publicadores en Francia dos años antes!

Para satisfacer necesidades que surgieron como resultado de este formidable aumento, se aumentó a 10 el número de circuitos. Durante aquel año, los siervos de circuito recibieron una gran ayuda de parte de dos norteamericanos graduados de Galaad de ascendencia polaca y ucraniana, Stephen Behunick y Paul Muhaluk, que habían sido deportados de Polonia y, antes de regresar a los Estados Unidos, pasaron varios meses en Francia acompañando a los siervos de circuito. Estos trabajaron particularmente en los circuitos septentrionales, donde había muchos hermanos polacos. Además, en 1950 se abrió la obra de precursores especiales en Francia.

El año 1950 fue notable por varias otras razones: Por primera vez hermanos franceses fueron a Galaad; tres en total. Se graduaron en el verano de 1950 en la Asamblea “Aumento de la Teocracia” en el Estadio Yanqui de Nueva York. Entonces otros siete Testigos de Francia asistieron a la clase de Galaad número 16, que comenzó en septiembre de 1950.

En esta memorable Asamblea “Aumento de la Teocracia” en el Estadio Yanqui estuvieron presentes 20 delegados de Francia, entre ellos los hermanos que habían sido invitados a Galaad. Los hermanos franceses recibieron resonancias de aquella maravillosa asamblea por medio de las asambleas de distrito que se celebraron en Francia más tarde durante aquel año. En aquellas asambleas algunos de los delegados franceses presentaron informes animados acerca de las cosas maravillosas que habían visto y oído en Nueva York. La visita a la central mundial en Brooklyn les había impresionado de manera especial.

PRIMERA ASAMBLEA INTERNACIONAL DE LA POSGUERRA

El gran acontecimiento de 1951 fue la primera reunión internacional que se había celebrado en París desde 1937, la Asamblea “Adoración Limpia.” Vinieron delegados de 28 países, incluso de lugares distantes tales como Australia, Nueva Zelanda, las islas Filipinas, la India, África del Sur, Venezuela y Norteamérica. El lugar de asamblea, el Palais des Sports (Palacio de los Deportes), estaba a solo una manzana del hermoso río Sena y a unas manzanas al sur de la muy elevada Torre de Eiffel. Los testigos de Jehová nunca antes habían celebrado en Francia una asamblea que tuviera la magnitud de ésta que habían planeado.

La Atalaya hizo notar que “la asamblea fue como un gran experimento.” “Esta fue la primera vez que se había organizado un servicio de cafetería con comidas calientes, la primera vez que se habían hecho, distribuido y usado bolsas para revistas, la primera vez que se habían hecho arreglos para conseguir trenes especiales. Pero el gran cometido se había emprendido con fe, se habían superado los obstáculos y Dios Todopoderoso impartió su bendición y ayuda. Los resultados: ¡un éxito rotundo! . . . La concurrencia aumentó rápidamente de 6.188 a 10.456 personas para el discurso público anunciado.”

Durante la asamblea, el hermano Knorr explicó que después de muchos años de fiel servicio, y por cuestiones de salud y otras razones, el hermano Henri Geiger sería sustituido por el hermano Léopold Jontès como siervo de sucursal. Los franceses dieron aplausos de aprecio tanto al siervo de sucursal que salía como al que entraba.

UN PERÍODO DE EXTRAORDINARIO DESARROLLO

Para 1951 estaba concluyendo un período de extraordinario desarrollo en la posguerra. Desde 1947 el número de publicadores había aumentado a pasos agigantados. En 1947 hubo un 10 por ciento de aumento sobre el año anterior, y la única razón por la cual no fue mucho más alto fue porque muchos de los hermanos polacos del norte de Francia aceptaron una oferta del gobierno polaco para regresar a Polonia. Entonces, en 1948 hubo un 20 por ciento de aumento, seguido de un aumento de 23 por ciento en 1949, 40 por ciento en 1950 y 34 por ciento en 1951.

Durante un período de cuatro años el número de publicadores se triplicó; aumentó de 2.380 en 1947 a 7.136 en 1951. ¡Tan solo en el año de servicio de 1951 la congregación de la urbe de París creció de 650 a 1.085 publicadores, y 1.065 personas se bautizaron durante el año, lo cual quería decir una por cada siete publicadores de Francia!

Esto significaba que, en sentido espiritual, la mayoría de los publicadores de Francia eran “corderitos” que necesitaban ayuda para adquirir madurez. Por lo tanto, el siguiente período de la historia de los testigos de Jehová en Francia, de 1952 a 1956, fue marcado por un paso más lento en la expansión, y una obra de edificar madurez cristiana en los que ya estaban dentro de las congregaciones.

SE PROSCRIBE “LA ATALAYA,” PERO SE EXTIENDE LA PREDICACIÓN

A partir del número del 8 de enero de 1952, la revista ¡Despertad! francesa se hizo quincenal. Además, se participó en testificar en las calles con la bolsa de revistas, y en aquel año en Francia se colocaron 285.837 revistas La Atalaya y ¡Despertad!, más que en todo otro tiempo anterior de la historia de la obra en Francia. Pero entonces, como una bomba, a fines de diciembre de 1952, la prensa pública presentó la noticia de que la revista La Atalaya había sido proscrita.

El ministro del Interior obró en conformidad con el consejo del director de la Policía de Seguridad, y prohibió la distribución y venta de La Atalaya por toda Francia y territorios franceses. La razón que se dio para la prohibición era que La Atalaya supuestamente incitaba a los jóvenes a no participar en el servicio militar. Pero algunos periódicos franceses expresaron el punto de vista de que esto había sido solamente un pretexto, y que la verdadera razón era que La Atalaya imprimía artículos que mostraban la falsedad de la Iglesia Católica Romana.

A pesar de la proscripción, el 1952 fue un buen año para la obra del Reino. Una razón particular fue que los hermanos comenzaron a esforzarse unidamente por llegar a zonas de Francia donde no vivían Testigos. El Informador (ahora Nuestro Servicio del Reino) francés para el mes de marzo estimuló a los Testigos a predicar durante los meses del verano en territorio que no hubiera sido asignado a las congregaciones. Para aquel tiempo la mayoría de los publicadores franceses vivían en la región minera del norte, donde grandes congregaciones trabajaban el territorio cada dos o tres semanas. Sin embargo no se estaba efectuando la predicación en pueblos grandes de departamentos cercanos. Lo mismo ocurría en el caso de Córcega, una isla del Mediterráneo, que es parte de Francia y está a unos 160 kilómetros de La Riviera. Así que en 1952 dos precursores especiales comenzaron la obra del Reino en Córcega.

SE FORTALECE LA OBRA

En 1953 y 1954 la obra continuó progresando a paso constante; en ambos años se alcanzó un aumento de 9 por ciento en la cantidad de publicadores. Además, en aquellos años se bautizaron 1.657 personas. En enero de 1953 se reorganizaron los circuitos y se aumentaron a 11. Al mismo tiempo se disminuyó a 18 ó 20, en vez de 24, el número de congregaciones que visitaba cada siervo, y esto permitió hacer visitas más frecuentes a las congregaciones. Además de eso, el número de estudios de libro de congregación aumentó grandemente, lo que permitió que más personas pudieran estar presentes y permitió a los conductores dar mejor ayuda a los que la necesitaban.

Otro factor que ayudó a fortalecer la obra en 1953 fue la Asamblea “Sociedad del Nuevo Mundo,” que se celebró en el Estadio Yanqui de Nueva York en el mes de julio. Setenta y dos delegados de Francia estuvieron presentes en esta maravillosa asamblea y tuvieron la oportunidad de visitar el Betel de Brooklyn y la fábrica donde se imprime la literatura. Estas personas fueron como muchas reinas de Sabá que hubieran descubierto que ‘no se les había referido ni la mitad.’

Además, en 1953 se nombró el primer siervo de distrito de tiempo completo de Francia, el hermano Skalecki. Hasta aquel tiempo los hermanos de Betel habían servido en las asambleas de circuito durante los fines de semana, cuando estaban libres del trabajo regular. Al siguiente año el hermano Skalecki comenzó a exhibir por toda Francia la película “La Sociedad del Nuevo Mundo en Acción.” Esta película ayudó a los hermanos a formarse una idea del funcionamiento del hogar Betel y la fábrica de Brooklyn, y eso ayudó a unificar a los hermanos de Francia con la organización administrativa de la central mundial.

FORTALECIMIENTO ADICIONAL

El año de servicio de 1955 en Francia fue otro año en el que se experimentó fortalecimiento de lo que se había logrado en el pasado más bien que un rápido aumento. Hubo un aumento de 6 por ciento en la cantidad media de publicadores, lo cual significó un promedio de 456 más que en 1954. Pero algo muy significativo fue que 1.246 personas se bautizaran. Eso muestra que muchos de los que habían estado publicando las “buenas nuevas” todavía no habían manifestado públicamente que se habían puesto de parte de Jehová por medio de dedicar su vida a Él y simbolizarlo por inmersión en agua. Así que la gran cifra de bautizados para 1955 es prueba de que la organización de Jehová en Francia se estaba fortaleciendo.

Otro rasgo extraordinario de la obra durante aquel año fue el gran aumento en la cantidad de revistas que se colocó en manos del público francés. ¡En 1954 se colocaron 288.902 revistas en manos de la gente, pero en 1955 el número de revistas que se colocó con el público aumentó a 513.236! Aquel año marcó un decisivo punto de viraje en la distribución de revistas, pues desde entonces la cantidad que se colocaba regularmente aumentó por varios centenares de miles cada año por muchos años. Desde luego, todas éstas eran revistas ¡Despertad!, pues continuaba la proscripción de La Atalaya.

OTRA ASAMBLEA INTERNACIONAL EN PARÍS

El gran acontecimiento de Francia durante 1955 fue la Asamblea “Reino Triunfante,” que se celebró en París del 3 al 7 de agosto. En 1951 se había celebrado la primera asamblea internacional de la posguerra en Francia en el mismo Palais des Sports (Palacio de los deportes). En aquella ocasión hubo 10.456 personas presentes para la reunión pública, y 351 se bautizaron. ¿Qué contraste hubo entre la asamblea de 1951 y la de 1955?

Para el día de apertura, 9.701 personas se apiñaron en el edificio, llenaron la arena de la planta baja frente a la plataforma y se sentaron en las hileras de sillas de alrededor, y algunos hasta estaban en la galería superior, bien arriba. Dos días después 774 candidatos al bautismo contestaron con un firme “¡Oui!” (Sí) a las preguntas que les hizo el conferenciante francés en cuanto al bautismo. ¡Y 16.500 personas llenaron hasta el desborde el lugar de la asamblea para oír el discurso público que el hermano Knorr presentó en inglés, traducido al francés, el domingo! El hermano Jontès escribió:

“¡Cuán agradecidos estuvimos a Jehová de que se pudiera efectuar aquella asamblea! ¡Y cuánto nos emocionó ver a los camarógrafos de noticias filmando el servicio de inmersión y también al vasto auditorio que hubo para el discurso público! Centenares de miles de personas vieron estos filmes por toda Francia la semana siguiente. Los testigos de Jehová aparecieron en las noticias.”

PREPARACIONES PARA MAYOR AUMENTO

En 1956 la cantidad media de publicadores aumentó a 8.867, solo 355 más que el promedio del año anterior, únicamente un 4 por ciento de aumento. Sin embargo, 951 personas se bautizaron y 12.801 personas concurrieron a la Conmemoración de la muerte de Jesucristo y 232 participaron de los emblemas. Además, ¡el número de revistas que se colocó en manos del público aumentó de 513.236 en 1955 a 869.841 en 1956! Esta excelente actividad daba indicios de que en el futuro habría mayor aumento.

Las congregaciones iban trabajando en lugar tras lugar para llevar el mensaje del Reino a tantos franceses como fuera posible. Más de 100 congregaciones solicitaron territorio que no estaba asignado a ninguna congregación y visitaron pueblos y aldeas que no habían recibido el testimonio desde antes de la segunda guerra mundial, si es que alguna vez lo habían recibido. Para ayudar a llevar el mensaje del Reino a estas personas, se aumentó el número de precursores especiales de 33 en 1955 a 64 en 1956. Estos fueron asignados a regiones como Bretaña, donde casi no se había predicado anteriormente. En 1956 había 15 graduados de Galaad trabajando activamente en Francia. Las 194 congregaciones francesas fueron divididas en 12 circuitos y, por primera vez, en dos distritos.

La casa de Villa Guihert, que se había comprado en 1947 como vivienda para la familia de Betel así como para oficina sucursal, se había convertido en un local demasiado pequeño, y las perspectivas de que hubiera más aumento significaban que era urgente obtener un local más amplio. Por lo tanto, el 18 de julio de 1956 se compró un terreno de 660 metros cuadrados en Boulogne-Billancourt, un suburbio industrial justamente al oeste de París, conocido mundialmente como el hogar de las gigantescas fábricas de automóviles Renault. Se hicieron planes para construir un edificio de cinco pisos que fuera lo suficientemente grande como para alojar a la familia y tener en él oficinas y una pequeña imprenta. La obra en Francia se iba preparando para más expansión.

COMIENZA UN PERÍODO DE AUMENTO MÁS RÁPIDO

En 1957 se alcanzó por primera vez la marca de 10.000 publicadores del Reino, con un nuevo máximo de 10.954 publicadores. Eso fue un aumento de 12 por ciento sobre 1956. ¡Y tanto la cantidad de horas que se dedicó a la predicación como la cantidad de revistas que se distribuyó pasaron de la marca de un millón! Además, más de 1.100 personas se bautizaron, y 14.488 personas asistieron a la Conmemoración o Memorial. Durante el año se celebró un curso de repaso para todos los siervos de distrito y circuito que rendían servicio a las 212 congregaciones de Francia, las cuales estaban divididas en 14 circuitos y dos distritos.

Mientras tanto, ciertos elementos estaban dando largas a los intentos de comenzar la construcción del nuevo Betel. Finalmente, el 20 de mayo de 1957, se concedió el permiso que se requería para construir; 10 meses después que se había comprado el terreno. Las excavaciones comenzaron el 12 de junio, y para el 2 de octubre de 1957 se habían puesto los fundamentos del edificio. Pero pasó otro año y medio antes que terminara la obra de construcción.

DOS IMPORTANTES ACONTECIMIENTOS SEÑALAN EL 1958

El primero de éstos fue de índole política, pero tuvo efecto directo en la estabilidad de la predicación del Reino en Francia. Debido a la crisis creada por la guerra de Algeria, en Francia se declaró un estado de emergencia y se prohibieron todas las reuniones públicas. Por algún tiempo se temía que una junta militar se apoderara del país, pero el 1 de junio se supo que el general Charles de Gaulle había concordado en ocupar el puesto de jefe de gobierno y a su vez jefe de Estado. Su regreso al poder produjo en Francia un período de estabilidad gubernamental que no se había conocido por décadas.

Puesto que en Francia no hay ninguna ley que conceda exención del servicio militar a ministros de la religión, algunos jóvenes Testigos habían estado en prisión por casi 10 años. El general de Gaulle hizo arreglos para poner en libertad a los que habían estado en prisión por cinco años o más. Posteriormente este gobierno redujo las sentencias de prisión que recibían nuestros hermanos al doble de la duración del servicio militar obligatorio. Esto significaba que si a los jóvenes franceses los llamaban para servir en el ejército por 18 meses, nuestros hermanos tenían que cumplir una sentencia de tres años de prisión. Esto era mucho mejor que la situación anterior en la cual tenían que ir a prisión a la edad de 20 años y no tenían idea alguna de cuándo estarían libres de nuevo.

La estabilidad política fue un factor que contribuyó a otro excelente aumento de 11 por ciento en la cantidad de publicadores del Reino, y se logró un máximo de 12.141. Se formaron veintitrés nuevas congregaciones y se establecieron muchos grupos aislados de publicadores cuando celosos Testigos que tenían espíritu de precursor se mudaron a otros lugares para servir donde había mayor necesidad de ayuda espiritual. La sucursal orientó a éstos, así como a casi 100 precursores especiales, primero hacia las ciudades de 50.000 habitantes o más en las cuales no hubiera Testigos, y entonces, a medida que estas ciudades comenzaron a recibir el testimonio, a pueblos de menos población, comenzando con los más poblados.

Así que la obra comenzó a desarrollarse en ciudades más pequeñas, como Poitiers, Dijon, Annecy, Limoges y Rennes, la antigua capital de Bretaña. Un caso extraordinario fue el de Caen en Normandía. En aquella ciudad, una congregación pequeñita compuesta de un puñado de publicadores se convirtió en una congregación grande en pocos años, y finalmente de ella salieron muchas congregaciones de los alrededores. Por lo tanto, en vez de estar concentrada en ciertas zonas, particularmente en la región minera del norte de Francia, la obra comenzó a esparcirse por toda Francia.

El otro gran acontecimiento de 1958 fue la Asamblea Internacional “Voluntad Divina,” que se celebró por ocho días en Nueva York durante julio y agosto. Hubo 641 delegados franceses presentes —de los cuales, 551 viajaron por avión y 90 por barco— cerca de nueve veces la cantidad que estuvo presente para la asamblea de 1953 en Nueva York. Así que cerca de uno de cada 20 publicadores franceses estuvo presente... ¡una cifra extraordinaria! Esto tuvo un efecto muy fortalecedor y unificador en el campo francés. Aquellos delegados escucharon al hermano Knorr anunciar la fundación de escuelas para entrenamiento en muchas sucursales, así como el informe del progreso que se estaba efectuando en la edificación del nuevo Betel de Francia.

Al resto de los hermanos franceses llegaron vigorosas resonancias de esta maravillosa asamblea en las cinco asambleas de distrito que se celebraron en Francia en septiembre de 1958. En estas asambleas se bautizaron un total de 677 nuevos hermanos. La vigorosa Resolución que se adoptó en Nueva York también se adoptó en aquellas asambleas, y entonces, durante el mes de diciembre, se distribuyeron por toda Francia 1.670.000 tratados con el título “¿Cómo le ha fallado la cristiandad a toda la humanidad?” ¡Qué maravilloso testimonio fue aquél!

EL NUEVO BETEL DE FRANCIA

El nuevo Betel se terminó de construir a principios de la primavera de 1959. Entonces, durante el viernes, sábado y domingo del 17 al 19 de abril, la oficina y el hogar fueron trasladados de Villa Guibert a las nuevas instalaciones en el 81, rue du Point-du-Jour, Boulogne-Billancourt. El nuevo Betel comenzó a funcionar el siguiente lunes.

El edificio de cinco pisos incluía un sótano suficientemente grande para instalar la imprenta. El Salón del Reino y la oficina estaban en el primer piso. En el segundo piso estaba el comedor y la cocina, y había espacio disponible para oficinas. En los pisos tercero, cuarto y quinto había un total de 24 habitaciones. Puesto que la familia de Betel estaba compuesta de solo 17 miembros, había suficiente espacio para expansión, así como lugar para conducir la Escuela del Ministerio del Reino, de la cual el hermano Knorr había hablado originalmente en la asamblea internacional de 1958. Hacia el fin de mayo el hermano Knorr visitó a Francia para ver las nuevas instalaciones, y el 1 de junio dio un discurso a los hermanos de la zona de París, en la Sala Pleyel, a una concurrencia de 2.026 personas.

UNA IMPORTANTE VICTORIA LEGAL

Dos días después, el 3 de junio, el hermano Jontès recibió noticias importantes de parte de un abogado de París. Anteriormente, el 2 de julio de 1957, el hermano Jontès había recibido una citación para que se presentara ante un magistrado examinador. Se le había acusado de incitar a los jóvenes a negarse a prestar servicio militar, acusación que pudo haber significado sentencia de prisión para él y para los hermanos que componían la junta de directores de la Asociación francesa de la Sociedad. Además, la asociación de los Testigos de Jehová en Francia se halló en peligro de ser proscrita.

La investigación judicial del asunto continuó durante 1957 y todo 1958. Finalmente el caso se llevó al tribunal el 16 de febrero de 1959. El hermano Jontès pudo dar un buen testimonio. El 2 de marzo de 1959 se pronunció el veredicto de inocente. Sin embargo, el fiscal apeló de la sentencia y el 20 de mayo de 1959 el caso fue llevado ante el Tribunal de Apelación Número Once. Entonces, el 3 de junio, el abogado de la Sociedad hizo una llamada telefónica al hermano Jontès para informarle que, de nuevo, se había hallado inocentes a los acusados. Esta fue una maravillosa victoria teocrática, y dejó la puerta abierta para incrementar la predicación de las buenas nuevas del Reino en Francia.

En 1959 hubo un excelente aumento de 17 por ciento en el número de Testigos, con un máximo de 13.935 publicadores. Además, el número de congregaciones aumentó de 235 a 254, y esto incluyó nuevas congregaciones en Bastia, en la isla de Córcega, y Rennes, en Bretaña. El número de bautizados alcanzó la notable cifra de 2.106, y 525 de éstos se bautizaron en las seis asambleas de distrito de Francia.

EXPANSIÓN EN 1960

“El año de servicio de 1960 ha sido uno de los más notables que han conocido nuestros hermanos de Francia,” escribió el presidente de la Sociedad, Nathan H. Knorr. Primeramente, el que se pusiera en funcionamiento la nueva imprenta con linotipia, prensas, máquinas de plegar y coser, fue un verdadero acontecimiento importante para la obra en Francia. Los primeros ejemplares del Ministerio del Reino (ahora Nuestro Servicio del Reino) salieron de las prensas de la sucursal de Francia en marzo de 1960. De allí en adelante los hermanos cesaron de imprimir literatura en imprentas seglares; la imprenta local de la Sociedad ha estado satisfaciendo las necesidades de los hermanos, con la excepción de revistas, libros y folletos, que se imprimen en Brooklyn, en Suiza o en Wiesbaden, Alemania.

Se disfrutó de expansión continua en otros campos. El número promedio de publicadores aumentó en 10 por ciento, y se alcanzó un máximo que nunca antes se había alcanzado: 15.439 publicadores. La concurrencia al Memorial dio un salto de la marca de 20.000, y por primera vez se alcanzó la cifra de 23.073 concurrentes. Así, pues, se formaron 26 nuevas congregaciones, y el número de las congregaciones llegó a 280. Para fines del año solamente había tres pueblos franceses con población de más de 20.000 personas que todavía fueran territorio virgen.

RASGO SOBRESALIENTE DE 1961... LA ASAMBLEA “ADORADORES UNIDOS”

Se hicieron arreglos para usar el Estadio Parc des Princes, que está situado al oeste de los límites de París, para celebrar la Asamblea “Adoradores Unidos” del 3 al 6 de agosto. Sin embargo, solo tres meses antes los militares dieron un golpe de estado en Algeria y esto amenazó con empujar a Francia a una horrible guerra civil. Los derechistas lanzaron una campaña terrorista de explosiones de bombas por todo el país y esto creó un ambiente de aprensión. El gobierno canceló todas las reuniones de grandes muchedumbres. Por lo tanto, se canceló el contrato del Estadio Parc des Princes, solo pocas semanas antes de la fecha en que se suponía que empezara la asamblea. Sin embargo, finalmente se obtuvo un permiso especial para celebrar la asamblea en el Estadio Colombes, justamente a las afueras de París.

Aquella situación precaria, junto con la incertidumbre respecto a dónde habría de celebrarse la asamblea, hubiera hecho difícil la situación aun para organizadores de asamblea experimentados. Pero ésta era la primera asamblea al aire libre en Francia, y la primera en la cual los hermanos iban a construir e instalar los arreglos de la cafetería (tiendas de campaña, mesas, calderas, marmitas de vapor, hornos, máquinas de lavar bandejas, y así por el estilo). Finalmente, con la cooperación de todos y el apoyo del espíritu de Dios, todo quedó establecido y listo para el comienzo de la asamblea.

Resultó ser una reunión extraordinaria. Vinieron unos 800 hermanos de España, donde nuestra obra estaba proscrita en aquel tiempo. ¡Pudieron disfrutar de las reuniones en su propio idioma, y libremente! Además, vinieron 80 personas de Portugal. Se pronunciaron discursos simultáneamente en francés, polaco, español y portugués.

Puesto que no se permitió dar publicidad a la asamblea, y ésta se celebraba fuera de París, los hermanos se preguntaban si la asistencia sería mayor que la que hubo para la asamblea internacional de París en 1955. Pues sí, fue mayor; 23.004 personas se reunieron para escuchar el discurso público del hermano Knorr: “Cuando todas las naciones se unen bajo el reino de Dios.” ¡Fue notable que más del 5 por ciento de los concurrentes se bautizaron en la asamblea, es decir, 1.203!

En 1961 se alcanzó otro aumento de 10 por ciento en el número promedio de publicadores, pues se alcanzó un máximo de 17.108 Testigos. En aquel año se inauguró la Escuela del Ministerio del Reino en Francia, y la primera clase, compuesta de siervos de circuito y distrito, se celebró en el hogar Betel de Francia del 13 de mayo al 8 de abril. Entonces, con el transcurso de los años los siervos de congregación y también hermanos y hermanas que servían de precursores especiales, procedentes de Francia, Bélgica y Suiza, asistieron este curso.

AUMENTO DE 100 POR CIENTO EN SIETE AÑOS

En un período de siete años, el número de publicadores de Francia aumentó a más del doble; de un promedio de 8.512 publicadores en 1955 a un promedio de 17.299 en 1962. ¡Había acontecido un maravilloso recogimiento de las “otras ovejas”! Ahora había publicadores en todos los pueblos de más de 20.000 habitantes. Además, 324 superintendentes y precursores especiales ya habían asistido a la Escuela del Ministerio del Reino.

El hermano Henri Geiger, que se había bautizado y había comenzado a prestar servicio activo en 1920, vivió lo suficiente como para ver el maravilloso aumento que había habido desde 1920, cuando solo unas docenas de personas participaban en la predicación. Después que el hermano Jontès fue nombrado para sustituirlo como siervo de sucursal en 1951, el hermano Geiger continuó trabajando en Betel por algún tiempo. Entonces, puesto que su salud iba en deterioro, él y su esposa se fueron a vivir en casa de su hijo. Allí él terminó su carrera terrestre el 29 de agosto de 1962. La historia acerca de su vida apareció en La Atalaya del 1 de agosto de 1964.

SE ASIGNAN PRECURSORES ESPECIALES A PARÍS

Por extraño que parezca, mientras que la obra se extendía rápidamente por toda Francia, los aumentos en París, la capital francesa, no se mantenían al paso con el resto del país. Por eso, se decidió abrir una casa misional en 11, rue de Seine, Boulogne-Billancourt, no muy lejos de Betel. Después de comprada aquella casa, fue ampliada y arreglada por hermanos precursores que fueron llamados a Betel con aquel fin. Este hogar misional comenzó a funcionar el 17 de diciembre de 1962, con precursores especiales que vivían allí y trabajaban en París y en sus alrededores. Este gran edificio también se convirtió en un anexo de Betel. El departamento de envíos de la Sociedad, que había estado localizado en un almacén en otra parte de París, fue transferido a este lugar.

1963 A 1966... CONTINÚA LA BENDICIÓN DE JEHOVÁ

Por los años siguientes continuó la abundante evidencia de que Jehová estaba bendiciendo a su pueblo en Francia. Primeramente, en 1963 se celebró alrededor del mundo la serie de Asambleas “Buenas Nuevas Eternas.” Aunque Francia no fue anfitriona de ninguna de estas asambleas, fue maravilloso ver que unos 11.000 hermanos franceses —más de la mitad de los publicadores del país— asistieron a una de estas asambleas, fuera en Milán, Italia, o en Munich, Alemania. Se hicieron arreglos para que muchos trenes especiales transportaran a los delegados. ¡Y qué excelente banquete espiritual recibieron, incluso la presentación de la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas en francés!

En 1963 el número de Testigos en Francia aumentó por primera vez a más de 20.000. ¡Y entonces en 1964 se alcanzó un aumento de 9 por ciento en el número de publicadores, y más de 2.000 personas se bautizaron! Además, en 1964 la distribución de ¡Despertad! sobrepasó por primera vez la marca de 3.000.000 de ejemplares; y cerca de 1.100 precursores, incluso precursores de vacaciones (auxiliares), estuvieron participando en colocar estas revistas en manos del público.

En 1965 la concurrencia a la celebración del Memorial fue de 34.862 personas, y se alcanzó un nuevo máximo de 22.933 publicadores. La distribución de ¡Despertad! continuó aumentando rápidamente... aquel año se distribuyeron más de 3.500.000 ejemplares entre el público francés. Ahora había 380 congregaciones y 92 grupos aislados en Francia, pero todavía había 94 pueblos con de 5.000 a 12.000 habitantes en los cuales no vivían Testigos. Sin embargo, la testificación progresaba muy bien en las grandes ciudades. Había 11 congregaciones en París, siete en Lyon y cuatro en Niza y en Mulhouse, y había varias otras grandes ciudades que tenían tres congregaciones.

Un rasgo sobresaliente de 1966 fue la organización de 62 nuevas congregaciones, y esto hizo que el número total de congregaciones del país alcanzara la cifra de 442. Estas fueron divididas en 30 circuitos y 3 distritos. Además, durante aquel año se celebraron cinco asambleas de distrito, y la concurrencia a la reunión pública fue de 22.153 personas. En la asamblea de Burdeos, los hermanos franceses tuvieron el privilegio de servir de anfitriones a sus hermanos de Portugal. Puesto que la mayoría de estos hermanos no podían sufragar los gastos de alojamiento, y en los hogares de los hermanos no había suficiente alojamiento para todos, se alquiló un cine que fue convertido en un gran dormitorio doble para hombres y mujeres, equipado con duchas, lavabos y así por el estilo. Los hermanos portugueses apreciaron inmensamente el amor que manifestaron sus hermanos franceses. El hermano Marian Szumiga, siervo de distrito, informó: “Había lágrimas en los ojos de muchos de ellos cuando llegó el tiempo de partir.”

‘ACELERÁNDOLO A SU PROPIO TIEMPO’

Aunque la obra de recoger a las “otras ovejas” había progresado constantemente desde 1963 hasta 1966, podía decirse que ahora era cuando realmente Jehová había comenzado a ‘acelerarla a su propio tiempo.’ (Isa. 60:22) No solo hubo un aumento de 10 por ciento en la cantidad de publicadores durante 1967, sino que la concurrencia a la Conmemoración de la muerte de Jesucristo ascendió notablemente a 41.274 personas, y hubo 143 participantes. Se veía una indicación de que en el futuro habrían aún más aumentos en el número promedio de 19.327 estudios bíblicos que se conducían cada mes en los hogares de la gente; esto era un aumento al comparársele con los 15.964 del año anterior. La actividad de colocar la revista ¡Despertad! en manos del público dio un salto a más de 4.000.000 ejemplares, y se obtuvieron 55.446 nuevas suscripciones.

Aquel verano en Francia se celebraron nueve Asambleas de Distrito “Haciendo Discípulos,” y hubo una concurrencia total de 27.009 personas. En aquellas asambleas se manifestó aprecio especial por los dramas bíblicos. Como prueba del crecimiento acelerado, 2.269 nuevos discípulos se bautizaron durante el año, 960 de éstos en las asambleas de distrito.

CRISIS POLÍTICA Y SOCIAL EN FRANCIA

En la primavera de 1968 Francia fue sacudida por muy serias crisis políticas y sociales. El problema comenzó con manifestaciones de estudiantes, primero en París, en la famosa Sorbona y otras universidades de la zona de París, y más adelante los problemas se extendieron a universidades y escuelas de segunda enseñanza por toda Francia. Por algún tiempo, el Barrio Latino de París se convirtió en un verdadero campo de batalla. Los estudiantes peleaban con la policía, quienes trataban de mantener el orden. Los estudiantes arrancaban adoquines y se los arrojaban a la policía. Los estudiantes derribaron algunos árboles de los famosos bulevares de París para hacer barricadas, quemaron automóviles y destrozaron vitrinas de las tiendas. Hubo centenares de heridos en ambos lados.

Entonces las uniones obreras entraron en la controversia e hicieron sus propias marchas de protesta, y ordenaron una huelga general. Así, durante mayo y junio de 1968 Francia quedó casi paralizada. No había servicio de correos ni de trenes; la actividad industrial cesó. Hasta el tránsito aéreo se detuvo. Por algún tiempo pareció que el régimen de De Gaulle caería, pero las uniones obreras comunistas y no comunistas estaban divididas, y no había unión completa entre los trabajadores y los estudiantes. Así que, finalmente, después que el gobierno y los patronos hubieron hecho algunas concesiones espectaculares, la violencia y las huelgas terminaron. Se celebraron elecciones al fin de junio, y el partido de De Gaulle ganó por amplio margen.

A la sucursal se le hizo imposible intercambiar correspondencia con las congregaciones por casi un mes. Pero los hermanos, fielmente, siguieron adelante con su actividad. Aún mejor, los hermanos aprovecharon el tiempo que se les hizo disponible debido al completo cese del trabajo seglar para dedicar más tiempo al servicio del campo. Por primera vez en Francia el promedio de horas por publicador aumentó a 12 horas.

PROVISIONES PARA EL FORTALECIMIENTO ESPIRITUAL

El hermano Milton Henschel visitó la sucursal de Francia del 7 al 12 de mayo de 1968, justamente al tiempo de las peores demostraciones estudiantiles. Su visita fue muy edificante, pues él dedicó mucho tiempo a la familia en conjunto y animó y alentó a cada individuo. Se marchó de París precisamente a tiempo, pues pocos días después una huelga general paralizó los viajes aéreos. Se había planeado que el hermano Knorr visitara la sucursal en junio, pero debido a la situación no pudo entrar en el país.

Por lo tanto, el hermano Jontès y su auxiliar, el hermano Jean-Marie Bockaert, se reunieron con el hermano Knorr en Bélgica para considerar cómo hacer que llegara más alimento espiritual a los hermanos franceses. Como ya se ha señalado, La Atalaya estaba proscrita en Francia. Sin embargo, se proveían artículos edificantes en un folleto mensual de 64 páginas. Pero ahora se decidió publicar un folleto quincenal de 48 páginas. Desde el 1 de enero de 1969 en adelante se hizo esto, lo cual significó que los hermanos franceses comenzaron a recibir 96 páginas de material traducido cada mes en vez de 64 páginas. El hermano Knorr autorizó la compra de una cuarta prensa impresora para la sucursal francesa para dar atención a este trabajo adicional.

PREPARANDO EL LIBRO “LA VERDAD” EN FRANCÉS

Los acontecimientos políticos de mayo y junio de 1968 tuvieron otras consecuencias imprevistas con relación a los intereses del Reino en Francia. Quizás muchos recuerden que fue en 1968 que se publicó el libro La verdad que lleva a vida eterna. Ahora éste es, después de la Biblia, el libro de más amplia distribución en el mundo occidental; se han distribuido más de 95 millones de ejemplares de él en 112 idiomas. Pues bien, se hicieron arreglos para suministrar a algunas sucursales de habla extranjera las pruebas de imprenta originales del libro La verdad, para que pudieran traducirlo a sus respectivos idiomas. De este modo el libro podía presentarse simultáneamente en algunas de las lenguas de más amplio uso en el mundo.

Todo había marchado bien en la sucursal francesa; un traductor logró traducir el libro en un mes. Parte del manuscrito de la traducción se envió a Brooklyn y llegó bien. Otra parte del manuscrito se envió, cuando, súbitamente, comenzó la huelga del servicio de correos y el manuscrito quedó entre la correspondencia que no pudo seguir su curso.

Se copió de nuevo el manuscrito y se llevó a Bruselas, Bélgica. Entonces hermanos que tenían automóviles formaron un arreglo de transportación de correspondencia entre París y Bruselas; llevaban a Bélgica la correspondencia de la sucursal francesa que había de ser enviada desde Bélgica, y recogían el correo que hubiera sido enviado a Bruselas para Francia. De ese modo se terminó el libro, y por primera vez los franceses recibieron un libro a la misma vez que sus hermanos de habla inglesa. Es cierto que solo hubo unos cuantos ejemplares disponibles en las asambleas del verano, pero al poco tiempo hubo suficientes ejemplares disponibles para todos, y para distribuirlos en el campo.

LA ASAMBLEA “PAZ EN LA TIERRA”

El rasgo sobresaliente de 1969 fue la Asamblea Internacional “Paz en la Tierra,” que se celebró en el Estadio Colombes cerca de París. Esta fue parte de una cadena de estas asambleas, y la primera se celebró a principios de julio en los Estados Unidos. Un total de 334 delegados franceses volaron sobre el Atlántico para asistir a esta reunión de siete días. Pero después la asamblea llegó a Francia, del 5 al 10 de agosto.

Se hicieron arreglos para tener en el estadio una asamblea portuguesa y una reunión para los hermanos de habla polaca de Francia; en conjunto, hubo 78 nacionalidades representadas. Además de los 2.731 concurrentes a la reunión portuguesa y los 600 que hubo en la polaca, vinieron unos 5.000 de Bélgica, 1.000 de Suiza, más de 1.300 de los Estados Unidos, 200 del Canadá, 170 de Inglaterra y 120 de África. Hubo sesiones especiales en inglés, y concurrieron más de 800 personas a éstas.

Los hermanos portugueses tuvieron la más excelente asamblea que habían tenido hasta aquel tiempo. La mayor concurrencia que se había tenido en una asamblea en la historia de la obra en Portugal había sido de 825 personas, en 1968, en Tolosa, Francia. Se calculó que una gran porción de la cantidad de hermanos portugueses que había pudo estar presente en la asamblea de París, y ciertamente gozaron mucho. ¡Hubo 65 delegados de una sola congregación de Lisboa que tenía 90 publicadores! Una hermana estuvo ahorrando por dos años para tener suficiente dinero para hacer el viaje y regresar. Entre los presentes estuvieron hermanos de Angola, las Azores, las islas del Cabo Verde, Madera y Mozambique.

La asamblea comenzó con buen tiempo, y hubo un sol agradable todos los días. Esto fue una bendición, porque el auditorio portugués, polaco y la mitad del francés estaban al descubierto, a la intemperie. Pues bien, ¿cuántas personas habría como cantidad máxima combinada en la asamblea?

Bueno, para el discurso público del domingo: “La venidera paz de mil años,” hubo 47.480 concurrentes... ¡más del doble de la concurrencia que había habido en la anterior asamblea del Estadio Colombes en 1961! ¡Pero mucho más notable fue el hecho de que 3.619 personas se bautizaron, o alrededor del 10 por ciento de lo que fue la concurrencia media durante la asamblea! Este aumento en la cantidad de los testigos de Jehová preocupó al clero, como lo indicó el siguiente comentario que salió en el popular periódico vespertino de París France-Soir, del 6 de agosto de 1969:

“Lo que preocupa al clero de otras religiones no es el medio espectacular de distribución de publicaciones que usan los testigos de Jehová, sino, más bien, el que hagan conversos. Cada testigo de Jehová tiene la obligación de testificar o proclamar su fe por medio de usar la Biblia de casa en casa y trabajar según la dirección de la organización. . . . Las doctrinas de los testigos de Jehová se basan en la Biblia. . . . Creen en un Dios (Jehová), rechazan la trinidad, la inmortalidad del alma y la existencia del infierno y el purgatorio.”

La atención que la prensa, la radio y la televisión prestaron a la asamblea fue sin precedente. En vista de la delicada situación que existía en Francia, no se había hecho nada para atraer a los periodistas a la asamblea. Sin embargo, éstos vinieron sin que se les invitara. La primera mañana hubo 10 periodistas presentes, y al día siguiente aparecieron artículos con fotografías en la primera página de varios diarios matutinos de amplia distribución en Francia. El jueves 7 de agosto hubo un excelente reportaje de televisión que incluyó una secuencia de unos tres minutos en las noticias nacionales de las 8 de la noche, el programa de más telespectadores de Francia. Todo lo que se presentó fue favorable.

¡El mismo día, el influyente Le Monde presentó, en la página de noticias religiosas, un reportaje de 91 centímetros de columna, mientras que solo dedicó, 23 centímetros de columna a los asuntos de la Iglesia Católica! Aparecieron reportajes favorables en todos los mejores periódicos franceses —no en ediciones especiales que se vendieran en los alrededores del estadio para los testigos— sino en las ediciones nacionales, que se venden por toda Francia y por todo el mundo de habla francesa. ¡En total, la prensa francesa imprimió más de 22 metros de columna en artículos y fotografías!

Además, la familia de Betel imprimió dos reportajes de la asamblea que se presentaron durante ésta, primero un reportaje de 16 páginas y luego uno de 32 páginas, junto con fotografías. Esta era la primera vez que se publicaba en francés un reportaje sobre una asamblea en Francia. Además, después de la asamblea aquellos informes sirvieron bien para mostrar a la gente el tamaño y el alcance de la organización de Jehová.

El nuevo cancionero “Cantando y acompañándose con música en su corazón” también se publicó en francés en 1969. Los hermanos lo recibieron poco antes de la asamblea de Colombes, lo cual les dio la oportunidad de aprender las canciones que se usarían durante la asamblea.

EL LIBRO “LA VERDAD” ACELERA LA OBRA

En 1969 se alcanzó un promedio de 29.754 publicadores, un aumento de 12 por ciento para el año. El libro La verdad, que se había presentado el año anterior, tuvo mucho que ver con estos grandes aumentos. Se estaban conduciendo, como promedio, 25.949 estudios bíblicos en los hogares cada semana, y 60.457 personas asistieron al Memorial, en comparación con 49.086 el año anterior. Se bautizaron 4.583, ¡más del doble de la cantidad máxima que se había bautizado en cualquier año hasta aquel tiempo!

Aquella rápida expansión continuó. En 1970 se disfrutó de un 15 por ciento de aumento en la cantidad de publicadores, y a esto siguió otro aumento de un 14 por ciento en 1971. Esto significó que el número de publicadores dio un salto de 26.614 en 1968 a un promedio de 39.026 en 1971... ¡un aumento de más de 12.000 personas en solo tres años! ¡Además, 80.293 personas asistieron a la Conmemoración de la muerte de Jesús en 1971, 30.000 más que hacía tres años! También, se estaban formando nuevas congregaciones en Francia a la proporción de más de una por semana —53 en 1971— para un total de 636 en el país. ¡Seguramente el libro La verdad estaba desempeñando un magnífico papel en ayudar a recoger las ovejas del Señor!

PREPARATIVOS PARA LA ASAMBLEA DE TOLOSA

La Asamblea de Distrito “Nombre Divino” que se celebraría en Tolosa, Francia, sería el rasgo sobresaliente de 1971. Se esperaba a unas 5.000 personas en las sesiones francesas, 5.000 en las portuguesas y 15.000 en las españolas, un total de 25.000 personas. Para esta asamblea trilingüe se reservaron todas las habitaciones de hoteles disponibles y lugares de acampar en Tolosa y sus alrededores. Pero entonces ocurrió lo inesperado.

Comenzó un brote de cólera en España. Se habló de aplicar medidas preventivas. Pero las autoridades estaban muy indecisas en cuanto a prohibir la asamblea, pues aquella decisión no sería del agrado de los comerciantes. Además, tenían temor de que la Sociedad los demandara por daños, puesto que se habían firmado contratos y se habían hecho enormes preparativos. Sin embargo, con el tiempo, según los preparativos de la asamblea continuaban adelante, se recibió finalmente la noticia de que la asamblea había sido prohibida oficialmente. El hermano Jean-Claude Rézer, el superintendente de la asamblea, comentó:

“En realidad los hermanos fueron maravillosos hasta lo último, cuando se anunció la prohibición. . . . Sí, hubo lágrimas, pero con espíritu de devoción cada uno se dio cuenta de que era necesario volver al trabajo y desmantelar todo lo que se había construido en vano. Los hermanos encargados de los diferentes departamentos hicieron bien el trabajo. Los hermanos de España y Portugal nos apoyaron en el trabajo de desmantelar, a la misma vez que trabajaban para celebrar su asamblea en otro lugar.”

BENDICIONES A PESAR DE LA PROSCRIPCIÓN

Casi todos los hermanos de habla francesa pudieron asistir a una de las otras asambleas de Francia. Y casi 900 hermanos de Portugal viajaron en 12 autobuses, un avión fletado y varios automóviles privados a un programa “de emergencia” en Londres. En conjunto, un total de 48.533 personas estuvieron presentes para las Asambleas “Nombre Divino” de Francia, y la maravillosa cantidad de 2.084 personas se bautizaron.

Así, 1971 fue un año magnífico para la expansión teocrática en Francia. Ese año también quedó marcado por una provisión particularmente excelente, el Anuario de los testigos de Jehová en francés. El Anuario no había estado disponible en Francia desde algún tiempo antes de la II Guerra Mundial.

SE HACE NECESARIO OTRO EDIFICIO

Para 1972 el Betel francés en el suburbio occidental parisiense de Boulogne-Billancourt resultaba demasiado pequeño, y ya se necesitaba un edificio más. En particular se necesitaba espacio para el departamento de envíos. En 1959, cuando el Betel de Boulogne quedó terminado, se enviaban a las congregaciones 85.000 libros al año, mientras que para 1972 esta cifra había aumentado a 1.094.231 libros, sin mencionar los folletos, formularios y otros artículos impresos.

Parecía prudente construir este nuevo edificio en algún punto entre París y El Havre, un puerto al oeste de Francia adonde llegaba la literatura que venía de los Estados Unidos. En noviembre de 1970 se localizó una parcela de 73 por 33 metros en un pueblecito normando llamado Louviers, que estaba a aproximadamente los kilómetros tanto de París como de El Havre. Tomó aproximadamente 18 meses vencer las dificultades administrativas, y por esto no se firmó la escritura de propiedad sino hasta el 28 de abril de 1972. El edificio mismo se comenzó a construir el mes siguiente y se terminó en diciembre de ese mismo año.

El edificio es una estructura prefabricada de dos pisos, sumamente atractiva. El exterior está formado de un revestimiento de ladrillos y adornado con paneles esmaltados de color verde. En el primer piso se encuentran una imprenta y un departamento de envíos espaciosos, junto con una cocina, cámaras frigoríficas y un agradable comedor. La lavandería, la biblioteca y 22 habitaciones están en el segundo piso. En total la estructura tiene aproximadamente 2.044 metros cuadrados de espacio.

El 29 de mayo de 1973 se transfirió la imprenta a Louviers. En aquel día lluvioso en Boulogne, fue un espectáculo insólito el ver la manera en que elevaban las prensas y otra maquinaria y las ponían en enormes camiones en la calle fuera de Betel. ¡Los automovilistas y choferes de camión, que se vieron obligados a esperar, estaban tan interesados en lo que estaba sucediendo que olvidaron tocar sus bocinas, lo cual, aunque prohibido, es muy frecuente en los embotellamientos del tráfico en París! Las cuatro prensas, la linotipia, la recortadora y la máquina dobladora finalmente llegaron intactas a Louviers y ya se les estaba usando dos días después.

El día de la dedicación del edificio se fijó para el sábado 9 de junio de 1973, cuando hubo 157 personas presentes para el programa. Varios hermanos hicieron un examen retrospectivo de la obra en Francia. Fue sumamente emocionante darse cuenta del sobresaliente aumento que había habido en la obra, pues la cantidad de personas que se había bautizado tan solo en 1972 había pasado, por primera vez, de 5.000. Además, ¡el hermano a cargo de la imprenta explicó brevemente que en 1960 se habían impreso 291.530 revistas, mientras que en 1972 la producción de revistas alcanzó un total de 1.771.300! Y la cantidad total de impresos de varias clases aumentó de 4.161.994 en 1960 a 32.043.610 en 1972.

ASAMBLEA INTERNACIONAL “VICTORIA DIVINA”

De nuevo el Estadio Olímpico Colombes habría de ser el escenario de una asamblea internacional. El 1 de enero de 1973 se estableció el comité de la asamblea, siete meses antes de comenzar la asamblea. ¡Qué tremenda tarea fue superentender la transformación del estadio en un gigantesco Salón del Reino! ¡Pero qué buen éxito se tuvo en el trabajo!

El centro del estadio, alrededor de la plataforma, fue adornado con macetas en que había miles de plantas que habían sido cultivadas durante varios meses por Testigos que eran horticultores. Un lago artificial en el cual había dos flamencos vivos también sirvió de agradable decoración. El “Club de Carreras de Francia,” propietario del estadio, usó el decorado para ilustrar la portada de su revista deportiva mensual.

Todo estaba listo para el día de apertura, el miércoles 1 de agosto. Un verdadero enjambre de seres humanos invadió el estadio. Los periódicos franceses, que a veces han sido muy críticos e irónicos para con los testigos de Jehová, estuvieron llenos de alabanza para la atenta muchedumbre. El periódico católico La Croix comentó lo siguiente:

“Aunque se habla mucho de ellos debido a su activo proselitismo de casa en casa, los testigos de Jehová hasta ahora solo habían tenido un éxito moderado en Francia. No obstante, su asamblea en Colombes fue en realidad un espectáculo impresionante debido a su impecable organización y sus dramas bíblicos, junto con el sentido que tienen de la responsabilidad.”

El mundo de la prensa aclamó esta asamblea internacional como el acontecimiento extraordinario del verano. Le Monde declaró: “El estadio quedó lleno hasta rebosar de una muchedumbre atenta y estudiosa que despertaría celos en cualquier partido político.”

Ni siquiera los que entregaban los periódicos fueron indiferentes para con el buen comportamiento de los delegados a la asamblea. El hombre que entregaba el Parisien Libéré depositó sus periódicos en montones en la acera con latas para el dinero, y dejó a un solo hombre para que vigilara las cosas. Los delegados, sorprendidos de poder servirse a sí mismos, le preguntaron si no temía que le estafaran. Él contestó: “Oh, no. Hicimos lo mismo en 1969.”

El viernes 3 de agosto un total de 2.703 candidatos se presentó para el bautismo y respondió: “Oui” a las preguntas que se les habían formulado. Fue un momento inolvidable el de su marcha ordenada rumbo a la piscina que solo estaba a unos 500 metros de distancia. El Journal du Dimanche comentó lo siguiente acerca de este suceso extraordinario:

“No todo el mundo puede llegar a ser testigo de Jehová, y de súbito descubrir la ‘verdad’ de éstos como un golpe inesperado. Se necesita paciencia, tiempo, valor y una fe cristiana extremadamente profunda. Pero uno también tiene que aceptar los preceptos que se establecen en las leyes bíblicas.”

Las asambleas de Colombes han sido puntos sobresalientes en la historia teocrática en lo que tiene que ver con el progreso espiritual en el campo francés. A este lugar concurrieron 23.004 personas en 1961, y en 1969 hubo 47.480. ¿Qué hay de 1973? Pues bien, cuando llegó el momento para el discurso público del domingo, “Victoria divina... su significado para la humanidad angustiada,” ¡una inmensa muchedumbre de 60.241 personas llenó el inmenso estadio hasta rebosar!

LA “TRADUCCIÓN DEL NUEVO MUNDO”... EN FRANCÉS

Allá en 1963 se produjo la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas en francés. Por fin, once años más tarde, los hermanos recibieron con muchísimo entusiasmo la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras completa, en francés. En Francia la importancia de esta nueva publicación tomó proporciones especiales. ¿Por qué? La situación exige que suministremos un poco de historia.

Los papas llaman a Francia “la hija mayor de la Iglesia,” y hasta el día de hoy el 85 por ciento de la población francesa afirma ser católica. Cuando uno toma en cuenta que antes de la revolución francesa de 1789 había un sacerdote por cada 110 habitantes, y que más recientemente, en 1970, todavía había un sacerdote, monje o monja por cada 297 residentes, se pone de manifiesto que la Iglesia Católica Romana ha estado en muy buena posición para enseñar al pueblo francés la Biblia.

Sin embargo, por siglos los sacerdotes pusieron en vigor la regla que estableció el Concilio de Tolosa en 1229: “El lego no debe poseer los libros del viejo y el Nuevo Testamento.” Es cierto que desde los años cincuenta de este siglo se han publicado en francés varias Biblias católicas, como la Biblia de Jerusalén, pero puesto que son relativamente costosas, pocos hogares han adquirido una. Así, con la publicación de la Traducción del Nuevo Mundo en francés, hasta las más pobres familias francesas han podido obtener una Biblia completa. Desde 1974 casi 800.000 ejemplares de esta excelente traducción se han enviado a las congregaciones para que se les distribuya en el campo francés.

SE PROVEE UNA ESPERANZA MOVEDORA

Aunque por lo general la vida del pueblo francés ha mejorado desde un punto de vista material, muchos se sienten desilusionados y confusos, pues les falta estabilidad en la vida. Se sienten desesperanzados al verse acosados por problemas, pues su religión no les ha suministrado fortaleza espiritual ni verdadera esperanza. El mensaje del Reino a menudo ha tenido en tales personas un efecto transformador que de veras ha sido provechoso. Relatemos solo un ejemplo:

Una señora que había sufrido una crisis nerviosa debido a los muchos problemas a los que se enfrentaba, decidió matar a sus tres hijos y entonces suicidarse. Sin embargo, antes de poner en acción su terrible plan, explicó a Dios su angustia en oración. Limpió su apartamento, escribió cartas de despedida a su esposo y su madre y sacó afuera la basura, a fin de dejarlo todo en perfecto orden.

Pero al bajar las escaleras se encontró con dos Testigos que le hablaron e hicieron arreglos para una revisita. Al regresar a su apartamento, la joven pensó en la cita que había hecho con los Testigos, y decidió posponer su suicidio por una semana. Una semana más tarde los Testigos llegaron a la hora convenida, y después de una breve introducción se comenzó un estudio con el libro La verdad. Pocas semanas después la señora estaba en tan mal estado de salud que fue preciso llevarla al hospital. Durante las cinco semanas que estuvo allí, los Testigos la visitaron con regularidad para inquirir acerca de su salud.

Una vez que la señora salió del hospital, se continuó el estudio, y ella hizo todo lo que pudo para asistir a las reuniones con sus hijos, aunque vivía muy lejos del Salón del Reino. La Palabra de Dios le era tan estimulante que ella testificaba a toda persona con quien se encontraba, con excelentes resultados. Sí, ¡ella no fue la única que se bautizó, pues también su madre y su esposo estudiaron y con el tiempo emprendieron la obra de testificar!

Felizmente, personas de todas las edades y condiciones están aprendiendo las verdades bíblicas, y la vida de éstas se está transformando a medida que se dan cuenta de la expectativa segura de disfrutar del don divino de la vida eterna. Así, en 1974 hubo 8.689 nuevas personas que respondieron a la bondad de Dios y se bautizaron. ¡Eso significa que, como promedio, día y noche, cada hora una persona en Francia estaba convirtiéndose en cristiano bautizado! En 1974 había más de 53.000 Testigos activos en la obra de predicar y hacer discípulos cada mes, y condujeron más de 36.000 estudios bíblicos. Además, en aquel año hubo una concurrencia de 110.330 personas al Memorial.

SE REMUEVE LA PROSCRIPCIÓN DE “LA ATALAYA”

En 1975 hubo un acontecimiento importante en la historia de los testigos de Jehová en Francia. Fue la remoción de la proscripción que por 22 años hubo sobre la revista La Atalaya. Desde enero los hermanos franceses empezaron a recibir las revistas para su estudio personal. Entonces, algunas semanas después, se regocijaron cuando La Atalaya estuvo disponible para la actividad de testificar de casa en casa.

SE PROVEE PARA LAS NECESIDADES ESPIRITUALES DE TODOS

Quizás usted recuerde que en 1952 dos precursores comenzaron la obra de testificar en Córcega, que es parte de Francia. Pues bien, 15 años más tarde, en 1967, había dos congregaciones allí. En 1969 se formó una tercera congregación, y por primera vez se celebró una asamblea de circuito en la isla en 1970. Desde entonces se han enviado varios precursores especiales a la isla, y en 1978 había 431 publicadores organizados en nueve congregaciones.

El pequeño principado independiente de Mónaco en la costa del Mediterráneo está bajo la jurisdicción de la sucursal de Francia. Como quizás usted sepa, es aquí donde está el famoso casino de juego de Montecarlo. Aunque está prohibido dar testimonio de casa en casa entre los 27.000 habitantes de Mónaco, los publicadores de la congregación francesa de Beausoleil han predicado allí con regularidad. Para 1978 había siete Testigos activos en Mónaco.

También se están atendiendo las necesidades espirituales de las personas de habla extranjera. Así, para 1975 había 17 congregaciones portuguesas y 16 congregaciones hispanas en Francia, sin mencionar una congregación griega y dos congregaciones alemanas. Además, había 24 grupos portugueses y 12 grupos hispanos asociados con las congregaciones francesas. ¡Qué animador ha sido ver que todas estas personas de diferentes partes de la Tierra han podido aprender la verdad en su propia lengua!

MÁS CLASES DE LA ESCUELA DEL MINISTERIO DEL REINO

Como se hizo notar antes, la Escuela del Ministerio del Reino se inauguró en Francia en marzo de 1961. El propósito de ésta era ayudar a los ancianos de las congregaciones a cumplir cabalmente con sus responsabilidades bíblicas. Para diciembre de 1971 un total de 93 clases habían disfrutado de los servicios del curso, la duración del cual, después de la clase número 28, se cambió de un mes a dos semanas.

Después de suspenderse por más de tres años, la escuela comenzó a funcionar de nuevo en febrero de 1975, con un nuevo libro de texto para la enseñanza. Durante aquel año 2.043 ancianos se beneficiaron de este nuevo curso. Los más de 5.300 ancianos de Francia finalmente asistieron a un curso revisado de dos días de duración en el transcurso de un período de seis semanas en 1978. ¿Se beneficiaron de este curso los ancianos? Un anciano respondió bien a esta pregunta, al explicar: “Damos gracias a la atenta organización de Jehová por darnos un esclarecimiento cada vez mayor para ayudarnos a edificar a nuestros hermanos de la congregación.”

SE AÑADE UN SEGUNDO EDIFICIO

En 1973, cuando se dedicó el edificio auxiliar de Louviers, se creía que éste se encargaría de las necesidades de Francia hasta la “grande tribulación.” Aun cuando se compró una parcela en Incarville (una aldea en las afueras de Louviers) en 1974, no se pensó en construir otro edificio auxiliar, sino solo un Salón del Reino. Pero el rápido crecimiento de la obra del Reino pronto cambió nuestro modo de pensar. Finalmente, el 2 de abril de 1976 se recibió permiso para erigir un edificio de dos pisos, con 2.483 metros cuadrados de espacio.

Se envió una circular a todas las congregaciones de Francia en la que se pedían voluntarios que tuvieran experiencia en construcción. Puesto que los hermanos no estaban muy satisfechos con el edificio prefabricado de Louviers, decidieron construir el nuevo edificio ellos mismos. Un hermano con experiencia en construcción se ofreció para coordinar la obra como parte de un comité de construcción, bajo la superintendencia del Comité de la Sucursal y el Cuerpo Gobernante.

La obra progresó conforme a los planes hasta el 8 de diciembre de 1976, cuando el Cuerpo Gobernante sugirió que se construyera un tercer piso, lo que agregaría 10 habitaciones. Así, nuestro arquitecto diseñó nuevos planos, que fueron sometidos a análisis. Se nos concedieron así otros 390 metros cuadrados de espacio, lo cual aumentó el total de espacio del edificio a 2.873 metros cuadrados.

Por fin, el nuevo edificio fue terminado, y el sábado 13 de mayo de 1978 el hermano Raymond Franz, del Cuerpo Gobernante, pronunció el discurso de dedicación en francés. El edificio de Incarville ahora aloja a los hermanos de Betel que trabajan en Louviers, además de albergar el departamento de envíos. Casi todas las 34 habitaciones de los pisos segundo y tercero están ocupadas. Al presente la familia de Betel francesa cuenta con un total de 136 miembros, de los cuales 46 están en Boulogne y 90 en Louviers-Incarville.

ABUNDANCIA DE NUEVAS PUBLICACIONES

En los últimos años se ha logrado producir una tremenda cantidad de trabajo en lo que a traducción se refiere, y así se han suministrado en francés casi todas las publicaciones que están disponibles en inglés. A partir de 1976, hasta el Watch Tower Publications Index (Índice de publicaciones de la Watch Tower) se ha publicado en francés, y así el francés ha sido el primer idioma en que ha aparecido este Index (Índice), aparte del inglés. Además, las grabaciones en “cassette” de los libros de la Biblia se han producido en francés, y se han distribuido más de 12.000 juegos de cassettes del libro de Juan en 28 países.

LAS ASAMBLEAS “FE VICTORIOSA”

Puesto que el Estadio Colombes se había llenado a su capacidad máxima en 1973, el comité de la sucursal organizó seis asambleas “Fe Victoriosa” por toda Francia para 1978. ¡Y esto fue muy bueno, pues la concurrencia total llegó a 83.419 personas... 23.178 más que en 1973!

En la mañana del viernes, los delegados compartieron con otras personas su fe victoriosa cuando testificaron a los habitantes de la localidad. En París una joven dio la bienvenida a los testigos de Jehová diciendo: “La visita de ustedes es providencial. Era imprescindible que hablara con alguien. Ya he tenido tres crisis nerviosas y hasta he querido suicidarme.” Entonces confió a los Testigos que sentía la necesidad de acercarse a Dios. Se hicieron arreglos para que ella viniera con una amiga al discurso público.

PERSPECTIVAS DE MAYOR CRECIMIENTO

La gente sigue respondiendo al mensaje del Reino. Esto se manifiesta en el hecho de que en el Memorial o Conmemoración de la muerte de Jesucristo de 1979 hubo una concurrencia de 133.584 personas en Francia. Esto excede por 9.810 al número de personas que concurrió tan solo dos años antes. Y el hecho de que esta concurrencia al Memorial sea el doble de los aproximadamente 67.000 publicadores del Reino que hay en Francia muestra grandes posibilidades de que la obra del Reino continúe creciendo.

Para fines de 1978 ya había 1.188 congregaciones, 60 circuitos y seis distritos en Francia. Hay 28 congregaciones en París mismo, y 116 en los alrededores más cercanos a París, lo que hace un total de 144 congregaciones. Hay 17 congregaciones en Marsella, 11 en Lyon, 10 en Niza, 8 en Nantes, 8 en Tolosa, 7 en Grenoble, 7 en Mulhouse y 5 en Caen, y muchos otros poblados franceses tienen dos o tres congregaciones.

Cuando meditamos en la manera en que la obra ha crecido de solo un puñado de cristianos animosos y resueltos a principios del siglo, en verdad podemos ver que Jehová ha bendecido a su pueblo. Ciertamente confiamos en que este relato anime a todos los que lo lean a avanzar con paso firme en el servicio de Jehová, teniendo presente que todos los sucesos que se declaran aquí prueban la veracidad de las siguientes palabras del apóstol Pablo: “Porque no podemos hacer nada contra la verdad, sino solo a favor de la verdad.”—2 Cor. 13:8.

[Ilustración en la página 41]

1900

Adolphe Weber, un leñador suizo, dio comienzo a la obra de predicar en Francia

[Ilustración en la página 73]

1931

(Al fondo) Oficina de París desde 1931 hasta 1940

(Al frente) El hermano Rutherford con personal de las oficinas francesa y suiza

[Ilustración en la página 76]

1932

En Francia se usaron unas 100 motocicletas para esparcir el mensaje del Reino

[Ilustración en la página 81]

1933

El mostrador de la Sociedad en una exhibición de París. En los años treinta, varios libros ganaron medalla de oro

[Ilustración en la página 84]

1937

Publicadores de la Congregación de Sin-le-Noble con el vehículo con altavoz que usaban

[Ilustración en la página 104]

1945

La reunión de Emma, Adolphe y Simone Arnold tras años de separación durante la segunda guerra mundial

[Ilustración en la página 121]

1948

Testificando con letreros en bicicleta, anunciando discursos públicos

[Ilustración en la página 125]

1951

PARÍS—Primera asamblea internacional posbélica. 10.456 personas de 28 países asistieron

[Ilustración en la página 136]

1959

Nuevo Betel completado en Boulogne-Billancourt

[Ilustración en la página 152]

1972

Anexo de Betel construido en Louviers

[Ilustración en la página 160]

1978

Segundo anexo de Betel construido en Incarville, Normandía

[Mapas en la página 37]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

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