Los Testigos de Italia les echan una mano a sus vecinos
Tras las fuertes lluvias que cayeron en el norte de Italia a finales de noviembre de 2016, varias localidades al sur de la ciudad de Moncalieri resultaron inundadas. En algunos lugares el agua alcanzó una altura de más de medio metro (1,6 pies). Un periódico dijo: “El agua no perdonó ni a nada ni a nadie”. Las autoridades tuvieron que evacuar inmediatamente a unos 1.500 vecinos, pero, gracias a la rápida respuesta de los servicios de rescate, no hubo víctimas mortales que lamentar. Sin embargo, muchas familias perdieron algunas de sus pertenencias.
Trabajan en equipo para dar ayuda
Los testigos de Jehová de la localidad formaron equipos de trabajo y enseguida se pusieron manos a la obra. Con la ayuda de palas, sacaron lodo y escombros de las casas, así como muebles y artículos personales que aún se podían utilizar. Un equipo que llevaba algunos artículos y comida caliente a una familia se encontró con la carretera bloqueada, pero las autoridades les permitieron pasar y así pudieron llegar a su destino. Los voluntarios no solo les echaron una mano a otros Testigos, sino también a sus vecinos que son de otras religiones.
Por ejemplo, los sótanos de un edificio de apartamentos se inundaron por completo. Una vez que los servicios de rescate sacaron el agua con una bomba, un numeroso equipo de Testigos ayudó a otro Testigo llamado Antonio y a su familia a limpiar su sótano. Luego, los voluntarios prestaron ayuda a otros residentes del edificio. Formaron una cadena humana y limpiaron todos los sótanos en tan solo unas horas. Todo el mundo estaba muy agradecido. Viviana, una de las vecinas, se acercó a la esposa de Antonio y le dijo con lágrimas en los ojos: “Por favor, dales las gracias a tus hermanos de nuestra parte. ¡Ustedes son verdaderamente extraordinarios!”.
En una localidad en la que las inundaciones causaron graves daños, los vecinos observaron a los grupos de Testigos ayudando a los afectados. Movidos por lo que vieron, algunos comenzaron a ayudar a los voluntarios y hasta a seguir las instrucciones de los encargados de los grupos.
Agradece su “valiosísima ayuda”
La casa de un señor quedó muy dañada, y su cochera estaba inundada de lodo. El hombre se quedó impresionado cuando vio a ocho Testigos trabajando sin descanso durante cuatro horas para limpiar su cochera. Abrazó a algunos voluntarios y publicó un mensaje en las redes sociales para agradecer su “valiosísima ayuda”.
Un Testigo relata: “Ayudamos a varios de nuestros vecinos que no son Testigos, muchos de ellos de más de 80 años. Algunos nos agradecían con lágrimas en los ojos lo que habíamos hecho”. Un vecino que es católico y está muy envuelto en las actividades de su iglesia apreció mucho la ayuda y comentó: “Fue maravilloso ver cómo nos ayudábamos unos a otros, aunque tengamos diferentes ideas religiosas”. Otro hombre dijo: “Me da lástima que la gente solo los conozca por tocar las puertas los domingos por la mañana y no por la ayuda que dan”.