Sargón
(del acadio, que significa: “El Rey Es Legítimo”).
Sucesor de Salmanasar V como rey de Asiria. Los historiadores lo llaman Sargón II, pues un rey anterior de Babilonia, no de Asiria, es conocido por el nombre de Sargón I.
La Biblia menciona por nombre a Sargón en una sola ocasión. (Isa 20:1.) A comienzos del siglo XIX, los críticos solían desdeñar esta referencia a Sargón por considerarla de nulo interés histórico. Sin embargo, a partir de 1843, las excavaciones arqueológicas fueron sacando a la luz las ruinas de su palacio de Jorsabad, así como sus crónicas reales. (GRABADO, vol. 1, págs. 955, 960.)
Sargón alega en sus anales: “Sitié y conquisté Samaría (sa-me-ri-na)”. (La Sabiduría del Antiguo Oriente, edición de J. B. Pritchard, 1966, pág. 231.) Sin embargo, lo más probable es que esa sea una alegación pretenciosa de Sargón o de quienes intentasen ensalzarlo, en la que se atribuye al gobernante de la época un logro del monarca anterior. Cierta crónica babilonia, posiblemente más imparcial, dice concerniente a Salmanasar V: “Él arrasó Samaria”. (Assyrian and Babylonian Chronicles, de A. K. Grayson, 1975, pág. 73.) La Biblia dice simplemente en 2 Reyes 18:9, 10 que Salmanasar ‘puso sitio’ a Samaria y que “lograron tomarla”. Compárese con 2 Reyes 17:1-6, donde se dice que Salmanasar el rey de Asiria impuso un tributo a Hosea, el rey de Samaria, y después que “el rey de Asiria tomó a Samaria”.
Las inscripciones relacionadas con Sargón demuestran el error de confiar en exceso en los antiguos registros seglares, llegando al extremo de equipararlos con el registro bíblico. Tras la subida al trono de Sargón, se sublevaron los babilonios, dirigidos por Merodac-baladán y apoyados por Elam. Sargón guerreó contra ellos en Der, pero por
lo visto fue incapaz de reprimir la revuelta. Aunque en sus inscripciones se atribuye una victoria completa en la batalla, la Crónica de Babilonia dice que los elamitas derrotaron a los asirios, y un texto de Merodac-baladán muestra que este se jacta de ‘derrotar a las huestes asirias y destruir sus armas’. El libro Ancient Iraq (de G. Roux, 1964, pág. 258) hace la siguiente observación: “Un detalle gracioso: la inscripción de Merodac-baladán se halló en Nimrud, donde Sargón la había llevado desde Uruk [...], sustituyéndola en esa ciudad por un cilindro de arcilla que llevaba su propia versión del acontecimiento, por supuesto radicalmente diferente. Esto muestra que la propaganda política y los métodos de ‘guerra fría’ no son prerrogativa de nuestra época”.Sargón tuvo más éxito contra una coalición formada por los reyes de Hamat y Damasco y otros aliados, consiguiendo la victoria sobre ellos en una batalla en Qarqar, junto al río Orontes. En 2 Reyes 17:24, 30 se incluye a personas de Hamat entre aquellos a quienes el “rey de Asiria” instaló en las ciudades de Samaria para ocupar el lugar de los israelitas exiliados.
Según los registros de Sargón, en el quinto año de su reinado atacó y conquistó Carquemis, una ciudad de importancia comercial y militar situada en la parte alta del río Éufrates. A esto siguió, según la costumbre asiria, la deportación de los habitantes de la ciudad para reemplazarlos por extranjeros. En la advertencia de Isaías concerniente a la amenaza asiria (Isa 10:5-11), se cita a Carquemis, junto con Hamat y otras ciudades, como un ejemplo del poder aplastante de Asiria. Sargón también informa que tribus árabes colonizaron Samaria. (La Sabiduría del Antiguo Oriente, pág. 232.)
Los registros asirios relatan que Azuri, el rey de Asdod, tomó parte en una conspiración rebelde contra el yugo asirio, por lo que Sargón lo destituyó y colocó en su lugar al hermano más joven de Azuri. Luego hubo otra sublevación, y Sargón lanzó un ataque contra Filistea y ‘sitió y conquistó las ciudades de Ašdod, Gat y Asdudimmu’. (La Sabiduría del Antiguo Oriente, pág. 233.) Al parecer el registro bíblico menciona a Sargón directamente por nombre en Isaías 20:1 con respecto a estos sucesos.
A continuación, Sargón expulsó de Babilonia a Merodac-baladán y tomó la ciudad. Cierta inscripción dice que Sargón reinó sobre Babilonia por un período de cinco años.
El agresivo reinado de Sargón llevó al Imperio asirio a un nuevo apogeo de su poder y dio origen a la última gran dinastía asiria. Los historiadores dicen que Sargón gobernó durante diecisiete años. Sin embargo, como se supone que comenzó a reinar al tiempo de la caída de Samaria, en el sexto año del rey Ezequías (2Re 18:10), o muy poco después, y puesto que su hijo y sucesor, Senaquerib, invadió Judá en el año decimocuarto de Ezequías (2Re 18:13), solo podría haber reinado durante diecisiete años en el caso de que él y Senaquerib hubiesen sido corregentes cuando este atacó Judá. Parece igualmente probable que la cifra que dan los historiadores sea errónea. Como se muestra en el artículo CRONOLOGÍA, las listas de epónimos no son lo suficientemente confiables como para determinar la duración de estos reinados. El artículo también analiza el poco rigor de los escribas asirios, así como su costumbre de “ajustar” las diferentes ediciones de los anales para satisfacer la vanidad de los gobernantes.
Durante su reinado, Sargón edificó una nueva capital a unos 20 Km. al NE. de Nínive, cerca de la actual aldea de Jorsabad. En aquel lugar apartado construyó una ciudad, a la que dio el nombre de Dur Sharrukin (que podría traducirse Sargonesburgo), y erigió un palacio real de 200 habitaciones sobre una plataforma de unos 7,5 m. de alto que ocupaba una superficie de aproximadamente 10 Ha. La entrada al palacio estaba custodiada por unos toros alados con cabeza humana de dimensiones descomunales. Una pareja de ellos medía unos 5 m. de alto. Las paredes estaban adornadas con frescos y bajorrelieves que representaban las diferentes campañas y proezas del monarca. Colocados linealmente, estos relieves alcanzarían una distancia de unos 2,5 Km. Sargón dice en una de sus inscripciones: “Para mí, Sargón, el que mora en este palacio, decrete él [es decir, el dios Asur] como destino mío larga vida, salud de cuerpo, gozo de corazón, brillantez de alma”. (Ancient Iraq, pág. 262.) No obstante, los registros indican que aproximadamente un año después de inaugurar su palacio, Sargón murió en circunstancias no muy claras, y fue sucedido por su hijo Senaquerib.