El 30 de noviembre de 2018 se produjo un terremoto de magnitud 7 a las afueras de Anchorage (Alaska). Aunque no hubo muertos, los medios de comunicación informaron que el terremoto destrozó algunas carreteras.

La sucursal de Estados Unidos informó que 7 publicadores sufrieron heridas leves. El terremoto también provocó daños en 16 casas de hermanos y 2 Salones del Reino. Los superintendentes de circuito se están encargando de que las congregaciones suministren alimento, ropa, agua y alojamiento a quienes lo necesiten. Además, los ancianos de las congregaciones de la zona están dando apoyo espiritual a los afectados.

Seguimos orando por los hermanos que han sufrido a causa de este terremoto. Estamos seguros de que Jehová les dará fuerzas, pues es un refugio para quienes confían en él (Salmo 28:8, 9).