La esclavitud, una plaga persistente
La esclavitud, una plaga persistente
¿HA ACABADO la esclavitud? Casi todo el mundo quisiera pensar que sí. La sola palabra evoca imágenes de brutalidad y opresión. No obstante, muchos opinan que dichas imágenes pertenecen al pasado, a los barcos negreros de antaño, aquellas embarcaciones de madera crujiente con las bodegas repletas de seres humanos asustados que viajaban apiñados en condiciones de miseria casi inimaginables.
Es cierto que tales barcos ya no surcan los mares y que los acuerdos internacionales de hoy proscriben ese tipo de esclavitud. Pero la plaga en sí no ha desaparecido. La organización pro derechos humanos Anti-Slavery International calcula que 200 millones de personas todavía experimentan algún tipo de esclavitud. Trabajan en condiciones probablemente peores que las que soportaban los esclavos de siglos pasados. De hecho, algunos analistas concluyen que “en nuestros días hay más seres en esclavitud que en cualquier otra época de la historia”.
Los relatos de estos esclavos de hoy son desgarradores. Kanji * solo tiene 10 años y arrea ganado todos los días para sus severos amos, quienes lo golpean con frecuencia. “Si tengo suerte, encuentro algún trozo de pan duro; si no, paso el día entero sin comer”, dice. Y añade: “Nunca me han pagado por mi trabajo porque soy un esclavo y les pertenezco. [...] Los niños de mi edad juegan con otros niños; yo preferiría morir antes que seguir llevando esta horrible vida”.
Los esclavos de la actualidad suelen ser mujeres o niños como Kanji. Trabajan contra su voluntad tejiendo alfombras, haciendo carreteras, cortando caña de azúcar o hasta dedicándose a la prostitución. Y, a veces, apenas se pagan 10 dólares por ellos. En algunos casos, son los propios padres quienes los venden para cancelar alguna deuda difícil de saldar.
¿Le parecen repugnantes estos abusos? No es el único que piensa así. En su libro La nueva esclavitud en la economía global, el escritor Kevin Bales comenta: “La esclavitud es obscena. No es sólo robar el trabajo de alguien, sino su vida entera”. En vista de la crueldad del hombre para con el hombre, ¿qué razones tenemos para creer que algún día desaparecerá el azote de la esclavitud? Esta pregunta le atañe a usted, lector, más de lo que tal vez se imagina.
Como veremos, hay más de un tipo de esclavitud. Existen muchas variantes, y algunas de ellas afectan a la entera humanidad. De modo que todos necesitamos saber si el hombre gozará algún día de verdadera libertad. Pero primero analicemos brevemente la historia del tráfico de seres humanos.
[Nota]
^ párr. 4 No es su verdadero nombre.
[Ilustraciones de la página 3]
Las mujeres y los niños pobres han sido por mucho tiempo víctimas de la trata de esclavos
[Reconocimientos]
Foto superior: UN PHOTO 148000/Jean Pierre Laffont
Foto de U.S. National Archives