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Mensaje de esperanza para los desalentados cautivos

Mensaje de esperanza para los desalentados cautivos

Capítulo 16

Mensaje de esperanza para los desalentados cautivos

Isaías 55:1-13

 1. Describa la situación de los judíos desterrados en Babilonia.

 ERA un período sombrío de la historia de Judá. El pueblo del pacto divino había sido arrancado de su tierra y ahora languidecía cautivo en Babilonia. Hay que reconocer, sin embargo, que disfrutaban de cierta libertad para desempeñar sus quehaceres diarios (Jeremías 29:4-7). Algunos aprendieron oficios o montaron negocios a (Nehemías 3:8, 31, 32). Con todo, la vida no era fácil para ellos, pues estaban sometidos, tanto en sentido físico como espiritual. Veamos de qué forma.

 2, 3. ¿Cómo repercutió el exilio en la adoración de los judíos a Jehová?

2 Cuando los ejércitos babilónicos destruyeron Jerusalén en el año 607 a.E.C., hicieron más que devastar una nación; también asestaron un golpe a la adoración verdadera. Saquearon el templo de Jehová y lo arrasaron, además de desbaratar la estructura del sacerdocio llevándose cautivos a algunos miembros de la tribu de Leví y matando a otros. Sin casa de adoración ni altar ni sacerdocio organizado, a los judíos les resultaba imposible ofrecer sacrificios al Dios verdadero del modo prescrito en la Ley.

3 Aun así, los judíos fieles podían conservar su identidad religiosa si practicaban la circuncisión y seguían la Ley al grado posible, por ejemplo, absteniéndose de alimentos prohibidos y observando el sábado. Pero de ese modo se exponían a las burlas de sus captores, ya que para los babilonios, los ritos religiosos judíos eran necedades. Las siguientes palabras del salmista reflejan bien el desaliento de los exiliados: “Junto a los ríos de Babilonia... allí nos sentamos. También lloramos al acordarnos de Sión. Sobre los álamos en medio de ella colgamos nuestras arpas. Porque allí los que nos tenían cautivos nos pidieron las palabras de una canción, y los que se mofaban de nosotros... regocijo: ‘Cántennos una de las canciones de Sión’” (Salmo 137:1-3).

 4. ¿Por qué era inútil que los judíos buscaran la liberación en otras naciones, pero a quién podían recurrir?

4 ¿A quién, entonces, podían acudir los cautivos judíos en busca de consuelo? ¿De dónde vendría su salvación? No de las naciones vecinas, desde luego, pues ninguna de ellas podía hacer frente a los ejércitos babilónicos, y muchas tenían una actitud hostil hacia los judíos. Pero no todo estaba perdido. Jehová, contra quien se habían rebelado cuando eran un pueblo libre, les dirigió misericordiosamente una invitación alentadora, a pesar de que estaban en el destierro.

“Vengan al agua”

 5. ¿Qué significan las palabras “vengan al agua”?

5 Mediante Isaías, Jehová habla en tono profético a los judíos cautivos en Babilonia: “¡Oigan, todos ustedes los sedientos! Vengan al agua. ¡Y los que no tienen dinero! Vengan, compren y coman. Sí, vengan, compren vino y leche hasta sin dinero y sin precio” (Isaías 55:1). Estas palabras están cargadas de simbolismo. Por ejemplo, analicemos la invitación “vengan al agua”. Sin agua, no hay vida. Los seres humanos solo podemos sobrevivir alrededor de una semana sin el preciado líquido. Por consiguiente, resulta adecuado que Jehová utilice la metáfora del agua para referirse a su mensaje, por el efecto que este tendrá en los judíos cautivos. Los reconfortará, como una bebida fría en un día caluroso. Les levantará el ánimo y saciará su sed de verdad y justicia. Les hará concebir la esperanza de ser liberados del cautiverio. Ahora bien, para recibir estos beneficios, tendrán que beber el mensaje divino, prestarle atención y actuar en consecuencia.

 6. ¿Qué beneficios recibirán los judíos si compran “vino y leche”?

6 Jehová ofrece también “vino y leche”. La leche fortalece físicamente a los niños y favorece su crecimiento. Del mismo modo, las palabras de Jehová fortalecerán a su pueblo en sentido espiritual y le ayudarán a afianzar su relación con él. ¿Y qué se puede decir del vino? Esta bebida, que suele servirse en ocasiones festivas, se asocia en la Biblia con la prosperidad y el regocijo (Salmo 104:15). Al decir a su pueblo que “compren vino”, Dios les asegura que si regresan de todo corazón a la adoración verdadera, “nada sino gozoso[s]” llegarán a estar (Deuteronomio 16:15; Salmo 19:8; Proverbios 10:22).

 7. ¿Por qué es extraordinaria la compasión de Jehová para con los desterrados, y qué nos enseña esto sobre él?

7 ¡Qué misericordioso de parte de Jehová ofrecer tal estímulo espiritual a los desterrados! Su compasión resulta todavía más extraordinaria si tenemos en cuenta el historial de rebeldía de los judíos. No merecen en modo alguno la aprobación de Jehová. No obstante, tal como escribió el salmista David siglos antes, “Jehová es misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa. No por todo tiempo seguirá señalando faltas, ni hasta tiempo indefinido se quedará resentido” (Salmo 103:8, 9). Lejos de volver la espalda a su pueblo, Jehová da el primer paso hacia la reconciliación. Verdaderamente, es un Dios que “se deleita en la bondad amorosa” (Miqueas 7:18).

Confían en quien no deben

 8. ¿En quiénes han confiado muchos judíos, y pese a qué advertencia?

8 Hasta el momento, muchos judíos no han demostrado plena confianza en Jehová como salvador. Antes de la caída de Jerusalén, por ejemplo, sus gobernantes buscaron la ayuda de naciones poderosas, como Egipto y Babilonia, lo que pudiera compararse a prostituirse con ellas (Ezequiel 16:26-29; 23:14). Con razón Jeremías les advirtió: “Maldito es el hombre físicamente capacitado que cifra su fiada expectativa en el hombre terrestre y realmente hace de la carne su brazo, y cuyo corazón se aparta de Jehová mismo” (Jeremías 17:5). Sin embargo, eso fue precisamente lo que hizo el pueblo de Dios.

 9. ¿En qué sentido puede que muchos judíos estén “pagando dinero por lo que no es pan”?

9 Ahora son esclavos de una de las naciones en las que depositaron su confianza. ¿Han aprendido la lección? Parece que muchos de ellos no, pues Jehová les pregunta: “¿Por qué siguen pagando dinero por lo que no es pan, y por qué es su afán por lo que no resulta en satisfacción?” (Isaías 55:2a). Si los judíos cautivos están confiando en alguien que no sea Jehová, están “pagando dinero por lo que no es pan”. Babilonia no los va a liberar, ni mucho menos, pues tiene por norma no permitir el regreso de los cautivos a su tierra natal bajo ninguna circunstancia. Lo cierto es que la imperialista, mercantilista e idólatra Babilonia no puede ofrecer nada a los judíos expatriados.

10. a) ¿Cómo premiará Jehová a los judíos exiliados si le escuchan? b) ¿Qué pacto hizo Jehová con David?

10 Jehová implora a su pueblo: “Escúchenme atentamente, y coman lo que es bueno, y halle su alma su deleite exquisito en la grosura misma. Inclinen su oído y vengan a mí. Escuchen, y su alma se mantendrá viva, y prestamente celebraré con ustedes un pacto de duración indefinida respecto a las bondades amorosas para con David, que son fieles” (Isaías 55:2b, 3). La única esperanza de estos judíos desnutridos en sentido espiritual radica en Jehová, quien ahora les habla proféticamente mediante Isaías. Su misma vida depende de escuchar el mensaje de Dios, pues él indica que si lo hacen, “su alma se mantendrá viva”. Pero ¿cuál es el “pacto de duración indefinida” que Jehová celebrará con los que respondan a sus palabras? Tal pacto es “respecto a las bondades amorosas para con David”. Siglos antes, Jehová prometió a David que su trono llegaría a estar “firmemente establecido hasta tiempo indefinido” (2 Samuel 7:16). Por consiguiente, el “pacto de duración indefinida” que se menciona en este versículo está relacionado con la gobernación.

Heredero permanente de un Reino eterno

11. ¿Por qué puede parecerles improbable a los desterrados en Babilonia que se cumpla la promesa de Dios a David?

11 Debe admitirse que la idea de que gobierne un descendiente de David puede parecer improbable a los judíos exiliados. Al fin y al cabo, han perdido su tierra e incluso han dejado de ser una nación. Sin embargo, dicha situación es temporal. Jehová no ha olvidado su pacto con David. Prescindiendo de lo inverosímil que parezca desde un punto de vista humano, el propósito de Dios tocante a un Reino eterno en manos de un descendiente de David se cumplirá. Pero ¿cómo y cuándo? En el año 537 a.E.C., Jehová libera a su pueblo de Babilonia y lo repatría. ¿Se instaura entonces un reino de duración indefinida? No, pues los judíos siguen estando bajo la dominación de un imperio pagano, en este caso Medopersia. “Los tiempos señalados” para que las naciones gobiernen aún no han concluido (Lucas 21:24). Sin rey en Israel, la promesa de Jehová a David quedará sin cumplirse durante siglos.

12. ¿Qué paso dio Jehová hacia el cumplimiento de su pacto del Reino con David?

12 Más de quinientos años después de la liberación de Israel del cautiverio babilónico, Jehová dio un paso importante hacia el cumplimiento del pacto del Reino: transfirió la vida de su Hijo primogénito, el principio de su creación, de la gloria celestial a la matriz de una virgen judía llamada María (Colosenses 1:15-17). Cuando el ángel de Jehová se lo anunció a María, le dijo: “Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y Jehová Dios le dará el trono de David su padre, y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá fin” (Lucas 1:32, 33). Así pues, Jesús nació en la línea real de David y heredó el derecho a ser rey. Una vez entronizado, gobernaría “hasta tiempo indefinido” (Isaías 9:7; Daniel 7:14). De este modo quedaron abiertas las puertas para que se cumpliera la promesa centenaria que Jehová le hizo a David de darle un heredero permanente.

“Comandante a los grupos nacionales”

13. ¿En qué sentido fue Jesús “testigo a los grupos nacionales” tanto durante su ministerio como después de su ascensión?

13 ¿Qué haría este futuro rey? Jehová indica: “¡Miren! Lo he dado como testigo a los grupos nacionales, como caudillo y comandante a los grupos nacionales” (Isaías 55:4). Al llegar a la edad adulta, Jesús se convirtió en el representante de Jehová en la Tierra, su testigo a las naciones. Mientras fue humano, centró su ministerio en “las ovejas perdidas de la casa de Israel”. Sin embargo, poco antes de ascender al cielo, dijo a sus seguidores: “Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones [...]. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas” (Mateo 10:5, 6; 15:24; 28:19, 20). De modo que, con el tiempo, el mensaje del Reino se llevó a los no judíos, y algunos de ellos participaron en el cumplimiento del pacto hecho con David (Hechos 13:46). Así, aun después de su muerte, resurrección y ascensión al cielo, Jesús continuó siendo “testigo [de Jehová] a los grupos nacionales”.

14, 15. a) ¿Cómo demostró Jesús ser “caudillo y comandante”? b) ¿Qué esperanza abrigaban los seguidores de Jesús del siglo primero?

14 Jesús tenía que ser también “caudillo y comandante”. En armonía con esta designación profética, cuando estuvo en la Tierra asumió las responsabilidades de su jefatura y tomó la iniciativa en todo, atrayendo a multitudes, enseñándoles las palabras de la verdad e indicando los beneficios que reciben quienes siguen su dirección (Mateo 4:24; 7:28, 29; 11:5). Enseñó con eficacia a sus discípulos y los capacitó para emprender la campaña de predicación que tenían por delante (Lucas 10:1-12; Hechos 1:8; Colosenses 1:23). En solo tres años y medio, Jesús puso los cimientos para una congregación unida e internacional compuesta de miles de miembros de muchas razas. Solo un “caudillo y comandante” genuino pudiera haber realizado una tarea de tal magnitud. b

15 Los que formaban parte de la congregación cristiana del siglo primero estaban ungidos con el espíritu santo de Dios y abrigaban la esperanza de gobernar con Jesús en su Reino celestial (Revelación 14:1). Pero la profecía de Isaías apunta a una época posterior a la de los primeros cristianos. Las pruebas indican que Jesucristo no empezó a gobernar como Rey del Reino de Dios sino hasta 1914. Poco después de este año se dio entre los cristianos ungidos de la Tierra una situación que tuvo muchos paralelos con la de los judíos desterrados del siglo VI a.E.C. De hecho, lo que sucedió a estos cristianos constituye un cumplimiento mayor de la profecía de Isaías.

Cautiverio y liberación modernos

16. ¿Qué dificultades surgieron después del entronizamiento de Jesús en 1914?

16 El entronizamiento de Jesús en 1914 estuvo marcado por dificultades sin precedentes en nuestro planeta. ¿Por qué razón? Porque al asumir el poder real, Jesús expulsó del cielo a Satanás y a los demás espíritus perversos. Una vez confinado a la Tierra, Satanás empezó a guerrear contra los santos que quedaban en ella, el resto de cristianos ungidos (Revelación 12:7-12, 17). Su lucha alcanzó un punto culminante en 1918 cuando prácticamente se paralizó la predicación pública y algunos miembros destacados de la Sociedad Watch Tower fueron encarcelados por cargos falsos de sedición. Aquello condujo a los siervos modernos de Jehová a un cautiverio espiritual que recordaba el cautiverio físico de los judíos de la antigüedad y que les ocasionó un gran oprobio.

17. ¿Qué cambio experimentó la condición de los ungidos en 1919, y cómo se fortalecieron?

17 No obstante, la condición de cautivos de los siervos ungidos de Dios no duró mucho. El 26 de marzo de 1919, los miembros de la Sociedad presos fueron liberados, y posteriormente se retiraron todos los cargos formulados contra ellos. Jehová derramó espíritu santo sobre su pueblo liberado, vigorizándolo así para acometer la obra que tenía por delante. Con gozo respondieron a la invitación de “tom[ar] gratis el agua de la vida” (Revelación 22:17). Compraron “vino y leche hasta sin dinero y sin precio” y se fortalecieron en sentido espiritual para la formidable expansión que se avecinaba, expansión que el resto ungido no había previsto.

Una gran muchedumbre ‘corre’ hacia los ungidos de Dios

18. ¿Qué dos grupos existen entre los discípulos de Jesucristo, y qué conforman hoy en día?

18 Existen dos esperanzas distintas para los discípulos de Jesús. En primer lugar, el “rebaño pequeño”, compuesto de 144.000 cristianos ungidos de origen tanto judío como gentil y que constituyen “el Israel de Dios”, abriga la esperanza de gobernar con Jesús en su Reino celestial (Lucas 12:32; Gálatas 6:16; Revelación 14:1). En segundo lugar, la “gran muchedumbre” de “otras ovejas” que se ha manifestado en los últimos días, tiene la esperanza de vivir para siempre en una Tierra paradisíaca. Esta multitud —cuyo número no se ha predeterminado— sirve junto al rebaño pequeño antes del estallido de la gran tribulación, y ambos grupos conforman “un solo rebaño” bajo la guía de “un solo pastor” (Revelación 7:9, 10; Juan 10:16).

19. ¿Cómo ha respondido al llamamiento del Israel de Dios “una nación” que este no conocía?

19 En las siguientes palabras de la profecía de Isaías se percibe una alusión a la labor de reunir a esta gran muchedumbre: “¡Mira! A una nación a quien tú no conoces llamarás, y los de una nación que no te han conocido correrán aun a ti, por causa de Jehová tu Dios, y por el Santo de Israel, por cuanto él te habrá hermoseado” (Isaías 55:5). Tras su liberación del cautiverio espiritual, el resto ungido no entendió enseguida que antes de Armagedón desempeñaría un papel fundamental en llamar a una gran “nación” a la adoración de Jehová. Sin embargo, con el paso de los años, muchas personas sinceras que no tenían la esperanza celestial empezaron a unirse a los ungidos y a servir a Jehová con el mismo celo que ellos. Estos nuevos se fijaron en la condición hermoseada del pueblo de Dios y reconocieron que él estaba con dicho pueblo (Zacarías 8:23). En la década de los treinta, los ungidos captaron finalmente cuál era la verdadera identidad de este grupo que crecía en su seno. También se dieron cuenta de que les aguardaba una extensa obra de recolección. La gran muchedumbre se apresuraba, con razón, a relacionarse con el pueblo del pacto divino.

20. a) ¿Por qué es urgente “[buscar] a Jehová” hoy día, y cómo se hace? b) ¿Cómo responderá Jehová a los que lo buscan?

20 En los tiempos de Isaías se hizo la exhortación: “Busquen a Jehová mientras pueda ser hallado. Clamen a él mientras resulte estar cerca” (Isaías 55:6). En nuestros días, tales palabras son aplicables tanto al Israel de Dios como a la creciente gran muchedumbre. La bendición de Jehová no es incondicional ni su invitación seguirá vigente para siempre. Es ahora cuando debe buscarse el favor divino. Cuando llegue el momento señalado por Jehová para ejecutar su sentencia, será demasiado tarde. De ahí que Isaías diga: “Deje el inicuo su camino, y el hombre dañino sus pensamientos; y regrese a Jehová, quien tendrá misericordia de él, y a nuestro Dios, porque él perdonará en gran manera” (Isaías 55:7).

21. ¿Por qué puede decirse que la nación de Israel ha sido infiel a la resolución de sus antepasados?

21 La oración “regrese a Jehová” implica que los que necesitan arrepentirse disfrutaban anteriormente de una buena relación con Dios. La expresión nos recuerda que muchos aspectos de esta profecía de Isaías tuvieron su primer cumplimiento en los judíos cautivos en Babilonia. Siglos antes, los antepasados de estos expresaron así su resolución de ser obedientes a Jehová: “Es inconcebible, por nuestra parte, dejar a Jehová para servir a otros dioses” (Josué 24:16). Pero la historia muestra que lo “inconcebible” sucedió, y muchas veces. Si el pueblo de Dios está exiliado en Babilonia, es por su falta de fe.

22. ¿Por qué dice Jehová que sus pensamientos y caminos son más altos que los nuestros?

22 ¿Qué les sucederá si se arrepienten? Mediante Isaías, Jehová promete que “perdonará en gran manera” y añade: “Porque los pensamientos de ustedes no son mis pensamientos, ni son mis caminos los caminos de ustedes [...]. Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que los caminos de ustedes, y mis pensamientos que los pensamientos de ustedes” (Isaías 55:8, 9). Jehová es perfecto, y sus pensamientos y caminos son inalcanzablemente altos. Su misericordia, por ejemplo, es de tal magnitud que el hombre no puede aspirar a igualarla. Pensemos en lo siguiente: cuando nosotros perdonamos a nuestro semejante, se trata de un pecador que perdona a otro pecador, y reconocemos que antes o después necesitaremos que otro ser humano nos perdone a nosotros (Mateo 6:12). Jehová, en cambio, aunque nunca necesita que lo perdonen, perdona “en gran manera”. Él es verdaderamente un Dios de gran bondad amorosa. Y en su misericordia, abre las compuertas de los cielos para derramar bendiciones sobre los que regresan a él de todo corazón (Malaquías 3:10).

Bendiciones para los que regresan a Jehová

23. ¿Cómo ilustra Jehová el hecho de que su palabra se cumple sin falta?

23 Jehová promete a su pueblo: “Tal como la lluvia fuerte desciende, y la nieve, desde los cielos, y no vuelve a ese lugar, a menos que realmente sature la tierra y la haga producir y brotar, y realmente se dé semilla al sembrador y pan al que come, así resultará ser mi palabra que sale de mi boca. No volverá a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado, y tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado” (Isaías 55:10, 11). Todo lo que Jehová dice se lleva a cabo sin falta. Así como la lluvia y la nieve que caen del cielo cumplen su propósito de saturar la tierra y producir fruto, también la palabra que sale de la boca de Jehová es absolutamente confiable. Lo que él promete se realiza sin ningún género de dudas (Números 23:19).

24, 25. ¿Qué bendiciones aguardan a los judíos desterrados que obren en armonía con el mensaje que Jehová les dirige por medio de Isaías?

24 Por lo tanto, si los judíos hacen caso de las palabras proféticas que Jehová les dirige por medio de Isaías, obtendrán, con toda certeza, la salvación que Él les ha prometido. Como resultado, sentirán mucho gozo. Jehová asegura: “Con regocijo saldrán ustedes, y con paz se les hará entrar. Las montañas y las colinas mismas se alegrarán delante de ustedes con clamor gozoso, y todos los mismísimos árboles del campo batirán las manos. En vez del matorral de espinas subirá el enebro. En vez de la ortiga que causa comezón subirá el mirto. Y tendrá que llegar a ser para Jehová algo famoso, una señal hasta tiempo indefinido que no será cortada” (Isaías 55:12, 13).

25 En el año 537 a.E.C., los judíos desterrados ciertamente salen de Babilonia con regocijo (Salmo 126:1, 2). Cuando llegan a Jerusalén, se encuentran una tierra invadida de matorrales de espinas y ortigas (recordemos que el país lleva décadas desolado). Pero al pueblo repatriado de Dios se le brinda la oportunidad de colaborar para que se produzca una hermosa transformación. Árboles imponentes como el enebro y el mirto ocupan el lugar de los espinos y las ortigas. La bendición de Jehová se hace patente cuando se ve que su pueblo le sirve “con clamor gozoso”. Es como si la propia tierra se alegrara.

26. ¿De qué condición bendita disfruta el pueblo de Dios hoy día?

26 En 1919, el resto de los cristianos ungidos fueron liberados de su cautiverio espiritual (Isaías 66:8). Actualmente, junto con la gran muchedumbre de otras ovejas, sirven a Dios con regocijo en un paraíso espiritual. Libres de toda influencia babilónica, disfrutan de una condición favorecida que ha llegado a ser para Jehová “algo famoso”. La prosperidad espiritual de Su pueblo resulta en gloria para Su nombre y lo ensalza como el Dios de la profecía verdadera. Lo que ha hecho Jehová por ellos demuestra su divinidad, fidelidad a su palabra y misericordia para con los arrepentidos. Que todos los que siguen “[comprando] vino y leche hasta sin dinero y sin precio” le sirvan para siempre con regocijo.

[Notas]

a Se han encontrado muchos nombres judíos en documentos comerciales de la antigua Babilonia.

b Jesús continúa supervisando la obra de hacer discípulos (Revelación [Apocalipsis] 14:14-16), y los cristianos de la actualidad lo consideran Cabeza de la congregación (1 Corintios 11:3). Además, en el momento fijado por Dios, hará de “caudillo y comandante” en otro sentido, al librar la batalla decisiva contra los enemigos de Dios en la guerra de Armagedón (Revelación 19:19-21).

[Preguntas del estudio]

[Ilustración de la página 234]

Los judíos con sed espiritual reciben la invitación de ‘venir al agua’ y ‘comprar vino y leche’

[Ilustración de la página 239]

Jesús demostró ser “caudillo y comandante” a los grupos nacionales

[Ilustraciones de las páginas 244 y 245]

“Deje el inicuo su camino”