Marionetas en la ópera
Marionetas en la ópera
DE NUESTRO CORRESPONSAL EN AUSTRIA
“SÍ, LA música fue muy bonita, pero la forma de mover las marionetas fue realmente asombrosa. Estos muñecos son capaces de reproducir hasta el más sutil de los gestos; nunca he visto nada semejante.”
¿Se refiere el comentario a una función de títeres para niños? No. Aunque no lo crea, son las vehementes palabras de un adulto aficionado a la ópera. ¿Dónde tiene lugar esta insólita representación? En un excepcional teatro de ópera de Salzburgo (Austria), la cuna de Mozart, el célebre compositor.
¿Ha oído usted hablar de títeres de madera de entre 50 centímetros y un metro (dos y tres pies) de alto que interpreten óperas? Pues eso es lo que hacen las figuras del Teatro de Marionetas de Salzburgo. Cuando danzan sobre el escenario, no pueden menos que cautivar al público y transportarlo a otro mundo, un mundo de fantasía y música arrebatadora.
Mezcla de fantasía y realidad
El público a veces se decepciona cuando suena la obertura y se eleva el telón para el primer acto. ¿Qué hacen esas marionetas de madera moviéndose en el escenario y gesticulando como si entonaran arias?
¿Y todos esos hilos que las sostienen? Habrá espectadores que no puedan reprimir su descontento y piensen: “No se disimula nada, se ve todo”. Es más, no hay foso para la orquesta. La idea de usar música pregrabada puede parecer de mal gusto. El entendido quizás hasta se sienta indignado y diga: “¿Qué es esto!”. Pero, un momento. Lentamente, casi sin darse cuenta, la audiencia experimenta una transformación.Superado el escepticismo inicial, el público no puede resistirse a los encantos de las marionetas, que logran crear una fascinante atmósfera, mezcla de fantasía y realidad. Los hilos de seda que les dan vida ya ni se perciben. Los espectadores no solo quedan embelesados por la actuación, sino también por el hecho insólito de que se represente en un teatro en miniatura. Pronto se olvidan de que se trata de muñecos de madera. En efecto, los títeres tienen la asombrosa capacidad de cautivar hasta a los más escépticos introduciéndolos en su pequeño mundo.
En escena y entre bastidores
La actividad entre bastidores es casi tan fascinante como la que se lleva a cabo en escena. Los verdaderos artistas son los titiriteros que están detrás, o mejor dicho, encima, pues trabajan desde un puente. Al compás de sus manos, que se mueven como si hablaran un lenguaje de signos, las marionetas cantan, lloran, se baten en duelo o hacen reverencias, de la misma forma que lo harían los auténticos cantantes de ópera.
El periódico The New York Times explicó en una ocasión en qué reside el atractivo de este arte: “Entre bastidores, cualquiera puede optar por un papel, sin importar la edad o el sexo; eso sí, debe tener una sola cualidad, y en grandes cantidades: destreza”. Y la destreza que tienen los titiriteros de Salzburgo para dar vida a las marionetas es de verdad increíble.
Marionetas en vez de figuras inertes
El Teatro de Marionetas de Salzburgo ha venido cosechando éxitos por más de noventa años, desde que en 1913 debutara con la puesta en escena de una ópera de Mozart. Su fundador fue el escultor Anton Aicher, quien después de su aprendizaje en Munich, se dedicó a crear marionetas que pudieran moverse como si tuvieran vida. Trabajar con títeres era mucho más divertido que esculpir figuras religiosas inertes para las iglesias.
Pronto, toda la familia se vio inmersa en el proyecto. Entusiasmados, se pusieron a coser los trajes de los personajes y a cooperar con la parte musical y vocal. Fue tan grande su éxito que enseguida ampliaron el repertorio. A partir de 1927 se dieron a conocer en el extranjero, y en la actualidad, las marionetas suelen salir de gira por países como Japón o Estados Unidos. Es que el espectáculo de marionetas cautiva a gente de todas las culturas.
¿Es para usted?
La ópera se define como el “género teatral que reúne el drama, el canto, la danza y la música sinfónica con decorados y efectos visuales, generalmente complejos” (Diccionario General de la Lengua Española VOX). Sus libretos, o textos, se basan en mitología, historia, relatos bíblicos y obras de ficción. Pueden ser de carácter trágico, romántico o cómico. Las composiciones que representa el teatro de marionetas se interpretan por lo general en alemán o italiano; por tanto, es conveniente que obtenga una sinopsis en su idioma para ver si le gustará la obra.
¿Cómo puede decidir un cristiano si cierta ópera vale la pena? ¿Debe dejarse llevar solo por la fama de los cantantes o la belleza de su música? ¿O por la trama, que constituye la base del libreto?
Lógicamente, como con toda forma de diversión, para un cristiano la mejor manera de decidir si escuchar o ver una ópera es analizar su sinopsis a la luz del criterio que el apóstol Pablo expresa a continuación: “Finalmente, hermanos, cuantas cosas sean verdaderas, cuantas sean de seria consideración, cuantas sean justas, cuantas sean castas, cuantas sean amables, cuantas sean de buena reputación, cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, continúen considerando estas cosas” (Filipenses 4:8).
[Mapa de la página 8]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
AUSTRIA
VIENA
Salzburgo
[Ilustración de la página 8]
Elenco de marionetas listas para actuar en diferentes óperas
[Ilustración de la página 9]
El Teatro de Marionetas de Salzburgo
[Ilustración de la página 10]
Anton Aicher, fundador
[Reconcimiento]
Gentileza del Teatro de Marionetas de Salzburgo
[Reconocimiento de la página 8]
Fotos de las páginas 8 y 9, gentileza del Teatro de Marionetas de Salzburgo