¿Se ha preguntado alguna vez si la vida es algo más que jugar, trabajar, casarse, tener hijos y envejecer? (Job 14:1, 2.) En la Biblia aprendemos que hasta personas muy sabias se han hecho esa misma pregunta. (Lea Eclesiastés 2:11.)

Para saber si la vida tiene un propósito especial, tenemos que averiguar cómo empezó. Después de analizar el impresionante diseño de nuestro cerebro y nuestro cuerpo, muchas personas han llegado a la conclusión de que nos creó un ser inteligente. (Lea Salmo 139:14.) En ese caso, tiene que habernos hecho para algo, con un propósito. Descubrir la razón de nuestra existencia dará un mayor sentido a nuestra vida.

Cuando Dios creó a los primeros humanos, les dio una hermosa comisión. Su voluntad era que llenaran la Tierra con sus descendientes, la convirtieran en un paraíso y vivieran para siempre. (Lea Génesis 1:28, 31.)

Cuando los humanos se rebelaron contra Dios, él no anuló su propósito, ni nos dio por perdidos. La Biblia dice que Dios ha trabajado desde entonces para salvar a sus siervos y para que se haga su voluntad en la Tierra. Dios también desea que usted disfrute de la vida que él siempre quiso para nosotros. (Lea Salmo 37:29.) La Biblia nos dice lo que debemos hacer para que nuestra vida armonice con el propósito de Dios.