¿Estamos preparados para vivir en el Paraíso?
“Trabajen en lo bueno [...] para que logren asirse firmemente de la vida [de verdad].” (1 TIM. 6:18, 19)
1, 2. a) ¿Cómo se imagina su vida en el Paraíso? (Vea la ilustración del principio.) b) ¿Qué es lo que más alegría nos causará en el Paraíso?
LA VIDA de verdad. ¿En qué piensa cuando lee esta expresión? El apóstol Pablo dijo que la vida de verdad es “la vida eterna” (lea 1 Timoteo 6:12, 19). Para la mayoría de nosotros, esa vida es la que Dios ha prometido darnos en el Paraíso, la que nos hará realmente felices; por eso estamos tan pendientes y deseamos tanto que llegue. ¿Se puede imaginar lo que será despertarse cada mañana sin una sola enfermedad, ni física ni mental? (Is. 35:5, 6.) ¡Y qué placer será estar rodeados de familiares y amigos, incluso de los que habíamos perdido en la muerte! (Juan 5:28, 29; Hech. 24:15.) Además podremos aprender música, arquitectura, ciencias o lo que más nos guste.
2 Aunque todo eso será increíble, lo que más alegría nos causará será servir a Jehová. ¡Qué felices nos sentiremos de que se haya limpiado el nombre y la reputación de Dios! Por fin quedará claro que su gobierno es el mejor (Mat. 6:9, 10). Se cumplirá el propósito que tenía Jehová para la Tierra. Y mientras más cerca estemos de la perfección, más cerca nos sentiremos de nuestro querido Padre (Sal. 73:28; Sant. 4:8).
3. ¿Para qué debemos prepararnos desde ahora?
3 No nos cabe la menor duda: todo eso se hará realidad y lo veremos con nuestros propios ojos, pues Jesús dijo que “para Dios todas las cosas son posibles” (Mat. 19:25, 26). Pero si queremos estar en el nuevo mundo —no solo durante los mil años que durará el Reino de Cristo, sino para siempre— tenemos que actuar ya; tenemos que asirnos firmemente o agarrarnos con fuerza de la vida eterna. Debemos vivir pendientes de la llegada del fin y estar bien preparados para la vida en el Paraíso. ¿Cómo podemos lograrlo?
CÓMO PREPARARSE
4. ¿Cómo podemos prepararnos para vivir en el nuevo mundo? Ponga un ejemplo.
4 Imagínese que está a punto de mudarse al extranjero. ¿Cómo se prepararía para el cambio? Una buena manera sería aprendiendo el idioma y las costumbres del país. También sería bueno probar la comida típica del lugar. Tal vez hasta podría comenzar a vivir como si ya estuviera allá. Todo eso haría que al llegar fuera menos difícil la adaptación. Con el Paraíso sucede algo parecido: lo mejor es prepararse desde ahora tratando de vivir como si ya estuviéramos allí. Veamos este asunto con más detalle.
5, 6. ¿Por qué debemos acostumbrarnos a obedecer las instrucciones que nos da Jehová mediante su organización?
5 Hoy día, Satanás ha convencido a la mayoría de las personas de que pueden hacer lo que quieran. Mucha gente cree que no tiene por qué darle cuentas a nadie, y mucho menos a Dios. Lamentablemente, ese espíritu de independencia ha causado mucho sufrimiento (Jer. 10:23). ¡Qué diferente será la vida en el nuevo mundo! Allí, todos respetaremos el derecho de Jehová a decirnos lo que debemos hacer.
6 Bajo la dirección de Dios convertiremos la Tierra en un hermoso jardín y enseñaremos a los resucitados. Será todo un placer. Pero supongamos que el trabajo que nos mandan hacer no nos gusta mucho. ¿Cómo reaccionaríamos? ¿Nos esforzaríamos por hacerlo lo mejor posible e intentaríamos disfrutarlo? ¿Seguiríamos las instrucciones? De seguro todos responderíamos que sí. Por eso es tan importante acostumbrarnos a obedecer las instrucciones que nos da Jehová por medio de su organización. Esa es una manera de prepararnos para vivir en el Paraíso.
7, 8. a) ¿Por qué debemos tener un espíritu de cooperación? b) ¿Qué cambios han tenido que hacer algunos cristianos? c) Vivamos donde vivamos en el nuevo mundo, ¿de qué podemos estar seguros?
7 Otra manera de prepararnos para la vida en el Paraíso es estar contentos desde ahora con lo que nos toca y estar dispuestos a cooperar con los representantes de la organización de Jehová. Por ejemplo, es posible que recibamos una nueva asignación de servicio. Aceptémosla con gusto y llevémosla a cabo con entusiasmo. Si aprendemos a hacerlo hoy, será más fácil en el Paraíso (lea Hebreos 13:17). En la época de los israelitas, la Tierra prometida se repartió por sorteo (Núm. 26:52-56; Jos. 14:1, 2). Quizás a nosotros también se nos asigne un lugar donde vivir en el Paraíso, y puede que no sea el que habíamos pensado. Pero si tenemos un espíritu de cooperación, estaremos satisfechos y serviremos felices a Jehová sin importar dónde vivamos.
8 Vivir en el Paraíso bajo el gobierno de Cristo es un privilegio que merece cualquier esfuerzo. Por eso debemos hacer todo lo posible por cumplir con las asignaciones que nos dé la organización de Dios, incluso en época de cambios. Algunos miembros de la familia Betel de Estados Unidos, por ejemplo, han recibido nuevas asignaciones en el campo y siguen disfrutando de muchas bendiciones en los lugares a los que han ido. Hay superintendentes viajantes que también han recibido un cambio de asignación debido a la edad y otros factores, y ahora son precursores especiales. Si aprendemos a estar contentos con lo que tenemos y le pedimos a Dios que nos ayude a dar lo mejor de nosotros, seremos felices y disfrutaremos de muchas cosas buenas a pesar de vivir en estos tiempos tan difíciles (lea Proverbios 10:22). ¿Qué se puede decir del Paraíso? Tal vez tengamos bien claro en nuestra mente dónde nos gustaría vivir, pero ¿y si nos piden que nos mudemos a otro lugar? ¿Había pensado en eso? Vayamos a donde vayamos y hagamos lo que hagamos en el nuevo mundo, podemos estar seguros de que seremos muy felices (Neh. 8:10).
9, 10. a) ¿Por qué tendremos que ser pacientes en el nuevo mundo? b) ¿Cómo podemos demostrar ahora que somos pacientes?
9 Por otra parte, en el nuevo mundo habrá veces en las que tendremos que ser pacientes. Imaginemos esta situación: nos enteramos de que algunas familias están contentísimas porque ya han resucitado sus seres queridos. En cambio, nosotros todavía estamos esperando a que resuciten los nuestros. ¿Qué haremos? ¿Nos alegraremos por esas familias? (Rom. 12:15.) Si ahora aprendemos a ser pacientes y esperamos a que Jehová cumpla sus promesas, en el futuro nos costará menos hacerlo (Ecl. 7:8).
10 También necesitamos ser pacientes cada vez que hay cambios en nuestra forma de entender la Biblia. ¿Cómo reaccionamos cuando hay algo que no comprendemos bien? Si dedicamos tiempo a estudiar la nueva información y nos esforzamos por aceptar esos cambios, será más fácil ser pacientes y aceptar las instrucciones que Jehová vaya revelando en el nuevo mundo (Prov. 4:18; Juan 16:12).
11. ¿Por qué debemos aprender desde ahora a perdonar?
11 Algo que también necesitaremos en el Paraíso es saber perdonar. ¿Por qué? Porque durante el Reinado de Mil Años de Jesús, todos —tanto justos como injustos— seremos imperfectos, y nuestros defectos no desaparecerán de la noche a la mañana (Hech. 24:15). ¿Seremos capaces de resolver nuestras diferencias y tratarnos con cariño? Si aprendemos a perdonarnos y a llevarnos bien desde ahora, en el nuevo mundo se nos hará más fácil (lea Colosenses 3:12-14).
12. ¿Por qué debemos prepararnos ahora para el futuro?
12 En el Paraíso no necesariamente recibiremos todas las cosas justo cuando las queramos. Si somos agradecidos y estamos contentos con lo que tenemos desde ahora, será más fácil aceptar ese hecho. En el nuevo mundo necesitaremos todo lo que estamos aprendiendo hoy. Acostumbrémonos a vivir tal como Heb. 2:5; 11:1). Además, demostraremos que queremos vivir en un mundo en el que reina la justicia. ¿Vemos lo importante que es estar bien preparados para el futuro?
lo haremos en el futuro; así tendremos cualidades que nos serán útiles por toda la eternidad, y “la tierra habitada [que está] por venir” será más real para nosotros (PÓNGASE METAS ESPIRITUALES
13. ¿Qué será lo más importante en el nuevo mundo?
13 Veamos otra manera de prepararnos para la vida de verdad. Aunque en el nuevo mundo tendremos todas nuestras necesidades físicas cubiertas, lo que más felicidad nos causará será ver cubiertas nuestras necesidades espirituales y tener una amistad perfecta con Jehová (Mat. 5:3). Será un auténtico placer mantenernos ocupados sirviendo a Dios (Sal. 37:4). Comencemos ya a poner el Reino en primer lugar y estaremos listos para recibir la vida que realmente es vida (lea Mateo 6:19-21).
14. ¿Qué metas pueden ayudar a los jóvenes a no perder de vista el nuevo mundo que Dios nos ha prometido?
14 ¿Qué podemos hacer para servir a Jehová con más entusiasmo? Entre otras cosas, ponernos metas claras. En caso de que seas joven y estés pensando en dedicarte al servicio de tiempo completo, busca artículos que hablen sobre las diferentes opciones que hay y elige una de ellas. * ¿Por qué no hablas con alguien que lleve muchos años en el servicio de tiempo completo? Puedes estar seguro de que no hay mejor escuela para servir a Jehová en el Paraíso.
15. ¿Qué otras metas podemos ponernos?
15 Hay muchas otras metas que podemos ponernos. Por ejemplo, ¿por qué no intentamos hacernos más hábiles en algún aspecto de la predicación? También podríamos dedicar tiempo a estudiar los principios de la Biblia para entenderlos mejor y saber cómo ponerlos en práctica en nuestra vida. ¿Hemos pensado en mejorar nuestros discursos o nuestros comentarios en las reuniones? Estas son solo algunas ideas. El punto es que ponernos objetivos nos ayuda a tener más entusiasmo y nos prepara
para la vida que nos espera en el futuro.LA MEJOR MANERA DE VIVIR
16. ¿Por qué decimos que servir a Jehová es la mejor manera de vivir?
16 Quizás alguien se pregunte: “Si dedico mi tiempo a prepararme para el futuro, ¿no estaré desperdiciando el presente?” ¡Claro que no! Servir a Jehová es la mejor manera de vivir. Para eso fuimos creados, y eso es lo que nos hace felices. No le servimos por obligación o tan solo para salvarnos, sino porque entendemos que una vida sin Jehová es una vida vacía. No hay nada como tenerlo a nuestro lado y sentir su amor (lea Salmo 63:1-3). Como vemos, no hay que esperar hasta que llegue el Paraíso para experimentar las cosas buenas que Dios tiene para sus siervos. Algunos cristianos llevan muchos años cosechando bendiciones y saben por experiencia que no hay nada que pudiera haberles dado más satisfacción (Sal. 1:1-3; Is. 58:13, 14).
17. ¿Qué lugar ocuparán en el Paraíso los placeres y los intereses personales?
17 En el nuevo mundo habrá tiempo para hacer las cosas que más nos gustan. Después de todo, Jehová nos creó con el deseo de sentirnos realizados y disfrutar de la vida al máximo (Ecl. 2:24). Él puso en nosotros ese deseo y él se encargará de satisfacerlo. Como dice la Biblia, Jehová está “satisfaciendo el deseo de toda cosa viviente” (Sal. 145:16). El descanso, los placeres y los intereses personales tienen su lugar ahora, pero los disfrutaremos más si recordamos que ese lugar es secundario y que nuestra relación con Jehová es lo más importante. Lo mismo ocurrirá en el Paraíso. Así que lo mejor es buscar primero el Reino y concentrarnos en los beneficios de servir a Dios (Mat. 6:33).
18. ¿Cómo podemos prepararnos para vivir en el Paraíso?
18 En el Paraíso seremos muy felices, mucho más de lo que podemos imaginarnos. Demostremos que queremos vivir allí preparándonos ahora: esforcémonos por ser las personas que Jehová quiere que seamos, prediquemos con entusiasmo y pongamos el Reino en primer lugar. El nuevo mundo será una realidad muy pronto; Jehová no va a fallarnos. ¡Vivamos como si ya estuviéramos allí!