¿De verdad permaneció desolada la tierra de Judá?
¿De verdad permaneció desolada la tierra de Judá?
LA Biblia predijo que los babilonios devastarían la tierra del reino de Judá y que esta permanecería desolada hasta el regreso de los judíos exiliados (Jeremías 25:8-11). La razón más poderosa para creer que esta profecía se cumplió es el relato histórico inspirado, el cual se escribió unos setenta y cinco años después de que el primer grupo de desterrados regresara a su tierra. Dicho relato señala que “a los que quedaron de la espada se los llevó cautivos [el rey de Babilonia] [...], y llegaron a ser siervos para él y sus hijos hasta que la realeza de Persia empezó a reinar”. Y con respecto a la tierra, afirma que “todos los días de yacer desolada guardó sábado” (2 Crónicas 36:20, 21). ¿Hay hallazgos arqueológicos que apoyen estas declaraciones?
Ephraim Stern, profesor de Arqueología Palestina de la Universidad Hebrea, comenta en la revista Biblical Archaeology Review: “Tanto los asirios como los babilonios saquearon grandes zonas del antiguo Israel, pero los hallazgos arqueológicos del período posterior a sus respectivas conquistas cuentan dos historias muy diferentes”. Entonces pasa a explicar: “Mientras que los asirios dejaron una huella muy clara de su presencia en Palestina, se produce una extraña laguna tras la destrucción que causaron los babilonios. [...] No hallamos pruebas de una ocupación del territorio hasta la época persa [...]; hay un absoluto vacío de pruebas que delaten una ocupación del país. En todo ese tiempo, ni una sola ciudad destruida por los babilonios fue repoblada”.
El profesor Lawrence E. Stager, de la Universidad de Harvard, es del mismo parecer. “Por toda Filistea, y más tarde por toda Judá —afirma—, la política de tierra quemada del rey de Babilonia creó un verdadero yermo al oeste del río Jordán.” Y añade: “No es hasta Ciro el Grande, el sucesor persa de los babilonios, que el registro arqueológico se reanuda [...] en Jerusalén y Judá, cuando muchos judíos exiliados regresaron a su tierra”.
En efecto, la palabra de Jehová respecto a que Judá permanecería desolada se cumplió sin falta. Lo que Jehová Dios predice siempre se hace realidad (Isaías 55:10, 11). ¿La lección? Podemos confiar por completo en Jehová y en las promesas recogidas en su Palabra, la Biblia (2 Timoteo 3:16).