SECCIÓN 1
¿Le importamos a Dios?
EL MUNDO actual está plagado de problemas: guerras, desastres naturales, enfermedades, pobreza, corrupción..., y todos ellos afligen a millones de personas. Seguramente usted también tiene sus propias preocupaciones. ¿Quién puede ayudarnos? ¿Le importamos a alguien?
Podemos tener la certeza de que Dios se preocupa por nosotros. En su Santa Palabra asegura: “¿Puede una esposa olvidarse de su niño de pecho, de modo que no tenga piedad al hijo de su vientre? Hasta estas mujeres pueden olvidar; no obstante, yo mismo no me olvidaré de ti”. a
¿No resulta reconfortante saber esto? El amor de Dios es mucho mayor que la tierna compasión que siente una madre por su hijo, uno de los sentimientos humanos más intensos. ¡Dios nunca nos abandonará! En realidad, ya ha venido en nuestro auxilio de una manera excepcional. ¿Cómo? Indicándonos la puerta a una vida feliz: la fe verdadera.
Esta clase de fe nos hará personas más felices, pues nos servirá para evitar o resolver muchos problemas. Nos acercará a Dios y nos proporcionará paz interior. Además, la fe verdadera nos conducirá a un maravilloso futuro: la vida eterna en el Paraíso.
Pero ¿qué es la fe verdadera? Y ¿cómo puede cultivarse?
a Compruébese en Isaías 49:15. Las Santas Escrituras están divididas en capítulos y versículos. Por ejemplo, en este caso, la cita es del libro de Isaías, capítulo 49, versículo 15.