“ESTOY rodeada de amigos, pero no tengo amigos.” Así describe Shayna, de 21 años, la experiencia de estar rodeado de personas sin sentirse especialmente allegado a ninguna. Esa sensación es común sobre todo entre quienes pertenecen a una red social. “Uno puede tener una lista de amigos enorme y parecer muy popular —asegura Serena, de 22 años⁠—, pero es posible que esa lista no signifique nada.” *

Tú, ¿qué preferirías tener: cientos de contactos, o unos cuantos amigos de verdad? Aunque ambas opciones ofrecen ventajas, un verdadero amigo puede apoyarte en momentos difíciles y ayudarte a ser mejor persona (1 Corintios 16:17, 18). Analiza las siguientes cualidades de un verdadero amigo y trata de ver cuáles de tus conocidos las tienen.

“Tenía una amiga que me contaba sus secretos, así que pensé que podía contarle los míos. Cierto día le dije que me gustaba un chico, ¡y vaya error que cometí! Enseguida se enteró todo el mundo.” (Beverly.)

“Puedo contarle lo que quiera a mi amigo Alan y sé que no va a andar por ahí repitiéndolo.” (Calvin.)

¿Cuál de los dos chicos de arriba dirías que encontró un amigo de verdad? ¿A cuál de tus amigos le confiarías un secreto? * La Biblia asegura: “Un compañero verdadero ama en todo tiempo” (Proverbios 17:17).

“En toda amistad habrá ocasiones en las que una de las dos personas esté más fuerte que la otra. Una verdadera amiga sabrá reconocer si tú eres la más débil y estará lista para ayudarte. Por supuesto, esa amiga va a esperar que tú hagas lo mismo cuando sea ella la que lo necesite.” (Kellie.)

“Cuando murió mi mamá, acababa de hacer amistad con una muchacha. No éramos muy cercanas todavía, pero habíamos planeado ir juntas a una boda. Sucede que el discurso de funeral coincidió con la fecha de la boda. Cuál no fue mi sorpresa al ver que mi amiga decidió venir al funeral. En ese momento supe que era una amiga de verdad.” (Lena.)

¿Cuál de tus amigos estaría dispuesto a hacer un sacrificio por ti? Un amigo verdadero siempre buscará, “no su propia ventaja, sino la de la otra persona” (1 Corintios 10:24).

“Algunos esperan que les demuestre lealtad o que concuerde con ellos aunque eso signifique pasar por alto mis principios o hacer algo que me lastime la conciencia. Esos no son verdaderos amigos.” (Nadeine.)

“Mi hermana es mi mejor amiga. Ella me impulsa a superarme y a ser más sociable. Además, siempre me dice la verdad, aunque no sea lo que quiero escuchar.” (Amy.)

“Cuando mi espiritualidad se debilitó, mis mejores amigas fueron aquellas que no me consintieron, sino que fueron francas y me aconsejaron. Las demás esperaron a que saliera del pozo yo sola o trataron de hacer que le restara importancia al problema porque para ellas no era grave.” (Miki.)

“Mi amiga ve mi potencial mejor que nadie y me impulsa a alcanzar mis metas. Nunca me dora la píldora cuando tiene que decirme la verdad, y eso me encanta.” (Elaine.)

¿Te ayudan tus amigos a desarrollar todo tu potencial, o tienes que rebajar tus normas para encajar con ellos? Proverbios 13:20 señala: “El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal”.

Ahora mira los nombres que anotaste en las tres secciones. Si en las tres aparece el mismo nombre, ¡felicidades!, ¡tienes un amigo de verdad! Pero si te costó trabajo pensar en alguien que tuviera las características mencionadas,  no te desanimes. Es muy probable que a tu alrededor haya verdaderos amigos esperando a que los encuentres. Seguramente es solo cuestión de tiempo. * Mientras tanto, esfuérzate tú por ser un buen amigo. “Siempre trato de estar disponible para mis amigos —comenta Elena, de 20 años⁠—. Si tienen que hacer algo, los ayudo. Si quieren hablar, los escucho. Si necesitan llorar, les ofrezco mi hombro.”

Tal vez pienses que es mejor tener muchos conocidos que pertenecer a un grupito cerrado (2 Corintios 6:13). ¿Pero no te gustaría tener además algunos amigos íntimos que sean como “un hermano nacido para cuando hay angustia”? (Proverbios 17:17.) Jean, de 20 años, comenta: “Es bueno conocer mucha gente”. Sin embargo, no basta con eso, como ella agrega: “¿De qué te sirve tener el clóset lleno de ropa que luce bonita colgada pero que no te queda bien? Al final terminas recurriendo a esas pocas prendas que sabes que te sientan de maravilla. Eso es lo que haces con los amigos íntimos”.