Una singular pareja
Una singular pareja
No hace mucho, mientras practicaban el buceo nocturno en aguas profundas de la Gran Barrera de Arrecifes australiana, unos oceanógrafos realizaron el primer avistamiento documentado de un ejemplar vivo de pulpo manta macho. ¿Qué tenía de especial el suceso?
Existen buenas razones para considerar a esta criatura “la especie de animales grandes con mayor dimorfismo sexual de todo el mundo”. La hembra llega a medir 2 metros de largo y a pesar 10 kilos, mientras que el macho, de solo 3 centímetros y 300 miligramos, es como del tamaño de la pupila de ella, o sea, cuarenta mil veces más pequeño, una diferencia que es considerada la más extrema entre los animales observables a simple vista. Dado que se trata de una especie pelágica, es decir, de alta mar, hasta el momento solo se habían observado hembras vivas y machos muertos atrapados en redes de pesca.
¿Cómo se reproduce esta pareja tan dispareja? Cuando el macho encuentra compañera, uno de sus ocho tentáculos —que está hueco— se llena de esperma, se desprende y penetra en una gran cavidad situada bajo el manto de la hembra. Allí permanece hasta que ella lo comprime para fertilizar sus huevos rociándolos con esperma.
A fin de compensar su pequeñez, el macho se defiende con unos tentáculos —al parecer robados a una medusa, llamada carabela portuguesa— que sostiene con las ventosas de sus brazos superiores. Sin embargo, ni siquiera así logra salvarse, pues muere después del apareamiento. De ahí la sorpresa de los científicos al encontrar un ejemplar vivo.
Sea cual sea la causa de semejante desproporción entre la singular pareja, no cabe duda de la veracidad de las palabras de la Biblia: “En cuanto a este mar, tan grande y ancho, allí hay cosas movientes sin número, criaturas vivientes, pequeñas así como grandes” (Salmo 104:25).
[Ilustraciones de la página 31]
Hembra: 2 metros de largo y 10 kilos
Macho: 3 centímetros y 300 miligramos
Tamaño real del macho comparado al de la hembra
[Reconocimientos]
Hembra: foto de P. Wirtz; macho: foto: D. Paul