¿Los niños del mañana?
¿Los niños del mañana?
Año 2050. En la clínica de fertilidad, Melissa observa la pantalla de la computadora. Está pensativa. Al fin y al cabo, elegir un hijo es un asunto muy serio, por lo que no conviene apresurarse. En el monitor ve a una joven sonriente, a quien ella y su esposo, Curtis, ya han dado el nombre de Alicia. La imagen y los datos que aparecen al lado detallan cómo será la chica, tanto física como psicológicamente.
Pero Alicia ni siquiera ha nacido. La futura adolescente aún no es más que uno de tantos embriones resguardados a 200 °C bajo cero en un cuarto cercano. Las características genéticas de cada uno de ellos fueron analizadas e introducidas en la computadora a fin de ayudar a los padres a seleccionar cuál se implantaría en la matriz de Melissa.
Dado que Melissa y Curtis desean tener una niña, se han descartado los embriones masculinos. El matrimonio ha examinado los restantes, fijándose en aspectos como el pronóstico de salud, la apariencia física y el temperamento. Finalmente se han decidido y, nueve meses más tarde, tienen la dicha de que les nazca la hija seleccionada: una Alicia de carne y hueso.
ESTA historia condensa un relato de Lee Silver, profesor de Biología Molecular de la Universidad de Princeton (Nueva Jersey, E.U.A.). Es su predicción de lo que pudiera suceder en los decenios venideros, basándose en la investigación y la tecnología de nuestros días. En la actualidad ya es posible detectar algunas anomalías genéticas en los embriones. Y hace más de veinte años que nació el primer bebé probeta, el primer ser humano concebido fuera del útero materno: una niña cuya concepción tuvo lugar en una cápsula de cultivo.
El hecho de que el doctor Silver haya llamado a la niña Alicia tal vez nos recuerde la célebre obra de ficción Alicia en el país de las maravillas. Ciertamente, el porvenir que muchas personas aguardan es todo un país de las maravillas. Un editorial de la prestigiosa revista Nature dijo: “La genética molecular tiene cada día más poder, lo que nos coloca ante la posibilidad futura de modificar la naturaleza de nuestra especie”.
En el próximo artículo repasaremos algunos adelantos biotecnológicos, prestando especial atención a las perspectivas de “mejorar” la humanidad. ¿Tendrán algún impacto en nuestra vida o la de nuestros hijos los trabajos que hoy se realizan en los laboratorios? Muchos creen que sí.