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¿Será mejor el día de mañana?

¿Será mejor el día de mañana?

¿Será mejor el día de mañana?

El futuro nos produce enorme interés. ¿A quién no le gustaría saber lo que estará haciendo dentro de un mes, un año o una década? O si adoptamos una perspectiva más amplia, ¿cómo será el mundo de aquí a diez, veinte o treinta años?

¿ES USTED optimista ante el porvenir? Millones de personas lo son, aunque pudieran dividirse en dos categorías: quienes afirman que tienen buenos motivos para creer que todo va a mejorar, y quienes mantienen una actitud positiva tan solo para no deprimirse.

Por supuesto, siempre están los que nunca ven nada bueno en el horizonte. Entre ellos figuran los catastrofistas, quienes parecen disfrutar anunciando la aniquilación apocalíptica del planeta. Según sus previsiones, habrá pocos o ningún sobreviviente.

Ahora bien, ¿cómo ve usted el porvenir? ¿Cree que reinarán la destrucción y el caos, o la paz y la seguridad? Si se inclina por lo segundo, ¿en qué se basan sus expectativas? ¿Se trata sencillamente de ilusiones, o de esperanzas bien fundadas?

A diferencia de los catastrofistas, los editores de ¡Despertad! no creen que la humanidad esté condenada a la extinción. Por el contrario, la Biblia nos ofrece razones sólidas para creer que se avecina el mejor de los tiempos.

[Reconocimiento de la página 5]

U.S. Department of Energy photograph