ASPECTOS SOBRESALIENTES DEL AÑO PASADO
Breves: Noticias de todo el mundo
La policía los ayudó a descargar bloques
Por trece años, las asambleas en Kutaisi, la segunda ciudad más grande de la república de Georgia, tuvieron lugar en una vieja y destartalada fábrica de champán. Para proteger de la lluvia a los asistentes era preciso extender cubiertas de plástico. Ahora los hermanos cuentan con un Salón del Reino abierto y expandible, idóneo para celebrar asambleas de circuito y de distrito. Cierto día, durante la construcción, 50 hermanos se hallaban descargando bloques de cemento cuando varios agentes de policía se acercaron curiosos. Impresionados por la alegría y la diligencia de los trabajadores, los felicitaron y
luego ayudaron a descargar los bloques. También les dijeron que los llamaran si alguien los molestaba, y prometieron asistir a la primera asamblea de distrito que se hiciera en el nuevo Salón de Asambleas.Vendió su bicicleta
Malachi, un anciano de Burundi, vivía de la agricultura y de transportar cargas en su bicicleta. Deseoso de colaborar en la construcción de su Salón del Reino, decidió estar en la obra todos los días. Pero necesitaba reunir dinero suficiente para mantener a su familia los dos meses que durarían los trabajos; así que vendió la bicicleta, le dio una parte del dinero a su esposa para los gastos de la casa y puso el resto en la caja de contribuciones. Sus sacrificios se vieron recompensados porque los siervos de construcción del Salón del Reino le enseñaron muchas cosas útiles. Cuando se terminaron las obras, Malachi encontró trabajo en la construcción gracias a las habilidades que había adquirido. ¡Ah, y también se pudo comprar otra bicicleta!
Se sintieron motivados a echar una mano
La construcción de Salones del Reino en lugares remotos de Malaui plantea retos muy particulares. Durante el pasado año de servicio se erigió un salón en una zona donde las carreteras son pésimas. La sucursal envió materiales utilizando vehículos con tracción en las cuatro ruedas. Según cuentan los hermanos, la obra despertó tanto interés en la comunidad que muchas personas que no eran Testigos se ofrecieron a ayudar, y trabajaban hasta tarde en la noche descargando arena, piedras, sacos de cemento y láminas de hierro para el techo. Es más, hubo ocasiones en que los que no eran Testigos superaban en número a los hermanos. Al ver los esfuerzos que hacen
los testigos de Jehová para edificar lugares de culto dignos en regiones aisladas como la de ellos, se sintieron motivados a echar una mano.Los niños vendieron caramelos de leche
Una pareja de precursores especiales de Costa de Marfil le da clases bíblicas en bete (la lengua local) a un matrimonio que tiene diez hijos. En mayo de 2013 se iba a celebrar la primera asamblea en dicha lengua en la ciudad de Daloa. Toda la familia quería ir, pero el pasaje de ida y vuelta por persona era de 800 francos CFA (1,60 dólares) y el padre no podía costear el viaje de su numerosa familia. Como estaba resuelto a no perdérsela, se le ocurrió una idea. Le dio 300 francos CFA (60 centavos de dólar) a su hija mayor y le sugirió que vendiera caramelos de leche. Ella le hizo caso y ganó lo suficiente para su pasaje. El padre hizo lo mismo con los otros hijos para que empezaran un pequeño negocio de caramelos hasta que reunieran el dinero necesario para el transporte. Finalmente pudieron asistir a la asamblea en compañía de otros hermanos. ¡Cuánta emoción sintieron al escuchar el programa en su lengua materna!