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De padres a hijos

Rahab prestó atención a lo que escuchó

Rahab prestó atención a lo que escuchó

RETROCEDAMOS tres mil quinientos años en la historia y viajemos a la ciudad cananea de Jericó. Allí vive una muchacha llamada Rahab. Ella nació después de que los israelitas, que habían sido esclavos en Egipto, fueran liberados por Moisés. ¿Recuerdas cómo lograron escapar de los egipcios? ¡Jehová Dios abrió el mar Rojo para que pudieran cruzar! Aunque esto sucedió muy lejos de donde vive Rahab, ella sabe lo que pasó. Y eso que en ese entonces la gente no tenía radio, televisión ni Internet. ¿Cómo crees que se enteró? *...

Sin lugar a dudas, la gente que iba y venía de un lugar a otro había difundido la noticia. Así, Rahab creció escuchando las historias de lo que Jehová había hecho por los israelitas. De repente, vuelve a oír acerca de ellos. Después de pasar cuarenta años en el desierto, han entrado a Canaán y, con la ayuda de Dios, han ganado varias batallas. ¡Nadie puede contra ellos! Y ahora resulta que están acampados frente a Jericó, al otro lado del río Jordán.

Una noche entran dos desconocidos a la ciudad y van a quedarse a la casa de Rahab, pues saben que ella suele hospedar visitantes. Pero esa misma noche, el rey de Jericó envía unos mensajeros para decirle que entregue a esos hombres, ya que se había enterado de que eran espías israelitas. ¿Qué crees que hará ella?...

Para ese entonces, Rahab ya sabía que sus huéspedes eran espías y los había escondido en la azotea. Así que cuando llegan los mensajeros del rey, les explica que esos hombres sí estuvieron en su casa, pero se fueron al oscurecer. Y luego les dice: “Corran tras ellos”.

¿Por qué crees que Rahab protege a esos israelitas?... En cuanto se van los mensajeros, ella les explica a los espías: “Sé que Jehová ciertamente les dará el país [...]. Porque hemos oído cómo Jehová secó las aguas del mar Rojo de delante de ustedes cuando salieron de Egipto”. También menciona otras victorias que Dios les ha dado.

A Dios le agrada que Rahab proteja a los espías. Lo sabemos por lo que dice la Biblia en Hebreos 11:31. Por eso, Jehová ve con buenos ojos la petición que ella les hace: ‘He sido buena con ustedes, así que prométanme que salvarán a mis padres y mis hermanos cuando ataquen Jericó’. Los espías prometen hacerlo siempre y cuando ella siga ciertas instrucciones. ¿Quieres saber lo que debe hacer Rahab?...

‘Debes colgar esta cuerda roja en tu ventana —le indican— y juntar a tu familia dentro de tu casa. Si lo haces, todos ustedes se salvarán.’ Rahab sigue sus instrucciones al pie de la letra. ¿Qué crees que pasa después?...

El ejército israelita llega hasta los muros de Jericó y comienza a marchar alrededor de la ciudad. Por seis días dan una vuelta diaria a la ciudad en silencio, pero al séptimo dan siete vueltas, y luego todos gritan con fuerza. Las murallas de la ciudad se desploman al instante. Pero hay una parte que no se cae: la parte donde está la casa de Rahab, que tiene la cuerda roja en la ventana. Así es: Rahab y su familia se han salvado (Josué 2:1-24; 6:1-5, 14, 15, 20-25).

¿Qué podemos aprender de lo que hizo Rahab?... Pues bien, ella prestó atención a las historias sobre lo que Jehová había hecho por su pueblo. Pero, además de eso, ayudó a los siervos de Dios cuando tuvo la oportunidad de hacerlo. Y lo que es más: decidió unirse al pueblo de Israel para servir a Jehová. ¿Le servirás tú también?...

^ párr. 3 Si está leyendo el artículo con un niño, haga una pausa tras los puntos suspensivos y permita que él responda.